LA SOLEDAD DEL ADOLESCENTE

Psicólogos en casa
5 min readMay 3, 2019

--

La soledad del adolescente. ¿En qué nos hace pensar? El adolescente se rodea de amigos, se busca a sí mismo a través del contacto con los iguales. Entonces… ¿cómo es que hablamos de la soledad del adolescente?

Suena paradójico, ¿verdad?

Entendemos la crisis de la adolescencia como un cambio en el que surgen conflictos internos. A los jóvenes, en esta etapa, se le plantean dos aspectos encontrados. Por una parte, el deseo de dominio. Y, por otra, el temor de no poder dominar con responsabilidad y sin un adulto que lo proteja. El joven siente el deseo de ser reconocido como un adulto, de ser mayor, de ser independiente. Pero, también tiene el temor a ser ridiculizado, descubierto ante su propia contradicción y dejado a su suerte.

Estos sentimientos encontrados provocarán en el adolescente cambios en su conducta y en su forma de interactuar con las personas y el entorno.

Su necesidad de dominar y conquistar lo que descubre fuera de la familia, le llevará a alejarse de ésta. A cuestionarla y retarla. Su principal preocupación será probar sus propias fuerzas. Y, ahí es donde pueden aparecer los primeros actos de rebeldía, cambios de humor, críticas, desvalorizaciones. Y, todo ello, lo empuja a la soledad del adolescente

¿Cómo se manifiesta la soledad del adolescente?

1.- “Nadie me entiende”

El adolescente lucha contra la dependencia infantil. Y, por ello, sentirá que sus padres son incapaces de comprenderle. Frases como “nadie me entiende”, son fáciles de escuchar en boca de los adolescentes. Esto es normal dentro de la anormalidad adolescente . Y se trata de uno de los ámbitos donde se refleja la soledad interna en la que se siente el joven en esta etapa de la vida.

Sin embargo, hay otros que se siguen sometiendo a la dependencia y mandatos de los adultos. Estos, se mostrarán pasivos. En espera de que sea el adulto el que decida por ellos, sin autonomía. Estos adolescentes son los más propensos a ser influenciados por personalidades fuertes (pareja, líderes de grupos, amigos).

Una advertencia con este perfil: Ojo con los adolescentes que no quieren crecer.

2.- “Me gusta ser original”

Mientras construye su identidad y visión del mundo, el adolescente está convencido de su originalidad. Los adolescentes desprecian lo que hace todo el mundo. Por eso, no quieren identificarse con lo habitual, con lo mayoritario. Prefieren destacar, ser únicos. Tanto como individuos, como también como parte de un grupo que representa una ideología o que se diferencia de los demás por su forma de vestir.

Se identificarán con los valores y tradiciones del grupo. Pero, esto les diferenciará del resto de grupos y personas. Buscan su espacio dónde se encuentran cómodos y se sienten únicos a través de su peinado, sus costumbres o su vestimenta. Incluso, su grafía y su firma se verán afectadas por esta búsqueda de su identidad.

Están ensayando su personalidad y buscando una identidad. ¡Dejemos que exploren!

3.- Aires de grandeza

El adolescente se cree “omnipotente”. Se sitúa ante las cosas convencido de que él puede hacer lo que quiera o con quien quiera porque “a él no le va a pasar nada”. Accidentes, embarazos no deseados y adicciones, son situaciones que se dan cuando el adolescente no entiende por qué ni para qué debe preservarse. Sin embargo, esto no es más que un disfraz debajo del que se oculta un ser inseguro que reclama a la vez libertad y protección. Por ello, los padres deben conocer a su hijo. Para decidir cuándo está preparado para ir asumiendo diferentes grados de libertad. Y, finalmente, optar por facilitársela. Las muestras de responsabilidad pueden ser las claves que se lo vayan indicando.

El adolescente incorpora todo lo positivo que se hace por él, aunque no lo manifieste en el momento. Por ello, el adulto puede dejar de “ayudarle” a comprender las leyes internas y externas. Sin embargo, el adulto ha de saber que es devaluado solo por el hecho de ser adulto. Y que, lo que le dice al adolescente, le ayuda y sostiene, aunque esto no se vea reflejado hasta unos años después.

4.-La apatía

Los adultos definen esta etapa como “la edad del pavo”. Porque, durante la adolescencia, son esperables las ensoñaciones, la inactividad y la apatía. Todas ellas, como resultado de un ir y venir a un mundo de fantasía.

Estos momentos se intercalan con conexiones con la realidad para actuar, crear e intercambiar. Por este motivo pueden estar tanto tirados en el sofá aislados del mundo real, con el móvil o la televisión. Como, al segundo, recibir una llamada de un amigo y pasar a estar activos y motivados.

Es durante la adolescencia cuando pueden empezar a sufrir problemas en el aprendizaje y en su ritmo de estudios. Siendo esta apatía y su mundo de fantasía, las principales causas de la disminución del rendimiento en alumnos ejemplares durante la etapa de educación primaria.

Por tanto, es conveniente una comunicación fluida con los educadores para encontrar, entre todos, puntos de apoyo. Y, desde la familia, es necesario facilitar al adolescente un contexto adecuado de diálogo y apoyo. Para, entre todos, ayudarle a organizarse en el espacio y el tiempo.

5.- La percepción del tiempo

El adolescente, aunque es consciente de la existencia de un tiempo cronológico, prefiere vivir bajo el influjo de otro tiempo íntimo. Un tiempo propio, en el que no hay apresuramientos: el tiempo de las ensoñaciones.

Su tiempo es subjetivo y místico. Y, a ojos del adulto, puede parecer que “pierde el tiempo”, lo que será una fuente continua de conflictos familiares.

Tal vez conecte con el tiempo real, como resultado de algún fracaso académico (“se le echó el tiempo encima y no lo vio venir”). Por mucho que los padres les hayan advertido, la experiencia que realmente deja huella es aquella que se vive en primera persona.

Poco a poco, el tiempo interno y el real irán coincidiendo. Y el adolescente terminará por asumir la responsabilidad de sus decisiones.

Ante todos estos aspectos, los padres deben estimular a sus hijos, reflexionar y encontrar espacios de desarrollo que les motiven y les permitan desarrollar su identidad.

Como psicóloga y coach, os animo a conocer cada día más a tu hijo adolescente. ¿Tienes dudas de cómo lograrlo? Te animo a solicitarme mi dosier especial “Mejorar tu relación con tu hijo adolescente. ¡Es posible!”. ¡No lo dudes, puedo ayudarte!

Laura Garcia

www.coachingconlaura.com

--

--

Psicólogos en casa

Acercamos la psicología a las personas, proporcionando apoyo psicológico en las casas a precio accesible #apoyopsicologicoencasa