Teoría de sistemas
Entender que somos parte de un todo.
No es tan sencillo.
La incertidumbre ha sido una constante en la historia de la humanidad. A pesar de que nos incomoda y nos hace sentir ansiosos, por eso siempre hemos buscado formas de anticipar lo que viene, con los oráculos, chamanes, horóscopos y religiones.
El mundo moderno se caracteriza por ser cada vez más complejo e impredecible. En el pasado, se creía que el progreso era infinitamente sostenible y que el futuro sería cada vez más predecible y controlable. Sin embargo, esto ha demostrado ser una ilusión, ya que hemos pasado de un mundo complicado a uno complejo. A diferencia de un ambiente complicado, que es lineal y sigue reglas predecibles, la complejidad es no lineal y fluida. En un ambiente complejo, pequeños efectos pueden producir impactos desproporcionados y el futuro es difícil de predecir. La globalización y las comunicaciones constantes han contribuido a aumentar la complejidad en muchas áreas de la vida.
La complejidad no es simplemente una versión ampliada de la complicación; es una categoría completamente diferente de problemas que requiere enfoques y soluciones diferentes.
La humanidad tiende a buscar soluciones reduccionistas para enfrentar problemas complejos debido a que esto les permite evadir la complejidad y tratar de solucionarlo con respuestas simples. En lugar de abordar la complejidad del mundo moderno, muchas personas prefieren soluciones simplistas y reduccionistas que ofrecen una sensación temporal de alivio, aunque estas soluciones no aborden los desafíos subyacentes. La elección de Trump es un ejemplo de cómo la humanidad a menudo busca soluciones reduccionistas para evadir la complejidad y cómo esto puede llevar a soluciones insuficientes y poco efectivas. Muchas personas que votaron por Trump fueron atraídas por su retórica simplista y sus promesas de soluciones fáciles a problemas complejos. Aunque Trump ofreció una respuesta simplista a los problemas del país, sus políticas no abordaron la complejidad de las cuestiones subyacentes, y como resultado, no lograron solucionar los problemas en profundidad.
Antidoto al reduccionismo.
El framework de pensamiento de la teoría de sistemas es un conjunto de principios y conceptos que se utilizan para analizar y comprender sistemas complejos. Este framework se basa en la idea de que los sistemas pueden ser divididos en partes interconectadas y que la comprensión de estas partes y su interacción es esencial para entender el sistema en su totalidad.
En vez de solo pensar en lo que está sucediendo en el momento actual, es importante pensar en el futuro y hacia dónde se dirige el mundo. Esto requiere de un reconocimiento de patrones y una comprensión de los diferentes temas macro a nivel de países, empresas e individuos, y cómo estos crean intercambios en líderes que se ven afectados por muchos de ellos, pero tienen prioridades, necesidades y marcos de tiempo muy diferentes.
Es fácil ver una noticia y basar nuestra opinión en nuestra propia historia personal y datos, pero eso es reducir el mundo hasta donde nos alcance la vista. La teoría de sistemas implica considerar lo que está sucediendo fuera de nuestro punto de vista, cómo creamos nuestra visión del mundo, qué cambiaría esa visión, qué piezas priorizamos y por qué, y si todo esto todavía tiene sentido hoy en día.
La vida cambia rápidamente, y muchas personas no actualizan su visión del mundo tan rápidamente como cambia la realidad. Sin embargo, es importante revisar nuestra visión del mundo de manera continua, no porque estemos equivocados, sino porque necesitamos seguir siendo relevantes. Cualquier opinión analítica eventualmente se volverá obsoleta, y la teoría de sistemas es un esfuerzo para evitar que esto suceda.
El framework de pensamiento de la teoría de sistemas implica tener una visión holística y sistémica del mundo y de los problemas que se presentan.
Los buenos pensadores estratégicos son curiosos y abiertos a diferentes puntos de vista y análisis que son diferentes a los suyos. También son capaces de admitir cuando están equivocados y de moverse hacia adelante. Es importante tener respeto por los diferentes puntos de vista y estar dispuesto a involucrarse con ellos para desarrollar una comprensión más profunda. Las personas que solo se sienten cómodas siguiendo aquello que confirman sus ideas previas, pueden ser excelentes pensadores tácticos, pero no son buenos pensadores estratégicos. Pero aquí viene lo difícil, porque a nuestro cerebro no le gusta enfrentarse a ideas con las que no estamos de acuerdo. Este enfoque requiere práctica y tiempo para desarrollar y requiere la voluntad de superar las barreras internas que puedan surgir cuando se confrontan diferentes perspectivas.
