Sexto reporte. El COVID-19 a escala intra-municipal: el peso de las desigualdades socio-territoriales, los riesgos ambientales y la situación sanitaria en los barrios populares

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Introducción

¿Qué ha venido sucediendo con la pandemia en la Región Sanitaria VI de la Provincia de Buenos Aires? Hace ya cinco meses comenzamos a producir estos reportes con esta pregunta en mente. Los cinco informes previos fueron mostrando diversas aristas y momentos en el proceso de expansión de la pandemia. El presente reporte, cuyos datos incorporan los casos confirmados hasta el día 22/08, es el primero que presenta materiales geolocalizados del devenir de la Región, permitiendo una mayor complejidad respecto de las unidades de análisis. En primer término se desarrollará la dinámica temporal, para luego a posteriori abordar unidades espaciales con diverso nivel de abstracción: un nivel de agregación supra municipal, el nivel municipal y un nivel intra municipal, con diversos referentes empíricos.

Los hallazgos de este trabajo son múltiples, el primero de ellos es que pudimos reconocer tres momentos diferenciados; el primero contiene los primeros casos; el segundo incluye el empinamiento de la curva; y el tercero muestra una curva relativamente amesetada de los casos confirmados que no parece haber finalizado para el 22/08, fecha en la que terminan los registros empíricos en los que se basa este trabajo. No obstante, durante este último momento lo que sí se ha constatado, y se desarrollará en el reporte, es una pérdida relativa de relevancia de la RMBA en relación a los casos del país en su conjunto.

Asimismo, el reporte actual, complejiza la idea -correcta, aunque parcial- de la expansión del virus desde el centro hacia las periferias. La complejiza, en primer lugar, porque la dualidad entre la primera y la segunda corona ya resulta una categorización poco sensible para comprender la zona intermedia; los municipios de Quilmes y de Almirante Brown emergen con particularidades poco asimilables a cada una de estas coronas; y, en segundo lugar, porque las características etarias de los fallecidos de los municipios más lejanos poseen particularidades que tienen que ser tomadas en consideración de forma especial.

Finalmente, este reporte muestra hallazgos inéditos, éstos remiten a una segunda dinámica centro-periferia que evidencia la desigualdad intra-municipal de los casos confirmados; aquí se perciben las cabeceras de partido y localidades consolidadas de la Región Sanitaria relativamente sanas y periferias intra-municipales fuertemente alcanzadas por el virus; estas periferias son los espacios en los que se ubican los barrios populares; tales barrios se sitúan en suelos degradados y contienen altas tasas de hacinamiento crítico y, tal como lo muestra la cartografía que presentamos, son los que condensan las mayores proporciones de casos confirmados de COVID-19.

La dinámica temporal: la Región Sanitaria VI en contexto

Para el momento en que escribimos este reporte parecería que las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretadas el 20 de marzo de 2020 han dejado de tener relevancia, sin embargo, para el 22 de agosto, fecha en la cual finalizan los registros que usamos para este reporte, las restricciones a la circulación -incluso algo flexibilizadas- eran fundamentales.

¿Qué supusieron estas medias? Ellas ralentizaron el crecimiento de los casos y, por ello, fueron centrales para evitar el ascenso exponencial de los contagios; la progresiva flexibilización de este aislamiento acaecida en la RMBA se interrumpió cuando el día 26 de junio de 2020 se decidió volver a estrechar la circulación, retornando a la fase más restrictiva del aislamiento. El fundamento de esta medida se debió a la preocupación por el desborde sanitario en semanas epidemiológicamente complejas (según los boletines epidemiológicos, la última semana de junio y las dos primeras de julio constituyen, históricamente, el momento de mayor cuello de botella para el sistema sanitario debido al aumento anual de contagios por enfermedades respiratorias de origen infeccioso).

En este apartado analizaremos la evolución de los casos confirmados de COVID-19 en el país en su conjunto, en la Región Metropolitana de Buenos Aires y en la Región Sanitaria VI. Con estos datos se espera conocer la dinámica en los diversos niveles e indagar posibles periodizaciones.

El gráfico 1 muestra la evolución de los casos confirmados a nivel nacional, en la RMBA y en la Región Sanitaria VI. A partir del análisis exhaustivo de la Región Sanitaria VI proponemos una periodización que comprende tres momentos diferenciados.

El primero de ellos se extiende desde el primer caso hasta el día 16/05, el segundo se extiende hasta el 25/07 y el tercer momento, tal vez, se encuentre finalizando, para las fechas en las cuales se cierran los datos del presente reporte: el día 22/08 (esto será chequeado en el próximo reporte para tener más certezas de los datos).

Adentrémonos, brevemente, en las características de cada uno de estos momentos en el espacio bajo análisis. Con una media de 16,6 casos diarios, el primer momento se caracteriza por el comienzo de los contagios marcado por una primacía de los casos importados, donde aún no se constata transmisión comunitaria. El segundo período remite a un fuerte ascenso de la curva; es durante este momento que la media asciende a 525,8 casos diarios. Dentro de este período el COVID-19 se extiende con vehemencia hacia las periferias, momento en el que se evidencia una primera dinámica centro-periferia a partir de la cual la enfermedad ingresa dentro de los barrios populares y se generaliza con rapidez el contagio (este aspecto lo denominaremos segunda dinámica centro-periferia y se trabajará en profundidad en el tercer apartado de este reporte).

Finalmente, el tercer período expresa un amesetamiento en cifras muy altas de contagios confirmados; durante este momento la media diaria asciende a 1527,4 casos.

La retracción a un ASPO más estricto durante el final del segundo período, en un momento de significativo aumento en la cantidad de casos, emerge como un elemento de peso para comprender el notorio aminoramiento del ascenso de los casos confirmados en un segmento de la curva, aunque esta conclusión no debe llevar a inferencias simples. En primera medida, dicho aplanamiento se produce bajo cifras significativamente altas mostrando picos levemente mayores a medida que transcurre el tiempo y, en segundo lugar, existe un atraso en la recepción de los resultados de los testeos (entonces una gran cantidad de casos aún están consignados como sospechosos y por ello no se contabilizan en la base). Sea como fuere, el crecimiento de la cantidad de casos confirmados es más que significativo y el incremento de la cantidad de fallecidos es muy relevante[1]; es durante este período que el sistema de salud presenta tensiones en algunos de sus efectores con altas tasas de ocupación en las Unidades de Terapia Intensiva que tienden a relajarse recién para finales de agosto (ver reporte 5).

Gráfico 1. Distribución temporal de los casos: Periodización e hitos. Región Sanitaria VI, RMBA y Total País. Fuentes: Elaboración propia en base a COVID-19. Casos Registrados en la República Argentina, datos abiertos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud (Período 12/05/2020–22/08/2020, día de actualización 22/09).

¿La periodización presentada es adecuada para pensar los otros niveles? ¿Las curvas que representan los casos confirmados a nivel nacional y para la RMBA contienen similares tendencias? Una primera mirada parecería confirmar la similitud general en torno a las tendencias en los diversos niveles. Sin embargo, por la magnitud, el empinamiento de las curvas se vuelve mucho más visible a medida que subimos de nivel socio-espacial. A su vez, el tercer período contiene algunos rasgos particulares que diferencian nuestra Región de las otras; mientras la Región VI muestra un achatamiento, tal como fue mencionado anteriormente, en la RMBA y en el país en su conjunto la curva parece seguir subiendo, aunque de manera zigzagueante. Todo indica que habrá que esperar a tener nuevos datos para poder conocer con mayor nivel de certeza las características de este tercer período evidenciado.

Otro aspecto a considerar es la relevancia de la RMBA en relación al total de casos del país. El gráfico 2 muestra la proporción que asumen los casos en la Región Metropolitana respecto de la totalidad de los casos a nivel nacional. Allí se pueden observar algunas divergencias internas: un primer momento en el cual los casos confirmados tienen una gran relevancia en la RMBA (mientras predominan los casos importados), preponderancia que se aminora de la mano de la transformación del tipo de contagios. A posteriori de este descenso, durante el segundo momento asciende significativamente la relevancia de la RMBA: su densidad poblacional se impone frente a un virus altamente contagioso; tal suba, no obstante posee dos momentos internos, a saber: uno de mayor elevación y otro con una suba moderada, este segundo tiempo dentro de este período comienza a finales del mes de junio. Finalmente, desde comienzos del mes de agosto parecería emerger una nueva tendencia en la que primero se ameseta y luego decrece la relevancia de la RMBA; en los reportes siguientes habrá que chequear -con nuevos datos- la consistencia de esta afirmación.

Gráfico 2. Distribución temporal de los casos confirmados. Proporción RMBA y Total País. Fuentes: Elaboración propia en base a COVID-19. Casos Registrados en la República Argentina, datos abiertos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud (Período 12/05/2020–22/08/2020, día de actualización 22/09)

Espacialidades. Primera dinámica centro-periferia

En este apartado analizaremos los casos confirmados de COVID-19 en dos escalas de análisis: la municipal y la que refiere a las coronas y/o diversos niveles de distancia con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La primera supone la división jurisdiccional y es la que emerge de los datos que proveen las instituciones de salud, la segunda responde a un nivel de agregación que brinda otro espacio de inteligibilidad respecto de los datos intermunicipales.

Los casos confirmados se distribuyen departamentalmente de la siguiente forma: Quilmes tiene la cifra absoluta más alta con 15314 casos confirmados, le sigue Lomas de Zamora con 11294, luego Almirante Brown con 10468, Lanús con 10468 y Avellaneda con 9626 casos confirmados. En un rango más bajo se suman Florencio Varela con 7298 casos, Berazategui con 5910, Esteban Echeverría con 5696 y, finalmente, Ezeiza con 2562 casos confirmados.

La dinámica centro-periférica se muestra adecuada a la hora de comprender los datos. Avellaneda, Lomas de Zamora y Lanús evidencian las cifras altas, aunque Quilmes y Almirante Brown también tienen cifras altísimas. En términos relativos es Avellaneda el municipio con más casos confirmados, aunque Quilmes y Lanús también adquieren primacía y denotan señales preocupantes con casi 1150 contagiados por cada 100 mil habitantes. Es así como sólo Lomas de Zamora tiene, dentro de este conjunto de municipios, datos algo inferiores.

Entre los municipios más lejanos Almirante Brown posee los datos absolutos más altos, seguido por Florencio Varela, Berazategui y Esteban Echeverría. Cabe decir que a pesar de su exorbitante cifra absoluta, en términos relativos Brown evidencia una cercanía con los demás partidos de este cordón; el distrito con menor incidencia es Ezeiza. El municipio de Ezeiza merece una atención especial, pues en los comienzos de este proceso había mostrado una serie de casos ligados al trabajo en el aeropuerto cuyos contagios lograron controlarse.

Tabla 1. Casos confirmados, fallecimientos, población distrital y tasas de letalidad y mortalidad por departamento. Fuentes: Elaboración propia en base a COVID-19. Casos Registrados en la República Argentina, datos abiertos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud. Proyecciones de población realizadas por el Programa de Análisis Demográfico (INDEC) disponibles en https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-24-119. (Período 12/05/2020–22/08/2020, día de actualización 22/08).

Con algunas salvedades –vinculadas con los departamentos de Almirante Brown y Quilmes, que no componen la primera corona- los casos confirmados y las tasas poblacionales y espaciales muestran una posible segmentación entre coronas. Mientras la primera expresa, salvo excepciones, mayores cifras tanto absolutas como relativas en todas sus modalidades, la segunda corona de departamentos muestra en términos generales, cifras menores.

La dinámica centro-periferia también se puede observar en los datos acerca de los fallecimientos. En este punto Quilmes aparece con el número absoluto más alto, aunque acorde a la población las cifras más altas las tienen los departamentos de Avellaneda y Lanús. Por su parte, Almirante Brown alcanza una cifra absoluta de fallecimientos muy alta pero no así es tan alta su tasa de mortalidad; mientras que las cifras de Lomas de Zamora son algo más bajas y también lo es su tasa de mortalidad.

Berazategui, Florencio Varela y Esteban Echeverría tienen cifras absolutas y relativas a su población, menores; Ezeiza, finalmente, sobredimensiona esta divergencia con cifras absolutas y relativas mucho menores aún.

En resumen, se puede decir que si bien existen diferencias significativas entre municipios que exceden la dinámica centro periferia, habría elementos que posibilitarían pensar en un eje de lectura que los asocia. Este, no obstante, no se liga –como si se observaba en los anteriores reportes- a la diferencia polar entre cordones, sino que expresa tres niveles disímiles: la primera corona, la segunda corona cercana (Almirante Brown y Quilmes) y la segunda corona lejana (Berazategui, Florencio Varela, Esteban Echeverría y Ezeiza).

La tabla 2 es muy elocuente al respecto: con cifras poblacionales que dividen a este conjunto de municipios casi en tercios, el primer cordón y el segundo cordón cercano tienen mayores tasas de incidencia y de letalidad, pero sobre todo una tasa mucho más alta de mortalidad, mientras que los municipios del segundo cordón revelan menos casos confirmados y una mortalidad 20 puntos menor[2].

Tabla 2. Casos confirmados, fallecimientos, población y tasas de letalidad y mortalidad cada 100.000 habitantes, por nivel de cercanía a la ciudad. Fuentes: Elaboración propia en base a COVID-19. Casos Registrados en la República Argentina, datos abiertos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud. Proyecciones de población realizadas por el Programa de Análisis Demográfico (INDEC) disponibles en https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-24-119. (Período 12/05/2020–20/08/2020, día de actualización 22/09).

Ya se mencionó que las espacialidades condensan entramados sociales disímiles. Los municipios de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora e, incluso, Quilmes y Almirante Brown que, a pesar de no ser limítrofes con la ciudad, contienen los núcleos habitacionales más consolidados. Estos desarrollaron un poblamiento más temprano, poseen mayor densidad poblacional y presentan una infraestructura más robusta. A su vez, estos tienen, no sólo una mayor cercanía física con la CABA sino una cotidianeidad de movilidad que los relaciona de forma más estrecha.

Sin embargo, no todos los hallazgos dejan en una situación relativa mejor a los municipios más lejanos. A la hora de leer los datos es importante una revisita a la distribución etaria de los habitantes. Los municipios del primer cordón e incluso del segundo cordón cercano, han asentado su población tiempo atrás y desde hace varias décadas no han tenido procesos significativos de crecimiento demográfico -lo que los diferencia fuertemente del resto de los municipios de la segunda corona-. Este asentamiento poblacional temprano tiene su correlato en la pirámide demográfica.

¿Es relevante tomar nota de las distribuciones jurisdiccionalmente desiguales en torno al peso demográfico de los adultos mayores? Sociedades con pirámides etarias divergentes tienen riesgos distintos en torno a la pandemia que estamos analizando. Esta relectura de los datos muestra algunas facetas que matizan y brindan nuevas coloraciones a los datos presentados previamente. Ingresemos en ellos: en principio, los municipios que componen la primera corona tienen un porcentaje más elevado de población con edades avanzadas, superando en los tres casos el 10% de la población, en el otro polo Esteban Echeverría, Ezeiza y Florencio Varela tienen 7% o menos de su población de 65 años o más. La diversidad demográfica de los municipios es expresiva de los riesgos diferenciales. Esta heterogeneidad demográfica tiene correlato, por un lado, como ya se dijo, en menores tasas de mortalidad, sin embargo, también expresa una población fallecida mucho más joven. Es especialmente llamativo que, como se puede ver en la tabla 1, el 41,82% de los fallecidos de Ezeiza, el 46,76% de Esteban Echeverría y el 48,11% de Florencio Varela sean menores de 65 años.

Segunda dinámica centro-periferia

La jurisdicción departamental, como se ha visto, posibilita conocer algunos aspectos que permiten una aproximación al desarrollo de la pandemia. No obstante, el proceso no planificado de urbanización metropolitano trajo consigo relevantes divergencias entre los aspectos físicos-materiales y las estructuras demográficas que quedan oscurecidas bajo el nivel de agregación municipal. Cada municipio, por el contrario, si se desagrega en unidades de menor nivel, presenta un complejo caleidoscopio. Estas unidades son los radios censales.

El radio censal comprende un segmento espacial de aproximadamente 300 viviendas y constituye el menor nivel de agregación de este tipo de datos. Si bien su fundamento es de orden práctico (la asignación de la carga de trabajo a los censistas), mediante la geolocalización y la reagregación logramos la comprensión de dinámicas estructurales de territorios sociales determinados.

En términos generales, el núcleo de las urbanizaciones en los municipios de la Región se produjo siguiendo la traza ferroviaria, tal como se puede ver en el mapa 1, específicamente en torno a las estaciones de tren. Este núcleo histórico de las urbanizaciones del sur del conurbano bonaerense se caracteriza por tener mayores niveles de planificación y de infraestructura. A su vez, suelen ser los territorios cercanos a las estaciones los que poseen un precio del suelo urbano más alto (junto con las urbanizaciones cerradas), habilitando procesos de gentrificación. Habitan estos territorios las fracciones más antiguas de los municipios y los sectores de poder adquisitivo medio y alto que acceden a propiedades con mayor valor de mercado.

Con esta evidencia presentamos una cartografía de dos mapas. El Mapa 1 geolocaliza el porcentaje de adultos de 65 años y más según radio censal, la red ferroviaria y las cabeceras de partido. En este mapa podemos ubicar los espacios sociales en los cuales se configuran las urbanizaciones tradicionales consolidadas ligadas a la red ferroviaria.

Revisemos la red ferroviaria que contiene la “columna” de la urbanización en la Región; resulta clarificador notar la co-presencia de una mayor proporción de adultos mayores por radio censal en todas las zonas de las estaciones y, en general, en todas las cercanías a la red ferroviaria. A su vez, de la mano de esta red, se constituyeron las cabeceras de partido; éstas no sólo contienen las instituciones de administración municipal, sino también las zonas de emplazamiento comercial, las instituciones bancarias, las urbanizaciones más sólidas y las instituciones de servicios de salud mejor abastecidas y de mayor complejidad. Cabe reconocer, asimismo, la sobrerrepresentación de personas de 65 años o más en los municipios más cercanos a la Ciudad de Buenos Aires, franja etaria que va disminuyendo paulatinamente a medida que nos vamos acercando a los municipios del segundo cordón y sus zonas más periféricas.

Mapa 1. Porcentaje de personas de 65 años o más según radio censal. Red ferroviaria metropolitana y cabeceras de partido. Región Sanitaria VI. Fuentes: Elaboración propia a partir de datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC) y el Instituto Geográfico Nacional.

En claro contrapunto con la zonificación anterior, en las periferias de los municipios, a la vera de los arroyos, se evidencian los porcentajes más altos de hacinamiento crítico de toda la Región (ver mapa 2). Se trata de áreas inundables con suelos degradados ambientalmente -por ello de bajo valor económico en el mercado-, con entramados habitacionales de infraestructuras deficientes, que surgen de ocupaciones de tierras vacantes ante el déficit de políticas habitacionales planificadas. En dichas zonas, como se puede ver en el mapa 2, predominan los barrios populares, formas de construcción del espacio urbano protagonizadas por adultos jóvenes provenientes de las clases populares, con mayor proporción de niñas y niños a cargo. En términos relativos, el segundo cordón posee una mayor extensión de este tipo de asentamientos urbanos y aún tiene una activa dinámica de crecimiento demográfico acorde a esta modalidad de construcción de hábitat popular. En el momento de fundación estos barrios se caracterizan por condiciones infraestructurales deficitarias, con proporciones de adultos mayores bajas (ver mapa 1), mientras que, a medida que transcurre el tiempo, y con divergencias en torno de cada caso, las poblaciones van creciendo y la infraestructura barrial se extiende.

Como se ha mencionado previamente, en estos asentamientos los contagios se produjeron con mayor velocidad y afectaron a una parte importante de la población. Recordemos que uno de los casos con mayor resonancia mediática tuvo que ver con Villa Azul, un barrio popular ubicado en el límite entre Avellaneda y Quilmes.

En conversaciones con una referente del área de salud que participó del operativo para contener los contagios, pudimos repasar los desafíos y dificultades que se le presentaron a la gestión estatal al momento de atender la crisis sanitaria en estas urbanizaciones informales. En primer lugar, el dispositivo DetectAr[3] se vio desbordado ante las demandas que obligaron a extenderlo, con la emergencia de diversas protestas que incluyeron cortes de calles. Durante esos días se constituyó un Comité Operativo de Emergencia integrado por las áreas municipales de Salud, Seguridad y Desarrollo Social, con asistencia del gobierno provincial, y fue este comité quien resolvió el aislamiento social comunitario bajo la custodia de la Policía Bonaerense.

De acuerdo con la entrevistada, el balance de este caso deja una serie de reflexiones referidas a la drasticidad de la medida; las exigencias de recursos materiales y humanos para sostener los 15 días de aislamiento estricto; las dificultades para asegurar contactos con los enfermos leves derivados a centros extra-hospitalarios; el surgimiento de situaciones imprevistas que reclamaban la concurrencia de otros organismos públicos (banca pública, correo, ministerio de trabajo, entre otros). Con todo ello, para la referente, si bien los resultados en términos de reducir sensiblemente la circulación del virus deben ser ponderados positivamente, los costos organizativos y la demanda de recursos hizo muy difícil su sostenimiento y ello explica por qué esta experiencia no se ha replicado en otros barrios que atravesaron situaciones de alta circulación del virus.

En nuestro cuarto reporte ya dijimos que, ante tal escenario, el cierre represivo del entramado barrial supuso una situación límite que en términos prácticos alcanzó el objetivo de limitar la expansión del virus. No obstante, retomando las palabras de Pinedo y Segura (2020), sostenemos que “la remisión a la estrategia represiva constituye una decisión política indeseable, que demarca su adecuación reproduciendo de manera ampliada una ecología urbana con desigualdades naturalizadas”.

Dejando momentáneamente la cuestión alarmante de los barrios populares -que retomaremos a posteriori-, es preciso reconocer que los municipios de la segunda corona evidencian cortes en la mancha urbana que merecen ser atendidos. Berazategui, Florencio Varela, pero sobre todo Ezeiza y Esteban Echeverría tienen un segmento territorial extenso que constituye la bisagra entre lo urbano y lo rural: lo periurbano. Este territorio se encuentra en proceso de disputa con los grandes consorcios inmobiliarios para la promoción de urbanizaciones cerradas para estratos sociales de alto nivel adquisitivo. Ahora, ¿los datos referidos a la densidad poblacional a escala municipal, serán un indicador de lo que sucede en estos espacios o impedirán identificar desigualdades de relevancia bajo una media que eclipsa diferencias intra municipales? Entendemos que, tal como se puede evidenciar en el mapa 2, la respuesta más adecuada es la segunda: los promedios son poco sensibles a las distribuciones con extremos marcados y no describen adecuadamente estas realidades. Una estructura demográfica compleja, dinámica y en tensión aparece oscurecida tras la cifra unitaria de los municipios.

Ahora, ¿reconocer diferencias entre el espacio urbano consolidado, los barrios periféricos con altas tasas de hacinamiento y el espacio periurbano es relevante para entender la propagación del Sars CoV-2? El mapa 2 presenta el mayor hallazgo del equipo de trabajo. Este mapa expone con gran claridad la magnitud diferencial de los casos confirmados en las zonificaciones mencionadas.

Mapa 2. Mapa de calor de casos confirmados de COVID-19. Geolocalización de barrios populares y hacinamiento crítico por radios censales. Fuentes: Elaboración propia a partir de datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC), de la base correspondiente a la Provincia de Buenos Aires. Ministerio de Salud. Dirección de Información en Salud, UAIS, 2020. “Casos Confirmados de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires” Partidos de la Región Sanitaria VI» Julio de 2020. (21 de julio de 2020) y el Instituto Geográfico Nacional.

El mapa muestra que las cifras de casos confirmados de COVID-19 que se presentan bajo agregación municipal esconden situaciones polarmente disímiles. Cabeceras con una cantidad confirmada de casos baja a pesar de su mayor densidad poblacional, y periferias altamente afectadas por los contagiados. La desigualdad de condiciones de vida, de degradación ambiental, de infraestructura general y accesibilidad reducida a servicios de salud de calidad y complejidad adecuada, muestran una yuxtaposición cabal con la magnitud del contagio pandémico. La crisis sanitaria, socioambiental y habitacional se intersectan fuertemente.

Las áreas rojas denotan la cercanía espacial de una gran cantidad de puntos de contagio. Las zonas territorialmente degradadas, con altos niveles de hacinamiento, frecuentemente cercanas a los arroyos -cuyas dinámicas hidrográficas responden a su vez a las problemáticas de las cuencas del río Matanza-Riachuelo y el río de La Plata-, adquieren una enorme centralidad. El mapa muestra con claridad la intersección entre barrios populares y hacinamiento crítico. A su vez, la zona noroeste de Lanús y Lomas de Zamora, en las cercanías al río Matanza-Riachuelo y la zona lindante con los arroyos Las Piedras y San Francisco, se ve tomada en el mapa por una tonalidad violácea oscura que se produce por la combinación del color rojo que representa la mancha de la mayor proporción de casos confirmados, con la coloración azul oscura que da cuenta de la mayor proporción de hogares con hacinamiento crítico.

Detengámonos en estos espacios residuales de la urbanización. Ya mencionamos los que se sitúan al noroeste de los partidos de Lanús y Lomas de Zamora en un espacio socioambiental complejo, a la vera del Riachuelo; pero también se puede mencionar la manera en que se ve alcanzada, por ejemplo, la zona de Villa Inflamable, una localidad lindante al Polo Petroquímico de Dock Sud hacia el este de Avellaneda, conocida por los problemas históricos de riesgo ambiental que afectan la salud de la población. En términos generales, se destaca el enorme espacio residual que se emplaza entre los dos ramales de la red ferroviaria, espacio en el que se encuentran los límites de los municipios primero de Lanús y Avellaneda y luego de Lomas de Zamora, Almirante Brown y Quilmes, para finalmente ingresar en el interior de Florencio Varela. Ese ámbito, emplazado entre los arroyos San Francisco y Las Piedras, una zona a la que clásicamente se la reconoce por las ocupaciones de tierras, por los basurales y las inundaciones, en el contexto actual se erige como espacio de propagación y densificación de la infección por COVID-19.

Con todo, es preciso señalar que estos territorios marginalizados no son similares entre sí. Muchos de ellos han sido ocupados varias décadas atrás y -aunque con demorados procesos zigzagueantes- fueron logrando tener una infraestructura básica, mientras que los entramados habitacionales populares más nuevos aún tienen infraestructuras básicas tremendamente deficitarias.

Desde el equipo construimos un índice de situación sanitaria que mide las condiciones de las instalaciones de agua y de cloacas. La tabla 3 muestra que existe una fuerte disparidad respecto de las situaciones sanitarias de los barrios populares en la región.

Tabla 3. Barrios populares según índice sanitario por municipio absolutos y porcentajes. Fuente: Elaboración propia con datos de la base RENABAP 2018.

El primer hallazgo encontrado es que ninguno de todos los barrios populares tiene una situación adecuada: todos carecen de agua corriente y servicio público de red de cloacas. Ahora, dentro de situaciones y/ o condiciones que van de regulares a muy deficitarias se puede ver que algunas de estas divergencias se condicen con la primera dinámica centro-periferia, pues es evidente que los municipios del primer cordón poseen las menores tasas de situaciones sanitarias muy deficitarias. Así, las peores condiciones se encuentran en municipios del segundo cordón; entre ellos es Almirante Brown el que expresa mayor cantidad de barrios en situación sanitaria muy grave. Con índices menos críticos, pero aún muy preocupantes, encontramos a Esteban Echeverría y a Florencio Varela. Llamativamente, aunque sin ánimo de brindar asociaciones apresuradas, debemos recordar que son estos tres municipios los que tienen medianas de edad más jóvenes respecto de los fallecimientos por COVID-19.

El déficit sanitario en los barrios populares ha sido un problema postergado por el Estado durante décadas. Hoy, en el contexto de la pandemia, junto al hacinamiento crítico, es una variable que exige un análisis pormenorizado para comprender el desarrollo de los contagios y la letalidad del virus en un territorio de por sí heterogéneo.

Palabras finales

Llegados a esta instancia, la novedad para el presente reporte es que hemos podido acceder a información de mayor calidad con un menor nivel de agregación, gracias a la articulación con las áreas de información estadística de la zona analizada.

En ese sentido, una de las primeras conclusiones que podemos esbozar es que si bien el corte por municipios nos posibilita entender aspectos centrales vinculados con la evolución de la pandemia y la segmentación por cercanía-lejanía a la Ciudad de Buenos Aires, la desagregación por radios censales desarma estos recortes y evidencia una dinámica centro-periferia contrastante. Ya no es el centro que irradia el COVID-19, el cual, a su vez se expande por coronas, sino que la irradiación produce efectos enormemente diferenciados según las condiciones de vida, de infraestructura, habitabilidad y exposición a los riesgos ambientales. Es por ello que la resonancia del virus no decrece a medida que nos alejamos del centro -lo que podría haber sido una conclusión apresurada-, sino que se magnifica en los espacios marginalizados de distintos barrios populares, evidenciando cabeceras relativamente libres del virus y periferias fuertemente afectadas por los contagios al interior de cada municipio.

Lo antedicho nos permite reflexionar sobre las modalidades de intervención planteadas como políticas de atención y seguimiento de la pandemia en los barrios populares; pues, a pesar de la pérdida relativa del peso de la RMBA en relación a los casos del país en su conjunto, son estos últimos los mayormente afectados por las condiciones socio-territoriales deficitarias, la injusta distribución de los riesgos ambientales y la situación sanitaria en general.

La experiencia indica que han existido modalidades que supusieron enormes recursos estatales, en cierta medida coerción y tensión en la población (tal como se dejó ver en el abordaje de Villa Azul, caso analizado en profundidad en reportes anteriores y revisitado en este). En lo sucesivo consideramos que el diseño de las políticas debería poder prescindir de estrategias represivas límite, al tiempo que orientarse fuertemente a contrarrestar las brechas socio-espaciales y ambientales bajo principios de cuidado y bienestar para la población en las diversas etapas del proceso de intervención.

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Bibliografía

Boletín oficial de la República Argentina. Decreto de Necesidad y Urgencia (297/2020), Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio.

INDEC. Glosario, disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Institucional-Indec-Glosario

Programa de Análisis Demográfico (INDEC) disponibles en https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-24-119

Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires (2020) Boletín Epidemiológico de la Provincia de Buenos Aires, semanas 25, 26 y 27.

Segura, R y Pinedo, J. (2020) “Distanciamiento social y desacoples urbanos. La Tecla. Disponible en: https://lateclaenerevista.com/distanciamiento-social-y-desacoples-urbanos-por-ramiro-segura-y-jeronimo-pinedo.

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Fuentes

Los datos son elaboración propia del equipo y fueron construidos en base a:

República Argentina. Ministerio de Salud. COVID-19. Casos Registrados en la República Argentina, datos abiertos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud (Período 12/05/2020–22/08/2020, día de actualización 22/09).

Provincia de Buenos Aires. Ministerio de Salud. Dirección de Información en Salud, UAIS, 2020. “Casos Confirmados de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires” Partidos de la Región Sanitaria VI» Julio de 2020. (21 de julio de 2020) y el Instituto Geográfico Nacional.

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El equipo de trabajo está compuesto por María Maneiro, Soledad Fernández Bouzo, Santiago Nardin, Ariel Farías, Hernán Olivera, Juan Pablo Borda y Diego Pacheco. El asesoramiento experto está a cargo de Sebastián Sustas, Manuel Riveiro y Rocío Rivero.

[1]La cifra de fallecidos ha sido un tema de polémica puesto que las modalidades de registro de las muertes son engorrosas y en un momento crítico del sistema de salud se evidenciaron importantes atrasos. Estos últimos hacen que se deban tomarse con precaución las cifras que se presentan. Con el objeto de disminuir este sesgo trabajamos con datos acerca de procesos sucedidos con un mes de antelación.

[2] Una vez más se debe recordar el retraso en el registro y la información de los fallecidos que puede estar signando los datos.

[3] Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio Argentino.

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Covid-19 en la Región Sanitaria VI

María Maneiro, Soledad F. Bouzo, Santiago Nardin, Ariel Farías, Hernán Olivera, Juan Pablo Borda, Sebastián Sustas, Rocío Rivero, Manuel Riveiro y Diego Pacheco