Aventuras y desventuras de Mandalay a Yangon
Cuando pedimos la visa para Myanmar pensamos que con 28 días no iba a ser suficiente. Bueno, nunca lo es. En el camino dejamos ciudades para una segunda visita, pero también pudimos descubrir otras que no estaban en nuestra ruta inicial. Y no nos cansaremos de decir que empezamos Myanmar con sentimiento encontrados y salimos encantados con el país que habíamos descubierto.
Mandalay, Hsipaw y Pyin Oo Lwin
El norte de Myanmar (o al menos lo más al norte que llegamos nosotros) nos cautivó desde el primer momento. Llegamos a Mandalay un 21 de abril con más pena que gloria, al menos la que escribe estas líneas. Un autobús sin aire de ningún tipo, un calor abrasador y un paisaje poco motivador nos esperaban a la llegada, lo que no ayudaba a sacar de tu cabeza las ideas de “en Myanmar solo se come arroz con pollo” (pronto descubrimos que estaban equivocados quienes nos lo dijeron) y que el alojamiento era caro y malo (quizás nos lo esperábamos mucho peor de lo que realmente fue).
Después de la primera comida y la visita a Mandalay Hill, podía decir que:
Un vídeo publicado por Tamara Lucas (@tam_tami) el 21 de Abr de 2016 a la(s) 5:37 PDT
Sí, no pintaba todo tan mal como me había imaginado. Los templos con escaleras mecánicas pronto me cautivaron y, por fin, volvíamos a estar en una ciudad que se podía caminar (no como en Bangkok). En Mandalay estuvimos 2 noches y una madrugada para ver:
- Los highlights de la ciudad, o lo que es lo mismo la colina, el palacio y un templo con un Buddha al que sólo se le podían acercar los hombres (algo que después comprobamos era lo habitual)
- Los alrededores de Mandalay: Amarapura, Inwa y Sagaing
- Esperar hasta las 4am que saliese nuestro tren a Hsipaw en el vestíbulo del hotel.
Sí, las 4am, no había otra mejor hora… bueno, no había otra hora para poder ir a Hsipaw. Llegamos a las 3am a la estación y tras un susto protagonizado por todos los perros que dormían en la estación, conseguimos llegar a nuestra vía y en media hora montar en nuestro tren. Del camino de ida… poco puedo contar, las pastillas para el mareo hicieron pronto efecto y hasta que no llegamos al Viaducto de Goteik no tengo muchos recuerdos.
¿Merece la pena el viaducto? Pues es un camino gracioso, pero son demasiadas horas para no llegar a más de 15 minutos de fotos sacando la cabeza por la ventana:
Después de 12h metidos en ese tren que se bamboleaba hacía todas direcciones sin un orden aparente… llegamos a Hsipaw. Yo quería pizza. Era temporada baja. Solo la hacían en un sitio de la ciudad. Conocimos a Juan y Naira. Al día siguiente nos fuimos de Trekking… 3 días. No sabíamos dónde nos metíamos.
Aquí va un resumen de nuestros 60km de Trekking en 3 días:
- El primer día nos resultó fácil. Sí, fácil. Nosotros también nos sorprendimos.
- El segundo día… Yo, quería morir o matar a nuestro guía. Más de 20km de bajadas, subidas, bajadas, subidas en un camino no apto para geeks con poco sentido del equilibrio.
- El incidente de la mina (antipersona) supuso un cambio de ruta… volver por dónde habíamos venido!!!! Después de la última subida nos esperaba (a los geeks del grupo) una moto que nos llevaría a la casa donde comeríamos. En mi vida me he alegrado tanto de ver un transporte de 2 ruedas!!!
Después de leer esto, espero haber captado vuestra atención con el incidente de la mina y que el tema de la moto no haya calado en vuestro cerebro. El incidente de la mina. Si vas a ir a Hsipaw deberías saber que es zona en conflicto. Nosotros no lo sabíamos, pero tampoco es que lo cuenten en muchos lados. Es zona de conflicto entre los pueblos de las montañas y el gobierno, y hay minas enterradas por las montañas. Por eso, si vas a hacer un trekking por allí, hay que ir con guía. Leímos post que te decían que no hacía falta guía… después de que a otro grupo que nos encontramos por el camino les explotase una mina (solo magulladuras), lo mejor es ir con alguien que conozca la zona.
Del trekking nos quedamos con la gente que conocimos tanto en las casas por las que pasábamos como con nuestros compañeros de ruta, y con la comida que disfrutamos esos días. Aquí una muestra:
Después de Hsipaw no teníamos muy claro qué hacer. Nuestra planificación se acababa ahí. Thibault, uno de nuestros compis en el trekking nos habló de una catarata en Pyin Oo Lwin, el pueblo cuyo nombre es imposible de pronunciar. Por si no hubiésemos tenido suficiente naturaleza, para allá que nos fuimos. Y así es como acabamos celebrando el cumple de Fanego en un tren. Más tarde lo re-celebrariamos comiendo en la casa del Gobernador en Pyin Oo Lwin, pero en ese momento no sabíamos de su existencia.
Pyin Oo Lwin es una de las ciudades que más nos sorprendió. Además de una cascada super chula en la que poder darse un baño y convertirse en la estrella del lugar por ir en bikini… Tiene un parque donde se reúnen los locales, edificios de arquitectura colonial como la casa del Gobernador y plantaciones de té. Aunque solo sea para ver la cascada, merece la pena la parada.
Lo que íbamos haber hecho en 5 días, acabaron siendo 12 días. El día 2 de Mayo cogíamos un bus a Bagan.
Bagan
Pillamos un buen deal en Bagan a través de Booking y nos dimos el capricho de hotel con piscina y desayuno. A nosotros nos costó 30€ la noche, según el señor del bus que nos llevó ese hotel son 65$ la noche. Hay que decir que por 30€ está bien, por 65$, sobrepreciado. Pero a lo que íbamos, nos dimos el capricho y la piscina nos dio la vida. Nos habían avisado del calor que hacía en Bagan. Un calor que derretía tarjetas SD. Y el mejor consejo que nos dieron fue pillar hotel con piscina.
Del tema templos. Creo que hay personas mucho más inspiradoras que nosotros para contar lo que tienen allí montado. También creo que hay mejores fotógrafos que nosotros para mostrarlo. A nosotros, y hablo por los dos, lo que más nos gustó es el conjunto de templos, subir (o trepar) a uno de ellos y observar la extensión de terreno que tienes ante ti llena de pequeños, grandes y mediados. Por separado no dejan de ser estructuras con forma de teta en su mayoría, todas similares a todas, pero todas distintas a la vez. Aviso: evitar las horas centrales del día debido al calor que hace y no perderse los grabados que hay dentro de algunos de los templos. Para verlos vas a tener que ir, ya que está prohibido fotografiarlos.
Aquí van nuestras 3 mejores fotos de Bagan:
Inle Lake
El día 5 de mayo, mi cumpleaños, cogimos el bus camino a Inle Lake. Celebrar tu cumpleaños en un bus está por debajo en caché que celebrarlo en un tren, eso lo sabe todo el mundo… Así que para compensarlo, llegamos a Inle Lake y sin pensárnoslo dos veces (prácticamente arrastré a Fanego) nos dirigimos a la bodega que tienen allí montada. Así sí se celebra un cumple, un par de vinos cada uno, tarta para acompañar y atardecer de fondo.
Celebrando #MiCumpleañosBirmano en la mejor compañía #2geeks1city #Myanmar #InleLake
Una foto publicada por Tamara Lucas (@tam_tami) el 5 de May de 2016 a la(s) 3:49 PDT
En Inle Lake nos sobró un día. Nos quedábamos hasta el 8 por la noche, ya que era el único momento del día en el que salía un bus a nuestro próximo destino, y la verdad que con un día para ir a ver lo que te dejan ver del lago, para nosotros era suficiente. Pero bueno, a un día de relax, pasear por el pueblo y freakear con los ordenadores… tampoco le íbamos a decir que no.
De Inle Lake. ¿Qué decir? Lo primero es que seguro que hay formas menos “turísticas” de conocerlo, pero cuando no tienes ganas de pensar y de gastarte mucho en el tour de turno, cualquier opción económica que te prometa pescadores, pueblos y comida local… la aceptas sin pensarlo. Aunque eso sí, no te libras de ir a ver las casas de turno donde hacen joyas, telas y cigarros.
A mí lo que más me gustó de Inle Lake fue la vuelta con el lago en calma y la sensación de navegar por el cielo reflejado en él:
De la capital a la antigua capital: Nay Pyi Taw y Yangón
Quizás por ser un año más sabios, quizás son ya demasiados transportes nocturnos a nuestras espaldas o quizás es que ese autobús era el segundo más incómodo del mundo… pero llegamos a Nay Pyi Taw sin haber dormido nada, a las 4am y con el soniquete del karaoke del bus todavía en la cabeza. No estábamos de buen humor, le pasa hasta a los mejores viajeros. Solo queríamos dormir y eso hicimos.
A la mañana siguiente y después de desayunar nos pusimos en marcha para ver lo que habíamos venido a ver: las carreras vacías de la capital del país.
Todo tiene su explicación. Nay Pyi Taw es la capital del país desde 2006, antes era Yangon. El Gobierno decidió mover la capital al centro del país por un tema de seguridad nacional. La construyeron de la nada, invirtieron en carreteras e infraestructuras que hacen más falta en otras zonas del país y avisaron con 2 meses a los funcionarios de turno que se tenían que mudar a Nay Pyi Taw… La ciudad sigue vacía, se puede pasear por carreteras de hasta 20 carriles sin apenas ver coches y su segunda máxima atracción es un templo que han hecho a imagen y semejanza (vamos que han copiado) de uno que hay en Yangón.
¡¡Están locos estos “myanmareños”!!
Si pensábamos que no podíamos pasar más calor que el que pasamos en Bagan, estábamos equivocados. Nay Pyi Taw era aún peor… pero no sabíamos lo que nos esperaba en Yangón. Con temperaturas de hasta 44º era muy difícil estar en la calle. No vamos a engañar a nadie y de Yangón lo único que vimos fue la Shwedagon pagoda, que pensábamos que iba a ser igual que la que ya habíamos visto en Nay Pyi Taw, pero no. La estructura puede ser igual, pero la Shwedagon pagoda de Yangón de verdad que nos sorprendió.
A cualquiera que se le diga que estuvimos una semana en Yangón y solo vimos eso… Qué le vamos a hacer, teníamos mono de internet y por fin encontramos una conexión que funcionaba decentemente, a pesar de los dos apagones de media que teníamos al día.
PD: Si alguien se anima a hacer un tour por Hsipaw, no dejéis de contactar con nuestro guía Mitch Michael. Un crack y le conoce todo el mundo por la zona.
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