Slender Man: un mito de Internet que invade nuestra realidad.

Daniel Basilio
5 min readOct 20, 2020

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El arte y la técnica, han ayudado a evocar aquello que las culturas consideran fundamental para sus espíritus: las ideas, héroes y dioses, son difundidos a través de la música, los libros, las pinturas y la televisión; el arte es una puerta al misticismo y a los deseos del hombre de ampliar su conocimiento de mundo. Una vez que un elemento es introducido en la cultura, aunque sea imaginario, ya pertenece a lo natural cotidiano y su intangibilidad se pone en duda. Internet, como nube metafísica de la información, ha generado desde sus propias entrañas, un mito inherente a su propia lógica: Slenderman, un hombre construido colectivamente que hace presencia en ese umbral entre-mundos que forman la red y los espacios físicos; la información ya no va solamente desde lo físico a lo virtual, sino que en este caso es al revés. Estamos hablando entonces, de un mismo mundo, una leyenda urbana nacida en la Web.

Surgido en el foro Something Awful en 2009, en un concurso de fotografía cuya temática era la realidad invadida por lo sobrenatural, Slenderman se vuelve el primer mito colectivo construido en la web. Se trata de un meme: fenómeno cultural propiciado por Internet y los medios masivos de comunicación de masas, que al viralizarse, entiende su ancho de influencia para formar parte del imaginario social. El meme, es de algún modo, una extensión tecnológica de los rituales mágicos paganos: el arte de evocar a seres mágicos a través de la danza, objetos o metáforas era tan consciente como la sugestión, mediante relatos de diverso tipo, que hace que Slenderman pase de la virtualidad a la carne, y camine entre los transeúntes. Hablamos entonces, de una realidad alternativa, ficticia en un principio, que comienza a volverse real a partir de su mundanidad urbana.

¿Quién o qué es Slenderman? Aquellos que dicen haberlo visto, coinciden en que se trata de una persona inusualmente larga, con brazos que se extienden más allá de los límites físicos humanos, de traje formal, como si se tratase de un hombre de negocios, y cuyo rostro carece de una fisonomía identificable. En algunas versiones, suele tener tentáculos en la espalda, que lo ayudan en sus tareas de secuestro. Al igual que Freddy Krueger, quien se mueve entre los sueños y lo cotidiano, Slender-Man sale de la red para filtrarse en la realidad concreta. Su poder reside en la multiplicación de su evocación en foros, en su utilización como avatar- que le da cierto carácter de imagen sagrada- y en la compilación de relatos que van desde la realidad concreta de las ciudades y pueblos, a Internet. El material sobre su existencia es distribuido a través de redes sociales, diferentes expresiones artísticas- sobretodo todo, videos y fotos- y organizaciones secretas que expanden su influencia, ya sea alertado sobre su presencia u alimentado su mito para darle mayor poder.

El Mito: una construcción colectiva.

Como todas las leyendas o personajes mitológicos suelen identificar a quienes los crean, Slenderman no posee un rostro porque sus iniciadores tampoco lo tienen: permanecen como descubridores anónimos que dieron vida a un fenómeno que los excede y trasciende su propia idea: ¿Es el concurso del foro lo que lo propició? ¿La primer serie de fotografías? ¿Las historias posteriores que se suscitan a partir de allí? De carácter anónimo, como los poemas de Gilgamesh de la mitología sumeria, y el Libro de los Muertos de los Egipcios, Slenderman no es compilado tablas en arcilla o tiras de papiro, sino en videos, relatos y fotografías. De este modo, y al no haber una versión oficial o única sobre el personaje, se mantiene una cierta relación con las culturas orales en las que se traspasaban los mitos: aunque los mitos griegos hayan sido reunidos, entre otros, por Homero- de quien por otro lado, se duda de que fuera una sola persona, sino en realidad un colectivo-, las múltiples versiones de héroes y dioses, con sus influencias de sistemas mitológicos interiores, lo hacen un patrimonio puramente colectivo. Internet, junto a cierta democratización de la tecnología, ha hecho proliferar nuevamente la distribución libre de historias; las viejas ya conocidas, y algunas que surgen desde su mismo núcleo.

Actualmente, los superhéroes o íconos pop de la cinematografía y video-juegos, no solamente cuentan con sus versiones oficiales restrictivas en cuanto a derecho de autor, sino también con relatos de comunidades volcadas al fan-art, mushups, montajes y producciones independientes que van más allá de la industria. .

Biografía de una leyenda Urbanno-tecnológica

Slenderman, según dicen, ya vivía en el 1600, y ha pasado, de ser un Caballero, a pertenecer a la realeza. En la Modernidad, fue protagonista de algunas serigrafías y registros fotográficos que ya lo mostraban como un ente desconocido: su primer objetivo fueron los soldados de guerra-hacía aparición principalmente en Rusia, Inglaterra y Alemania- para después centrarse definitivamente en ciudadanos comunes y corrientes. Es relacionado también, con una serie de cuadros y leyendas que van desde el Antiguo Egipto, a los cuentos de hadas medievales. Al igual que su rostro inidentificable, es imposible situarlo históricamente: ha nacido en la red hace unos años, pero su historia se construye continuamente a través de su hallazgo en huellas del pasado. Generalmente, procede a través del acoso perceptivo: aparición en lugares rutinarios, pero también en pesadillas y alucinaciones. Eventualmente, sus víctimas terminan en un bosque donde son asesinadas. Otra de las versiones, asegura que es una especie de Tulpa: la creación de un ente, generado mentalmente a voluntad por monjes tibetanos- y que toma forma física; en este caso, la conciencia de centenares cibernautas han hecho que el Hombre Alto trascienda la red.

Su mitología incluye también otra serie de personajes y organizaciones: The Collective, o los Proxies, son grupos de humanos controlados y entidades que operan para Slenderman, esparciendo su simbología y relatos que lo evocan.

Seguramente, faltará poco para que Hollywood pose sus ojos sobre él, pero mientras tanto, sigue perteneciendo al imaginario colectivo. Como las bestias de H.P. Lovecraft, Slenderman ha estado dormido en la red, esperando a despertarse para alimentar el terror. Su poder se multiplica con cada aparición; luego de que esta nota sea publicada, alguien más sabrá que existe, y al mencionar su nombre, habremos contribuido a su causa.

*Publicado originalmente en “Acceso Global” (2014)

Referencias:

http://theslenderman.wikia.com/

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