La equidad de género comienza con la educación
Hablamos con educadores en y fuera de Puerto Rico sobre qué es la perspectiva de género y cómo ayuda a la sociedad.
Por: Camille Padilla Dalmau y Kuyaguaribo López Correa
Esto es un reportaje de periodismo de soluciones. El periodismo de soluciones es una práctica del periodismo en el que nos enfocamos en la respuesta a los problemas sociales. Suscríbete para recibir nuestro newsletter donde compartimos nuestros artículos con reflexiones adicionales.
El ciclo electoral de las Elecciones Generales 2020 en Puerto Rico ha dado paso a una conversación retante pero necesaria sobre la equidad de género. En particular, algunxs candidatxs han rechazado la educación con perspectiva de género.
En vez, usan la frase divisiva “ideología de género”, un término no-científico que invisibiliza las vivencias de la comunidad LGBTTIQA+ . Ante tanta desinformación, queremos discutir qué es la perspectiva de género y cómo ayuda a la sociedad.
Qué NO es la perspectiva de género
El término “ideología de género” ha sido popularizado en las últimas décadas por grupos fundamentalistas políticos que se incomodan cuando se amplía los derechos de las comunidades LGBTTIQA+.
Como explicó la investigadora de movimientos sociales antirracistas, feministas, cuir y descoloniales Aurora Santiago-Ortiz en una opinión publicada en El Vocero:
“No existe una agenda para convertir a las personas en Lbgtqia+, no es adoctrinamiento…La perspectiva de género busca la equidad en las relaciones entre los distintos géneros. Educa para ponerle alto al machismo, el discrimen, y la opresión hacia mujeres, personas no-binarias, y que se identifican como transgénero”.
Es importante resaltar que el binario de género, la idea que solo existe el hombre y mujer es resultado del colonialismo. Múltiples civilizaciones indígenas y pueblos originarios reconocen múltiples géneros.
Inequidad de género en Puerto Rico
Antes de entender la perspectiva de género, hay que entender por qué la necesitamos.
La violencia de género es una epidemia en Puerto Rico. Tenemos una tasa alta de feminicidios con 1 mujer asesinada cada semana, según un informe de Kilómetro 0 y Proyecto Matria sobre feminicidios en Puetro Rico entre el 2014 al 2018.
Uno de los hallazgos más importantes de este estudio es que las mujeres entre 25 a 34 años con bajo nivel educativo son casi 5 veces más probables de ser asesinadas que mujeres con estudios técnicos y universitarios.
Los feminicidios son resultado de una sociedad que no ofrece equidad salubrista, económica y social a las mujeres.
La perspectiva de género como herramienta para promover equidad
“La perspectiva de género nos da herramientas para poder comprender esas inequidades […] y trabajar por la equidad en todos los ámbitos, en el ámbito legal, educativo, deportivo, afectivo y en la salud”, dijo en una entrevista con 9 Millones Heriberto Ramírez, artivista (arte+activista) y educador que ha creado currículos sobre la perspectiva de género para la Coordinadora Paz para la Mujer y Taller Salud.
Ramírez organizó el 1er Coloquio sobre Hombres+ y Masculinidades y creó Espacio Tipos para cuestionar la masculinidad violenta o agresiva a través de paneles y foros. Durante la cuarentena, ha realizado múltiples charlas en Facebook que han recibido hasta más de 20,000 reproducciones. Además, ha sido invitado en otros espacios.
“Una persona que haya tenido algún acercamiento a lo que es perspectiva de género, no va a actuar desde una perspectiva estereotipada”, explicó Ramírez, quien ha sido testigo del impacto de currículos con perspectiva de género en adolescentes y adultos.
La perspectiva de género en la Universidad de Puerto Rico
El efecto de una educación con perspectiva de género es algo que Mabel Mayela Rodríguez Centeno observa durante sus clases.
“Yo lo veo todos los años en mis cursos de humanidades general: jóvenes varones que se me acercan a decirme “yo no me imaginaba que esto era así”, dijo la exdirectora del Programa de Estudios de la Mujer y el Género del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Rodríguez Centeno da de ejemplo el efecto de la incorporación del lenguaje inclusivo en el salón de clases.
“Por ahí empieza una sensibilidad, en les estudiantes, muy interesante cuando empiezan a darse cuenta de que el mundo es mucho más diverso que un hombre y una mujer: que hombres son muchísimos hombres distintos, que mujeres hay muchísimas mujeres distintas, pero que además hay un montón de subjetividades no binarias o que escapan a esa representación del mundo”, añadió la profesora.
La perspectiva de género en otros países
Islandia es un país nórdico con una población aproximada de 343,500 habitantes. Ha sido reconocido, por 11 años consecutivos, como el país con la brecha de género más baja del mundo, según el Global Gender Gap Report 2020 desarrollado por el Foro Económico Mundial.
Según un artículo del Foro, parte de este éxito se debe a que “las mujeres asumen el poder y crean alternativas a las “verdades” dominantes masculinas y hacen visibles las realidades invisibles de las mujeres, sobre todo las prácticas discriminatorias, incluidos el acoso y el abuso sexuales”.
Una de las maneras que hacen esta realidad visible es a través de un currículo con perspectiva de género mandatorio. En el artículo 23 del Acta de Equidad de Estatus y Derechos de Mujeres y Hombres, dice que en “todos los niveles educativos”, los alumnos deben recibir educación sobre la equidad de género.
“No tendremos igualdad de género en ninguna sociedad del mundo sin la participación activa de los sistemas educativos porque estos son parte del problema”, afirmó la islandesa Hanna Björg Vilhjálmsdóttir.
En una entrevista con 9 Millones, nos contó que ha luchado por implementar cursos sobre género en los currículos del sistema educativo de Islandia.
Una ley anterior para la enseñanza de equidad en las escuelas de Islandia se puso en vigor, para efectos prácticos, solo cuando en el 2007 Björg Vilhjálmsdóttir voluntariamente impartió cursos sobre género a un grupo de adolescentes entre las edades de 19 a 20 años
Actualmente, con la presión de grupos feministas y el apoyo de las uniones magisteriales, se proveen estos cursos a los adolescentes de 17 a 20 años en todas las escuelas del país.
La experiencia de Björg Vilhjálmsdóttir promoviendo esta educación le permitió darse cuenta que es fundamental, primeramente, capacitar al magisterio para dar cursos de género.
“Si tenemos leyes que promuevan la igualdad, pero no tenemos la forma de pensar con las personas, ellas no seguirán la ley. Tenemos un montón de leyes [sobre igualdad] en Islandia que rompemos todo el tiempo y nada ocurre”, explica Björg Vilhjálmsdóttir.
Más allá del sistema de educación
Similarmente, en Puerto Rico tenemos leyes que no se siguen. La Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54) de Puerto Rico aprobada en el 1989, tiene protecciones robustas para defender a las víctimas de la violencia de género. Sin embargo, no ha habido el adiestramiento o educación necesaria para implementarla apropiadamente.
El doctor en trabajo social Larry Emil Alicea Rodríguez dice que la educación tiene que trascender el salón de clase.
“Tiene que existir un trabajo a nivel de políticas sociales que atienda esto desde un aspecto estructural [de la sociedad] donde la educación es uno de los componentes clave, importantísimo en las escuelas, en las universidades, en los profesionales que trabajan con los casos, en los legisladores, en las legisladoras, en los jueces y juezas.”
Alicea Rodríguez argumenta que la apuesta por el sistema educativo debe estar acompañada por la implementación de políticas sociales que generen cambios profundos en la sociedad.
“Es un trabajo que tiene múltiples trincheras donde se tiene que ir a promover tanto educación como cambios en las dinámicas de las relaciones de género” explicó el presidente de la Región de América Latina y el Caribe de la Federación Internacional de Trabajo Social.
*Génesis González asistió en la creación de esta nota.
