Diario de bitácora del Capitán Bori

Álvaro Bohórquez
2016-juegos
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3 min readMar 26, 2018

Llevo unos cuantos días jugando al ‘Sea of thieves’, el último juego de Rare disponible para Windows 10 y Xbox One (la original, la S y la X). Aprovecho, como mucha otra gente, los 15 días gratis del GamePass para piratear de lo lindo por las aguas de este Caribe ficticio que han montado desde el estudio británico. Ya se han dicho muchas cosas, se han publicado más aún y se han podido ver bastante más vídeos al respecto. Lo que nos queda claro es que este videojuego se basa en las aventuras y sucesos que viven los jugadores. Ahí radica el interés y la diversión del juego.

En este diario de bitácora quiero contar algunas de las anécdotas más divertidas que he vivido a bordo de los barcos de piratas de Rare. Así que allévoy.

¡Sálvame! Soy un náufrago

Salimos de puerto en un balandro el compañero pirata TruGPF y yo rumbo a una pequeña isla en busca de un tesoro que habíamos comprado al responsable del puesto de los Acaparadores de oro. En realidad eran dos cofres en dos islas gracias a dos mapas. Nos las prometíamos muy felices. Todo era música, baile, risas y grog en nuestra despedida del puerto. Por suerte, el primer destino estaba cerca. No había visos de encontrar excesivas dificultades para encontrar y desenterrar el tesoro. ¡Y así fue! Nos hicimos con el cofre y volvimos a la nave.

La segunda isla tampoco estaba a muchas millas náuticas del peñasco anterior, así que desplegamos las velas y pusimos proa hacia nuestro destino. Más pronto que tarde la vimos aparecer en el horizonte y fondeamos cerca de una de sus playas. Allí, gracias a nuestro innato sentido de la orientación cavamos hasta encontrar un cofre del tesoro muy especial: el cofre del pesar. ¡Vive Dios! Un cofre que lloraba. Decidimos ponerlo en el bauprés para evitar que cayera el agua de sus lágrimas en la bodega del balandro. ¡Craso error! Antes de que nos diésemos cuenta teníamos el barco inundado y nos íbamos a pique. No nos quedaba otra opción que coger nuestros tesoros y saltar por la borda (ya al nivel de la mar).

En mitad del mar nos abordó un tritón con una bengala para llevarnos hasta nuestro barco, pero temíamos perder el cofre del tesoro que tanto esfuerzo nos había costado saquear. Nos habíamos hundido cerca de un islote, por lo que no era descabellado llegar a nado (a pesar del cofre) hasta ahí. Ignoramos los cantos de sirena (jejeje) y nos plantamos en una pequeña porción de tierra con unas cuantas rocas, un par de palmeras y una fauna compuesta por tres pollos y dos cerdos felices. También había esqueletos violentos y con ganas de pelea. Una vez asentados en nuestro refugio/prisión, decidimos que TruGPF fuese a por un nuevo barco gracias al ser mitológico con complejo olímpico y yo me quedase en la isla custodiando el botín de esqueletos y otros piratas avariciosos.

Así pues, mi compañero pirata desapareció y yo me quedé como un náufrago en una isla desierta. Al menos tenía grog. Se estaba poniendo el sol cuando por el este vi acercarse viento en popa a un balandro de velas blancas. Me subí a una roca y empecé a hacerle señales luminosas con el farol para guiar a mi compañero hacia mi salvación. Cuando el barco estuvo cerca, tiró el ancla y se lanzó al mar para ayudar a llevar el botín que tan bien habíamos protegido del anterior naufragio.

Una vez en el balandro, decidimos vigilar constantemente el cofre del pesar y achicar el agua que fuera entrando por su llanto. Pusimos dirección al puerto para vender allí los tesoros que habíamos encontrado y brindar en la taberna por un trabajo bien hecho. Tess nos miraba sin mucho interés mientras nos rellenaba las jarras con el néctar de los dioses y se convertía, muy a su pesar, en la víctima colateral de nuestra batalla de vómitos. Sí, somos unos piratas un poco desagradecidos, pero qué le vamos a hacer, nos pierde el grog bien cargado.

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Álvaro Bohórquez
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Blogger adicto. Escucho podcasts. Exinfluencer. Acabé Periodismo, pero no he pagado el título. Hago cosas relacionadas con la mercadotecnia en un polígono.