Cómo aplico las 4 virtudes cardinales de Platón para volver a mi centro todos los días
Muchos libros y autores han influenciado mi vida y mi forma de pensar. La selección de lo que leo es tan minuciosa que prácticamente casi todos los libros que leo tienen un impacto en mi vida.
Muchos libros me han influenciado, pero pocos son los libros y conceptos que realmente termino llevando a la práctica diaria. El concepto de “Las cuatro virtudes cardinales” que Platón expone en su libro “La República” son una de ellas, de esas pocas ideas que no solo han permanecido en mi cabeza sino que he estado aplicando durante años, más de diez años para ser exactos, ya que la primera vez que leí el libro fue con veinte años y al momento de escribir éste post tengo treinta y un años de edad.
Recurro y apelo al concepto de las cuatro virtudes cardinales en varias ocasiones todos los días: cuando me siento fuera de balance, ansioso, antes de meditar, antes de entrar a alguna reunión importante, antes de tomar alguna decisión de relevancia, entre otras circunstancias del vivir diario.
Estas 4 virtudes cardinales son tan importantes para mí que antes de meditar hago un proceso de contemplación de las mismas para volver a mi balance y aquietar mi mente antes de la meditación.
Click aquí para ver como aplico las 4 virtudes cardinales en mi meditación.
Sin querer extenderme demasiado en preámbulos, éstas son lo que llaman las 4 virtudes cardinales de Platón:
Prudencia
Valor (o fortaleza)
Templanza
Justicia
Siempre que me siento fuera de foco, medito unos segundos sobre cada una de estas deleitantes virtudes; y voilà, todo vuelve a su lugar, las cosas se vuelven claras y sé de que forma debo actuar.
En realidad Platón habla de tres virtudes básicas que caracterizan al hombre justo: la prudencia, el valor y la templanza, que cuando trabajan en conjunto, generan la justicia, que es lo que Platón sostiene es lo que deberíamos intentar lograr: convertirnos en personas justas.
Justas no solo con el resto de las personas sino con nosotros mismos.
Dicho de otro modo, la prudencia, el valor (o fortaleza) y la templanza generan a la justicia.
A mi me gusta verlo como tres puntos que determinan una circunferencia. Cada punto es una de esas tres virtudes, y la circunferencia representa a la justicia, que las engloba a todas, que las encierra, que las une y hace que un triángulo se transforme en un círculo redondo y perfecto.
También suelo relacionarlas a la cruz del sur, una de mis constelaciones favoritas. En noches estrelladas cuando observo la cruz del sur me hace recordar a las cuatro virtudes cardinales. Cardinales por que marcan los puntos cardinales, como la cruz del sur, que marca el sur.
Cuando comencé a escribir éste artículo pensaba explicar en que consiste cada una de las virtudes; la realidad es que no lo puedo hacer, por que no lo sé hacer. No sé cómo explicar que es cada uno de esos conceptos. Solo se aplicarlos y meditar sobre ellos, experimentarlos, pero no puedo explicárselos a nadie.
Si me piden que defina o explique que quiere decir le “Templanza” o la “Prudencia”, no sé que contestar. Solo sé que cuando medito sobre ellas, cuando las contemplo, algo dentro mío cambia, algo dentro mío hace un click.
En fín, acabo de revelar uno de mis secretos, uno de mis ases bajo la manga, ahora que lo saben, les recomiendo intentar aplicarlo, quizás para algunos el concepto no diga demasiado, quizás para otros sí, es solo cuestión de probarlo, los aliento al menos a intentarlo y ver si es para ustedes.
Pueden dejar sus comentarios sobre que opinan al respecto, si ya conocían el concepto, si no, si han leído a Platón, o lo que sea que quieran compartir : )
Si quieres profundizar más en el tema puedes escuchar el Podcast que hice sobre este mismo artículo:
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