Cuántos animales han viajado al espacio y por qué

Claudia Alemañy Castilla
Juventud Técnica
Published in
3 min readFeb 20, 2020
Laika, prionera en sobrepasar la órbita terrestre (Foto tomada de www.quo.es)

Aunque no se cuenta con una estadística cien por ciento confiable, es posible afirmar que “Laika” es un nombre muy socorrido para mascotas — al menos en Cuba — . Sin ir más lejos, quien escribe estas letras saltó la barrera de la especie y llamó así a la única gata que tuvo durante la infancia.

El nombre evoca a la “¿valiente?” perra enviada al espacio por científicos de la extinta Unión Soviética. Fue recogida de las calles y llevada a un centro de estudios donde los investigadores congeniaron que soportaría mejores condiciones de hambre y frío.

En 1957, la introdujeron en el Sputnik 2. Desafortunadamente, murió pocas horas después del despegue, debido al estrés y al calentamiento de la nave. Sin embargo, es recordada como la primera criatura viviente que alcanzó la órbita terrestre.

Aunque es la más conocida de los animales que viajaron en cohete, Laika no es única en su hazaña. Si quieres conocer más acerca de otros tripulantes espaciales no humanos, Juventud Técnica te invita a aprender al respecto.

¿Los primeros?: moscas, ratones y monos

Algunos de los animales puestos en el espacio. (Infografia: Ricardo Valdivia Matos)

Para inaugurar los vuelos espaciales se escogió en primer lugar a los insectos. La Agencia estadounidense de la Aeronáutica y del Espacio puso un puñado de moscas de la fruta a bordo de un cohete en febrero de 1957. El objetivo de este proyecto era medir los efectos de la exposición a la radiación solar en gran altitud sobre los cuerpos de las criaturas.

Finalmente, la nave no superó los cien kilómetros de altura y una buena parte de las moscas fueron encontradas con vida tras el aterrizaje.

Desde 1948 y hasta la hazaña de Laika otros animales fueron subidos a cohetes en pos del avance de la ciencia. El mono Albert fue uno de ellos. Su nombre figura en los libros como el del primer mamífero que experimentó la ingravidez. Los expertos tenían muchas esperanzas en él ya que los primates y los humanos comparten más de 97 por ciento de ADN.

El pequeño Albert no sobrevivió, no obstante otra veintena de monos marcaron pautas en la carrera espacial. Otras misiones incluyeron pequeños ratones de laboratorio.

Luego de la misión de Laika tocó el turno a Ham, el chimpacé. Este nuevo primate, enviado por Estados Unidos al espacio en 1961, demostró que se podían hacer operaciones durante los vuelos espaciales. El animal había sido entrenado para mover palancas. La criatura sobrevivió a la experiencia y vivió hasta 1983.

Gatos, ardillas, tortugas, alguna que otra variedad de rana, embriones de pollo, cucarachas, peces y hasta reptiles también han sido llevados por el ser humano hasta más allá de la atmósfera terrestre.

El mono iraní inició la participación del país árabe en los viajes espaciales (Foto tomada de www.quo.es)

Más recientemente, Irán se alzó como una potencia en los estudios espaciales que involucraban animales. En 2013, científicos de ese país enviaron a un mono al espacio que superó los 120 kilómetros de altitud. El primate regresó completamente ileso.

Luego de la llegada del ser humano a la Luna, los viajes tripulados por animales disminuyeron considerablemente. Hasta ese entonces, la carrera espacial había potenciado que las criaturas fueran lanzadas a la conquista bajo cualquier precio. Muchos murieron debido a las duras condiciones de los viajes, la falta de oxígeno o en fatales accidentes.

Entidades defensoras de los derechos animales protestaron y todavía hoy luchan por el empleo de las criaturas NO humanas en experimentos científicos. Otros fundamentan que, sin su uso en pruebas y estudios, hubiera sido imposible desarrollar investigaciones más profundas sobre los efectos del espacio para la vida.

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