The path of loneliness
At the gates of my death, I leave this last will to dispose of the only thing I have: loneliness.
I accuse myself as the only person responsible for ending my life alone, with no one to love, nor who loves me. This is so obvious, because the only ones responsible for what happens in our lives, we are ourselves, good or bad, no one but us are responsible for our destiny.
The loneliness that accompanies me in my last hours in this world, is the daughter of fear.
For the fear of feeling hurt, to see me ashamed, to try things I did not know, to meet people who could harm me, in short, for being afraid to live.
This will is a warning signal for anyone who reads it to review the fears inside. Fear hides behind thousands of masks so you don’t find it, but when you know its secret, it’s easy to identify it. Fear is the antagonist of love. Any situation or decision in which you doubt your motivation, just check if in the end, deep down, you do it for love. If you do not do it for love, you are doing it for some fear in disguise.
May loneliness not be your partner at death. Let it be love. It’s too late for me, but you’re on time.
El camino de la soledad
Al albor de la muerte, dejo este testamento para disponer de lo único que poseo: soledad.
Me acuso como el único responsable de terminar mi vida solo, sin nadie a quien querer, ni tampoco quien me quiera. Esto es una obviedad, porque los únicos responsables de lo que sucede en nuestras vidas, somos nosotros mismos, bueno o malo, nadie más que nosotros somos responsables de nuestro destino.
La soledad que me acompaña en mis últimas horas en este mundo, es hija del miedo.
Por el miedo a sentirme herido, a verme avergonzado, a probar cosas que no conocía, a conocer gente que me pudiera hacer daño, en fin, por tener miedo a vivir.
Este testamento es una señal de alerta para que a quien lo lea, revise los miedos en su interior. El miedo se esconde tras miles de máscaras para que no lo encuentres, pero cuando sabes su secreto, es fácil identificarlo. El miedo es el antagonista del amor. Cualquier situación o decisión en que tengas duda de su motivación, solo revisa si al final, en el fondo, lo haces por amor. Si no lo haces por amor, lo estás haciendo por algún miedo disfrazado.
Que la soledad no sea tu compañera al morir. Que lo sea el amor. Ya para mí es tarde, pero vos estás a tiempo.
