Seis formas con las que las ciudades pueden apoyar a los bebés, los niños pequeños y sus cuidadores durante y después de la pandemia de COVID-19

Bernard van Leer Foundation
9 min readMay 28, 2020

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Este informe es parte de nuestra serie sobre las formas de limitar el impacto de la COVID-19 en los bebés, los niños pequeños y sus cuidadores. Iremos actualizándolos conforme aprendamos más colectivamente. Nos encantaría conocer sus ejemplos, sus ideas y sus comentarios: info@bvleerf.nl.

Cómo la COVID-19 puede afectar de por vida a los residentes más jóvenes de las ciudades

Los bebés y los niños pequeños son vulnerables. Requieren de amor y cuidados constantes para desarrollarse, junto con una buena atención en salud y una alimentación nutritiva. La ciencia demostró que los primeros años de vida son fundamentales para una salud, aprendizaje y felicidad de por vida. En muchas ciudades, las desigualdades existentes hacen que sea más difícil aún para algunos bebés y niños pequeños obtener los juegos, el amor, la alimentación o los cuidados de salud que necesitan.

La pandemia de COVID-19 amplificó muchas de estas desigualdades. La vida urbana está alterada y esto causa mucho estrés a las familias a la vez que reduce su acceso a los sistemas de prestaciones y apoyo. Por ejemplo:

· El acceso a muchas prestaciones esenciales de primera infancia, como clínicas prenatales, posparto y de bienestar, centros de atención primaria en salud y cuidados infantiles, se interrumpió (para más información al respecto, lea nuestro informe “Cinco formas de apoyar a los bebés, los niños pequeños y sus cuidadores con prestaciones sociales y de salud durante la pandemia de COVID-19”).

· Mucha gente dejó de percibir ingresos (lea nuestro informe Five ways COVID-19 economic recovery plans must invest in the next generation), lo que incrementa el riesgo de inseguridad alimentaria y malnutrición y conlleva un incremento de los niveles de ansiedad y estrés. Como todo el mundo, los cuidadores están experimentando más soledad y aislamiento ya que la vida pública pasó a internet o a interacciones a gritos desde balcones o ventanas. Los cuidadores que están teniendo dificultades para salir adelante tienen un acceso de lo más reducido a las redes de apoyo formal o informal con las que solían contar. Los índices de violencia doméstica se están disparando.

· El acceso al espacio público y a la naturaleza se restringió en numerosas ciudades, lo que tuvo un impacto en la salud mental de los cuidadores y en las oportunidades de juego en exterior, dos factores esenciales para el desarrollo saludable de los niños. En los casos en que se mantuvo el acceso al espacio público, el desafío para los cuidadores con niños pequeños es mantener la distancia física con los demás usuarios de las aceras y del transporte público.

Las familias más vulnerables suelen ser las que más impacto sufren, como las familias que viven en zonas urbanas fuertemente contaminadas, las que viven en asentamientos informales, las familias de migrantes, como los que buscan asilo y los refugiados, las familias sin techo, las mujeres y niños con riesgo de violencia doméstica, y aquellas que se enfrentan a discriminación relacionada con etnia, género, orientación sexual, discapacidad o edad.

La COVID-19 también nos muestra los elementos de una ciudad más adaptada a los niños y a todos

Pese a todo lo negativo que tiene, la pandemia de COVID-19 también nos está dejando entrever cómo se ve una ciudad adaptada a los bebés (y a todos).

· Caminar e ir en bicicleta, dos de los mejores modos de transporte para familias con niños pequeños a nuestro criterio, está siendo cada vez más popular porque se perciben como las mejores formas de conservar la distancia social manteniéndose activo. En respuesta, algunas ciudades de Nueva Zelanda pasando por América del Norte hasta Europa están emulando a Bogotá en cuanto a aceras y carriles de bicicleta de rápida expansión.

· Cayeron los niveles de contaminación del aire, ruido, congestión vehicular y accidentes de tránsito, que afectan a los bebés, los niños pequeños y sus cuidadores de especial manera.

· La gente está dándose cuenta de lo mucho que valora tener acceso a servicios locales y a la naturaleza, lo que reviste especial importancia para los residentes urbanos que viven con niños pequeños.

· Las redes de ayuda mutua están floreciendo y las comunidades están tratando de brindar nuevas formas de apoyo a sus miembros vulnerables, recordándonos cómo debería ser una sociedad saludable.

¿Qué pueden hacer las ciudades?

Las familias pueden hacer mucho para proteger a sus niños pequeños de los peligros (derivados del confinamiento u otras situaciones generadoras de estrés) con sólo amarlos y jugar con ellos. Pero para que esto sea posible, las propias familias necesitan el apoyo de sus comunidades, lugares de trabajo y gobiernos. Para ello no hace falta necesariamente nuevas soluciones: muchas veces, sólo se trata de tomar en cuenta las necesidades de los bebés, los niños pequeños y los adultos que los rodean de forma más sistemática en las intervenciones que ya existen.

A continuación, detallamos seis formas con las que las ciudades pueden apoyar a las familias durante y después de la COVID-19.

1. Asegurar que todos los servicios urbanos y bienes públicos esenciales (saneamiento, espacio público, naturaleza, transporte) estén dirigidos a las familias vulnerables con bebés y niños pequeños.

· Extender el acceso público al saneamiento para las familias: este es un problema mayor en los asentamientos informales. Kigali levantó instalaciones sanitarias temporales (baños, duchas, agua limpia y jabón) cerca de donde viven las familias vulnerables. Algunos podrán convertirse en solución permanente y ampliarse a otros espacios públicos.

· Mejorar la proximidad de los servicios esenciales y suministros para las familias: Garantizar que las familias tengan acceso a productos alimentarios y para bebés a no más de quince minutos de caminata. Cuando sea necesario, se puede ampliar la capacidad de entrega a casa (como lo hizo China). Apoyar financieramente las tiendas locales de ser necesario y permitirles usar los parqueaderos para que los clientes formen filas distanciadas. Distribuir comida entre las familias que se enfrentan a escasez. En Dharavi (Mumbai), las ONG locales y las organizaciones de la comunidad están utilizando sus redes para localizar y ayudar a las familias más necesitadas.

· Recuperar el espacio dedicado a los autos para mantener el acceso a los espacios públicos: Utilizar los parqueaderos y carriles de autos para agrandar las aceras, como en Nueva Zelanda. Ampliar los carriles para bicicletas, como en Bogotá y París. Peatonalizar las calles para que los cuidadores lleven a sus bebés y niños pequeños fuera para jugar o abrir los patios de las escuelas como parques infantiles para las familias con niños pequeños. Tirana está regulando quién y cuándo se puede utilizar los espacios públicos para garantizar el acceso a los más vulnerables.

· Adaptar el transporte público: Cambiar los protocolos para proteger a los choferes de bus y otros trabajadores contra toda infección. Reducir al máximo la capacidad de los trenes y buses para permitir la distanciación. Como en Sídney, automatizar cuanto sea posible (puertas, pagos, subidas) para reducir la necesidad de tocar las cosas. Incrementar la frecuencia de limpieza de los vehículos y de las paradas.

2. Construir la resiliencia urbana para el próximo desastre.

La COVID-19 parece tener peor impacto en las ciudades con problemas de contaminación del aire, mientras que las comunidades con fuertes redes demostraron que pueden salir adelante mejor. Teniendo esto en mente, las respuestas a esta pandemia también deben buscar prepararnos para los futuros desafíos, incluyendo posibles nuevas olas del virus:

· Limpiar el aire en los lugares en que las familias pasan más tiempo: La contaminación del aire afecta de especial manera a los bebés, los niños pequeños y las mujeres embarazadas. Explorar formas de mantenerla lo más bajo posible cuando se levanten las restricciones de circulación, por ejemplo a través de medidas de mitigación del tráfico, incentivando del trabajo en casa, haciendo que el transporte público sea más limpio y más seguro o promoviendo la movilidad activa, como lo está haciendo Milán.

· Fortalecer la resiliencia de la comunidad: Construir la capacidad de las redes comunitarias existentes para difundir información y ofrecer prestaciones a las familias. Conectar a los padres localmente a través de WhatsApp o redes sociales para compartir ideas y apoyarse unos a otros.

· Aprender a partir de los datos cómo la crisis afectó a los bebés, los niños pequeños y sus cuidadores: Combinar datos y empatía es siempre esencial para tomar decisiones informadas que pueden apoyar a las familias más vulnerables. La crisis de la COVID-19 está generando datos en abundancia que pueden contribuir a brindar información sobre perspectivas empáticas, el impacto de las restricciones al cuidado infantil en los patrones de movilidad y el uso del espacio público, como los parques, cuando se suspenda el confinamiento.

3. Aumentar el apoyo a la salud mental de los cuidadores.

Garantizar que todas las líneas telefónicas de ayuda están operativas y extender las prestaciones existentes para permitir el acceso por internet. Fomentar los grupos de apoyo entre pares y activar las redes de protección y bienestar social para ayudar a los cuidadores a tener acceso a alimentación y soporte económico. Pensar específicamente en las necesidades de los cuidadores que trabajan en servicios esenciales: ¿qué necesitan para que la ciudad siga funcionando?

4. Proteger a las mujeres y los niños de la violencia doméstica.

Los confinamientos supusieron un disparo de la violencia doméstica contra las mujeres y los niños: en Francia, se reporta un incremento del 30% y 20%, respectivamente, con casos “urgentes” de hasta un 60% más. En respuesta, Francia estableció centros de apoyo a las víctimas. Dar refugio en habitaciones de hoteles es otra opción.

Fortalecer los sistemas de alerta dando oportunidades de reportar abusos en los servicios que siguen funcionando, como los supermercados y las farmacias. Permitir a las víctimas reportar abusos de forma discreta por SMS o mensaje de internet cuando no pueden escaparse en caso de confinamiento con el perpetrador. Mantener líneas de atención telefónicas y comunicar el problema a los canales oficiales.

5. Asegurar que las familias con niños pequeños sigan teniendo acceso a prestaciones como cuidados infantiles, atención en salud, alimentación y aprendizaje precoz.

Muchas opciones de cuidados infantiles ya no están disponibles, aunque algunos gobiernos están garantizando que los trabajadores esenciales sigan teniendo acceso a cuidados infantiles. Algunos estados de Estados Unidos están incluso pagando los cuidados infantiles de los trabajadores esenciales. París ofreció la gratuidad en los cuidados infantiles para padres que trabajan en negocios alimentarios.

Muchas organizaciones están ayudando a los padres a tener acceso a recursos de aprendizaje precoz en línea. En Nueva Zelanda, el gobierno lanzó una programación televisiva destinada a los primeros años de vida para llegar a las familias que no tienen acceso a internet.

6. Brindar prestaciones parentales digital o remotamente cuando sea posible.

La facilitación digital de prestaciones suele ser posible (como la telemedicina o el entrenamiento parental en línea). Las prestaciones parentales están pasando a la internet en el mundo entero: Digitaf de Tel Aviv comparte información relacionada con la COVID-19, por ejemplo, mientras que la fundación Queen Rania de Jordania está adaptando su programa de educación parental para difusión a través de WhatsApp. Para más ejemplos, lea nuestro informe Five ways health and social services can support babies, toddlers and the people who care for them through the COVID-19 pandemic.

Recursos adicionales

As the Impact of Coronavirus Grow, Micromobility Fills in the Gaps https://www.itdp.org/2020/03/24/as-the-impacts-of-coronavirus-grow-micromobility-fills-in-the-gaps/
Una buena explicación de la micromovilidad, que se está generalizando rápidamente a causa de la COVID-19.

COVID-19: Transportation Response Centre https://nacto.org/program/covid19/
Una plataforma mundial de soluciones de transporte para el COVID-19.

Temporary Mobility Changes for the COVID-19 Transition Period in Tirana
https://bernardvanleer.org/app/uploads/2020/05/Designing-mobility-for-the-COVID-19-transition-period-in-Tirana.pdf
Directivas para la respuesta a la COVID-19 en el diseño de transporte en Tirana.

COVID-19 Research by The Centric Lab
https://www.thecentriclab.com/covid-19-research
Investigación científica sobre el impacto en la salud urbana de la COVID-19 con un fuerte enfoque de igualdad.

Managing Public Space in the New Normal
https://gehlpeople.com/blog/managing-public-space-in-the-new-normal/
Un estudio sobre el uso del espacio público en el epicentro norteamericano de la COVID-19, la ciudad de Nueva York

Early Action to manage Covid-19 in Bogotá
https://www.c40knowledgehub.org/s/article/Accion-temprana-para-controlar-el-COVID-19-en-Bogota?language=en_US
Case study by C40 on Bogotá’s response to Covid-19, including the expansion of cycling infrastructure in Spanish.

Bogotá Expands Bike Lanes to Curb Coronavirus Spread
https://www.smartcitiesworld.net/news/news/bogota-expands-bike-lanes-overnight-to-curb-coronavirus-spread-5127
Un repaso a las medidas de ampliación de los carriles de bicicleta en Bogotá, la primera ciudad en adaptar el espacio público a la distanciación social.

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