El desierto, sus baños y la gastronomía mongola

Tamara Lucas
2 geeks, 1 city
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5 min readOct 18, 2015

Sentada en el transmongoliano hago balance de nuestros 11 días en Mongolia. Tengo que reconocer que pese a las adversidades pasadas en el desierto de Gobi, estoy muy orgullosa de cómo las he superado. Este país y sus actividades turísticas no está hecho para geeks como nosotros. Sus principales atracciones son:

  • Ir al norte, donde hay tramos a los que sólo puedes acceder en caballo y pasada cierta fecha en invierno es inaccesible dadas las nevadas. Esta actividad quedó automáticamente eliminada en el momento que “solo puedes acceder” y “caballos” entraron en juego.
  • Ir al oeste, donde ves lagos y montañas. Por lo que nos comentaron otras personas que habían ido, el camino es de lo más movidito y el frío es mayor. Además está más lejos de UlaanBaatar y por tanto necesitas más días para su visita. ¿Y más días qué significa? Más días sin una ducha caliente en condiciones, o bueno, sin un ducha en general. Aunque nos dijeron que tuvieron un par de noches de hotel con ducha, no me veo yo 14 días lavándome como los gatos con un par de duchas veloces de por medio. Excursión… eliminada.
  • Ir al sur, es decir, ir a Gobi. Esta fue la elegida por nosotros y creo que porque ninguno leyó con detenimiento qué significaba. Cogimos una excursión de 6 días, donde no vimos rastro de ducha y baño hasta que no volvimos al hostal. Pero bueno… esto de los baños es para comentarlo con calma. Volviendo al desierto de Gobi, si hiciésemos un gráfico de tartas de en qué se usa el tiempo en esta excursión y descontando las horas de sueño… nos quedaría que como un 70% del viaje estás metido en una furgoneta rusa, dando botes ya que lo de las carreteras asfaltadas no lo trabajan y viendo por la ventanilla el significado de “la nada” en su más amplia definición.

Dicho esto, los traqueteos en el coche y las pocas horas de sueño (ya que yo lo de dormir en saco de dormir no lo traía muy entrenado) han merecido la pena por:

  • He subido a una duna a ver una estupenda puesta de sol. Reconozco que pensé que me quedaba en mitad de la duna y no lo conseguía… total… era ver arena. Pero no, había que llegar arriba y sí, merecía la pena el esfuerzo. A subir a la duna hay que añadir bajarla, que tiene también su aquel.
Yo en la cima de la duna
  • He hecho mi primer trekking y no uno de los fáciles (al menos para mí). Dan por hecho que si vienes aquí esto ya lo traes de casa trabajado y claro… llego yo, con mi poca coordinación y sin ser especialmente una cabra montesa… y meto el pie en el rio. Pero bueno, mis merrel aguantaron como unas campeonas, no sufrí de pies mojados y lo que para mí fue más importante ni me caí ni me torcí ningún tobillo. Los que me conocéis sabéis que me tuerzo tobillos en suelo llano. Así que puedo decir que he digievolucionado de trekking nivel 0 a trekking nivel 0,5 en este viaje.
  • He salido de mi zona de confort. 6 días sin un baño como es debido me han hecho hacer cosas que jamás pensé que haría. 4 días sin wifi (ya el cuarto día empecé a buscar wifis abiertas en cada pueblo de más de 4 casas por el que pasábamos) me han servido para desconectar y no estar tan pendiente del móvil (ha pasado de estar siempre en la mano a estar en el bolsillo).

Vamos con el tema baños, que se que estáis todos expectantes. Creo que si tuvieran que entrar en la competición baños indios vs. baños japoneses que han montado AlgoQueRecordar… estarían más cerca de los indios sin el componente voyeur de estos. En nuestro paso por Gobi hemos identificado 3 tipos de “baños”, ya lo pongo con comillas… porque creo que no se pueden considerar baños:

  1. Con 3 o 4 paredes, siendo optativo la existencia de techo.
  2. Con 3 o 4 paredes que te cubrían solo hasta la cintura.
  3. El campo. Tan grande y extenso como es él.

Los tipos 1 y 2 se caracterizan por tener un agujero inmenso lleno de mierda debajo de él, al que no te caes por unos tablones en los que entran perfectamente tus botas y nada más… así que tienes que tener equilibrio. Más si eres chica. El tercer tipo de baño se caracteriza por compartirlo con toda la fauna que hay en el desierto de Gobi: cabras, caballos, vacas y camellos.

Baños del tipo 1

En cuanto a la gastronomía mongola (sí, se que puedo escribir la gastronomía de Mongolia, pero me gusta más de la otra forma), y tal como ya le comenté a Gonzalo Martín en un comentario en el anterior post, hemos colocado esta gastronomía por encima de la de Londres o Amsterdam, pero que no dejan de ser platos funcionales. En mi top5 de platos preferidos tenemos:

1.Noodles fritos

Noodles fritos

2.Dumplings o Raviolis rellenos de carne

Dumplings con ensalada

3. Empanadillas fritas, de carne o de verduras

“Mega” empanadillas y al fondo “mega” albondigas con arroz

4. Arroz con salchichas, ensalada de col y zanahoria

Arroz con salchichas

5. Sopa de carne y patatas… una especie de cocido

Sopa de carne con patatas

Una de las cosas que más me han llamado la atención es el uso de la grasa de la cola de la oveja en todos los platos con carne. Te puedes comer la grasa o no comértela, pero es como su avecrem para darle sabor a los platos.

¡¡Próxima para Beijing!!

Nota: esta publicación en Medium cubre el lado más “emocional”, “humano” y “cercano” de 2geeks1city, el proyecto / blog con el que estamos recorriendo Asia para entender cómo la transformación digital y las startups influyen en la sociedad, las empresas y las personas en general. Si te ha gustado, pásate a visitarnos y suscríbete en www.2geeks1city.com

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Tamara Lucas
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