Empresas en pandemia (Perú)
Hace mucho queríamos tener nuestra propia empresa, pero nos faltaba información (y coraje). Nos parecía engorroso y nos costaba dar el primer paso, en parte porque no teníamos referentes cercanos de cómo armar una empresa dedicada a la “industria del conocimiento”. Por eso, ahora que tenemos un año de haber fundado Chakakuna IMD, repasamos el viaje que hemos hecho para ayudarte a cruzar el puente con algo más de seguridad.
Lo primero es que nos hemos empeñado en hacer todo formalmente, o lo más formalmente posible. En economías como la peruana, hay unos grises in/formales difíciles de comprender. A diferencia de las personas que ven en el Estado un limitante, nosotras queremos resaltar un canal digital que nos ayudó muchísimo.
El programa Tu Empresa del Ministerio de la Producción nos acompañó a crear Chakakuna IMD. Luego de escribir directo al WhatsApp del programa, nos solicitaron lo siguiente:
- Tener decidido el nombre de la empresa. A nosotras nos tomo un poco de tiempo porque el nombre nos sirvió de excusa para alinear las expectativas que teníamos. Igual, ten en cuenta que el nombre de la empresa no tiene que ser el nombre comercial con el que te conocerá el mundo.
- Tener claro el objeto social de la empresa. El objeto social es la actividad a la que se dedicará la organización que estás creando. Nuestro consejo es que conviene que el objeto social sea “amplio” porque realmente no sabes a dónde te puede llevar la vida.
- Tener los datos de las personas que forman la empresa. Recomendamos aprovechar para conversar sobre las responsabilidades y la dedicación de las personas involucradas. Los primeros meses son duros (por los gastos, por ejemplo), así que es mejor tener claro quiénes van y en qué medida estarán.
Con esta información lista, la asesora del programa Tu Empresa nos envió un modelo de testimonio. Este documento es clave porque funciona como la partida de nacimiento de la empresa. El testimonio sirve para constituir la empresa. En este caso, “constituir” significa hacer que la empresa exista legalmente. Ese trámite se hace en una notaría y para ello la asesora nos dio una lista de notarías que tienen convenio con el Ministerio de la Producción para ofrecer precios rebajados a empresas nuevas como la nuestra. Nosotras elegimos una a la que tuvimos que recordarle aplicar el descuento.
Antes de ir a la notaría, hicimos lo siguiente:
- Evaluamos varias opciones en los bancos que operan en Perú y elegimos la Cuenta Negocios de Interbank, sobre todo porque en el momento de nuestra creación era la menos costosa. Hagan comparaciones con los otros bancos periódicamente, incluso después de haber creado la empresa.
- Depositamos el capital de la empresa en la cuenta bancaria. Este capital es el dinero con el que van a empezar a operar. Aconsejamos que sea una buena cantidad de dinero para que permita cubrir los varios costos iniciales de tener una empresa, por ejemplo: el libro contable o las copias literales.
- Activamos el registro tributario (RUC) de la empresa en la SUNAT, oficina del Estado que será nuestra compañera hasta el fin de los tiempos.
Con esto hecho, inciamos el trámite en la notaría. Otro consejo: ni bien se cumpla el tiempo de espera del trámite, escriban para preguntar. O incluso escriban un par de días antes para hacer seguimiento del proceso. Muchas veces nos quejamos de los tiempos del Estado, pero las empresas privadas no son muy diferentes en cuanto a cumplimiento de plazos. Nunca dejen el tiempo de su empresa en manos de los procesos de otra empresa.
Por fin, llego el momento más gratificante: ¡existimos legalmente!
El camino para constituir una empresa está lleno de retos que hemos enfrentado con una sana mezcla de audacia y responsabilidad. Luego, cuando la empresa opera hay muchos más retos por superar, pero también hay ayuda. Por ejemplo, sabemos que Tu Empresa también ofrece ayuda gratis para gestionar la empresa, planificar financieramente el negocio, y más, pero sobre eso escribiremos más adelante.
¡Tremendo viaje!
Este texto fue escrito por Tomás, y editado por Lucero y nicolás, tres mártires de la formalidad en latinoamérica y creadores de Chakakuna IMD.
