Síndrome del Impostor: Le pasa a los programadores
¿Has sentido que tu éxito no pertenece a ti? ¿Has pensado que tienes demasiada suerte programando? Entonces este artículo es para ti.
El síndrome del impostor fue detectado por dos psicólogas, Pauline R. Clance y Suzanne A. Imes, en 1978. Este síndrome define a una persona que está convencida de que sus logros no le pertenecen, lo cual tiene como consecuencia los siguientes síntomas y, al mismo tiempo, consecuencias:
- El perfeccionismo.
- El workaholismo.
- Miedo a ser juzgado.
- Minimizar los halagos recibidos.
- La creencia de ser incapaz de cumplir nuevos retos.
En 1993 Joe Langford y Pauline Rose Clance actualizaron el estudio mencionando que “esos sentimientos impostores son frecuentemente acompañados por la preocupación, la depresión y la ansiedad resultante de la presión de mantener la imagen exitosa y miedo de que uno estará expuesto como indigno e incompetente.”
También le pasa a los programadores
El síndrome del impostor puede afectar a cualquier persona de cualquier área de trabajo, pero también a los programadores. En este aspecto, existen distintos tipos de “impostores”, pues según las estadísticas del estudio, al menos el 70 % de las personas ha sentido los síntomas de este fenómeno psicológico.
¿Cómo afecta este síndrome a los programadores?
Los programadores pueden manifestar el síndrome del impostor y pueden identificarse porque:
- Procuran trabajar siempre solos. Nadie lo sabe todo, por eso es importante mantenerse aprendiendo de otras personas y confiando en los conocimientos que puedan transmitirte.
- Evitan exponerse a críticas sobre su trabajo. En la programación es completamente normal que haya errores en menor o mayor medida, por eso debemos tener en cuenta que las críticas constructivas estarán siempre presentes.
- Hacen horas extras innecesarias. Los programadores pueden caer en la rutina tóxica de esforzarse horas extras por resolver problemas que quizás puedan esperar. También pueden cometer el error de ser perfeccionistas de su propio código.
¿Y qué pasa con las programadoras?
Para las programadoras también existe este estigma, según el estudio sobre síndrome del impostor, las mujeres son más propensas a experimentarlo y con mayor intensidad. De hecho la investigación inicial se basó en una muestra de mujeres. También se encontró que los patrones sociales como exigir e imponer más normas estrictas a las mujeres ha causado esta reacción psicológica al crecer.
Cabe destacar que en 4Geeks Academy trabajamos de la mano de nuestros estudiantes para motivarlos en sus metas. Sean hombres o mujeres nos importa desarrollar en ellos la capacidad de creer en cada proyecto, pero más importante: de creer en ellos como profesionales del mundo de la programación.
Según un estudio de la plataforma Blind (2018), el 58 % de empleados en tecnología de algunas de las compañías más grandes del mundo presenta el Síndrome del Impostor. La base de datos del estudio tenía empleados de Microsoft, de Facebook, de Google, de Amazon, entre otros. Esto nos demuestra que donde menos lo imaginamos pueden existir estos síntomas.
Yo, programador, ¿cómo puedo afrontar el síndrome del impostor?
- Rodéate de otros profesionales y ten el valor de hacerles preguntas.
- Especialízate en un área de la programación para evitar abarcar demasiados temas.
- Repítete a ti mismo que no eres perfecto y que nadie lo es. Perdónate a ti y a los bugs.
- Inventa tu propio sistema de auto-recompensas para reconocer tus triunfos.
¡Recuerda! Tu trabajo es mejor de lo que piensas.
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