Batman y Superman vs el mundo

忍田電昇
15 min readMar 26, 2016

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Batman (Burton, 1989)

Batman v Superman: Dawn of Justice no es un pedazo de mierda. Es la mierda entera. Doble. Con muesli, crema batida, chochitos, trozos de durazno en almíbar y Nutella.

Cuando terminé de verla, sólo imaginé a Zack Snyder bien pedo, con sus amigos, leyendo a los Top Critics de Rotten Tomatoes, diciendo:

—¿Ven? ¿VEN? She los dijeeeee… *¡hic!* ¡SE LOS DIJE A ESOS PINSHES PUTOSH PENDEJOSH DE WARNER! ¡LES DIJE *¡hic!*QUE IBA A ESTAR DE LA VERGA! ¡SE LOS DIJEEEEE!

—Ya, Zack, mi amor, cálmate.

—¡SUÉLTAME! *estrella la botella de Bacardí en la pared

Antes de entrar a ver la película… no… desde que anunciaron la película y que Zack Snyder la iba a dirigir, la odié y me quejé en Twitter. Porque no soy fan de las películas de Snyder y sabía que el atascado hijo de la chingada iba a querer adaptar –mal y de la verga– The Dark Knight Returns (Miller, 1986), mi historieta favorita. Pero cuando BvS terminó, sólo pensé en que el pobre Snyder debió haber hecho muchos corajes con los directivos de Warner, quienes, de seguro, fueron los que tomaron todas las decisiones que provocaron que Batman v Superman: Dawn of Justice sea una de las peores idioteces en las que el ser humano ha invertido su tiempo, tanto en hacerla como en verla.

Y después de ver comentarios en redes sociales de gente que dice que sí le gustó, tuve que reflexionar seriamente sobre ese fenómeno. “Debe tener una explicación científica”, pensé. Y sí, sí la tiene, creo, y trataré de explicarlo aquí; pero antes de eso, vayamos a lo importante.

Yo creo que como 55% de las personas que llenaron la sala de cine, vestían algo que parcialmente los hacía estar disfrazados de Batman o Superman; máscaras, capas… cosas inusuales, pues. En ese sector, yo creo que sí había como diez o doce personas completamente disfrazadas. Luego, como 20% de la gente llevaba una playera con un logotipo de los superhéroes de la película, como de Wonder Woman, Batman o Superman. Los demás, íbamos normales, de civiles. Y cuando comenzó la proyección y dieron el avance de Captain America: Civil War, media sala empezó a abuchear y a chiflar. Fenómeno extraño que analizaremos, quizá, después de la reseña. Sigamos.

No sé cuánto dura la película, como… ¿dos horas y media? ¿Una semana? No sé, pero sé que al menos durante las primeras dos horas, fue una agonía para mí. No me había sentido tan confundido desde mis clases de Química en la preparatoria. De verdad, fue genuinamente angustiante no saber qué chingada madre estaba pasando en la pantalla. Ni en las escenas de acción ni en la trama. No tenía ni puta idea. Porque el formato de la película es más o menos así: tiene como cuatro líneas argumentales que se supone que se unen en el clímax de la película; una es que Superman quiere que Batman deje de echar su cotorreo y Batman quiere que Superman deje de echar su cotorreo (Línea A); la otra es que Lex Luthor quiere que Superman deje de echar su cotorreo (Línea B); la otra es que Lex Luthor quiere que otros Metahumanos dejen de echar su cotorreo (Línea C); y la otra es que Batman tiene como que… broncas (Línea D). Entonces, durante las primeras dos horas, vemos esto:

Escena de Línea A →Línea C →Línea B →Línea A otra vez →Línea C →LíneaB →Línea B →Línea D →Línea A →Línea D →Línea B →Línea C →Línea C →Línea D →Línea A →Línea F → Línea… un momento, ¿línea F? Ajá. Línea F, que son escenas de películas que todavía ni hacen… →Línea D →Línea A…

Hasta antes de la pelea entre Batman y Superman, todo parece un tráiler gigante, donde ninguno de los cortes tiene relación entre sí de manera consecutiva y, de pronto, la dirección de la película decide que ya es hora de dejar de hablar y meterle putaxos. “¿Cómo llegamos a este punto? ¿Por qué se quieren pelear estos superhéroes? ¿Qué pedo con el barco ése… y la nave…? La señora ésa, la senadora… la jarrita con agua… ¿qué… rayos? No le entendí…” ¡No importa! Y empiezan los madrazos.

Cada escena, por supuesto, tiene un tono solemne y dramático, así, bien acá, con Superman viendo hacia el atardecer con cara de cuánto sufro; Bruce Wayne leyendo Wikipedia con cara de Charlie Sheen viendo sus análisis; escenas con Lois Lane corriendo de aquí para allá, de oficina en oficina, de país en país, cubriendo la nota (¿cuál nota? ¡quién sabe! Pero ahí andaba en chinga); y Lex Luthor… oh… Lex Luthor se cuece aparte.

Lex Luthor fue hecho –en esta película– para que él tuviera esas citas, esas “quotes”, que los fans van a recitar por el resto de su vida y cuyas frases van a poner en sus bios de Twitter y de Instagram. Como que para eso lo crearon, pero como que los guionistas se metieron a proverbia.net y sacaron frases al azar, las escribieron en papelitos, los revolvieron y en cada escena de Lex Luthor, al final, el actor Jesse Eisenberg tenía que sacar un papelito y decir la que le saliera. Entonces en todas las escenas donde algún personaje hablaba con Lex Luthor, los diálogos parecían como conversaciones de Cleverbot: no se entendía ni un carajo, y Luthor remataba con una frase tipo Toño Esquinca. Una cosa horripilante, pero debido a que no se entiende, “¡no, qué cabrón, cuánta razón! Voy a tuitear lo que dijo Lex Luthor, a huevo, pichi Lex, personajazo, villanazo”. ¿Eh?

Y todo lo confuso empeora con esas escenas de la Línea F, que es donde aparecen otros superhéroes, o salen los sueños de Batman… ¿sueños? ¿Sí eran sueños, esos donde sale Batman como en Iraq matando soldados con trajes de ansióptero? En serio que no entendí. O sea, sí, sí entendí lo del futuro y Flash y bla bla bla bla, pero toda esa manera revuelta y atropellada de contar una historia hace que Batman v Superman sea como una canción de Fernando Delgadillo: sí, sabemos que está en español, sí, entendemos que es una canción de amor, sí, conocemos el significado de cada palabra, pero, ya juntando todo, es una pinche pendejada incomprensible y, no sólo eso, sino desesperante, angustiante… esta película es de esas pocas experiencias que uno tiene en la vida donde las manecillas del reloj empiezan a retroceder y cada minuto que pasa es una nueva oportunidad para preferir estar muerto a continuar con la tortura.

Si al salir del cine hicieran un examen pidiendo explicar la película y reprobarlo se castigara con la muerte, en la Tierra sólo quedarían vivos los mamadores que se pusieron a leer la sinopsis en wikipedia antes de ver la película. De otra manera, no veo cómo un ser humano mediánamente inteligente pueda comprender este desastroso collage de videoclips con diálogos y actuaciones insípidas y ridículas.

Antes de que se me olvide, quiero acotar que las apariciones de Flash, Cyborg y Aquaman parecen, técnicamente, sketches de Saturday Night Live.

¿Qué pasa después? Después del calvario, vienen los putaxos, como nos lo ha enseñado la biblia. Por supuesto, odié la pelea entre Batman y Superman. Pero ése es pedo mío. La verdad es que era obvio que iban a calcar la pelea de Batman contra Superman de The Dark Knight Returns, pero mal. TDKR es una historieta que le he recomendado a personas a quienes les gusta leer mucho, libros de cualquier género; porque me parece que cada texto de cada viñeta de esa historieta tiene razón de estar ahí y junto con los dibujos da una sensación de movimiento. Siempre me impresionó que al leerla, podía escuchar hasta los tonos de voz de los personajes en mi cabeza; no hay diálogo que esté de más, o que sea un cliché; incluso los diálogos graciosos, como los de Carrie Kelley, por ejemplo, o los de Oliver Queen, son maravillosos. Y a lo largo de casi 200 páginas se construye una belleza argumental que justifica a la perfección que, en el cuarto libro intitulado The Dark Knight Falls, Superman y Batman se rompan su madre. Ninguna película de dos horas habría logrado capturar la esencia de la historieta (por esa razón evité ver la adaptación animada y siempre he recomendado que, antes de verla, lean la historieta, porque si no nada más se van a spoilear y se van a perder de un gran momento en sus vidas al leer TDKR). Yo pensaba que la idea de Christopher Nolan –quien me caga, por cierto–, era construir el camino para que la siguiente trilogía de Batman fuera, precisamente TDKR, pero cuando se estrenó The Dark Knight Rises y vi que sí se había muerto Harvey Dent –personaje muy importante en TDKR– mi esperanza se desvaneció. Para que esa pelea, entre Batman y Superman, tenga el significado que tiene en TDKR, es necesario contar la historia completa. Si nada más los ponen a pelear que porque Superman no quiere que Batman siga haciendo justicia por su propia mano y Batman no quiere que Superman siga destruyendo edificios… bueno, pues tenemos, con Batman v Superman: Dawn of Justice, la pelea de Batman contra Superman, robada de The Dark Knight Returns, versión pornográfica producida por Bang Bros. y estelarizada por Alexis Texas. Es simplemente una vulgaridad, que hasta tiene toques de Mi pobre angelito, con Batman escondiendo una lanza de kriptonita en el sótano de un edificio porque, “de seguro con tanto putazo vamos a llegar hasta allá abajo y ahí aprovecho y me lo chingo”. Es una reverenda nacada.

Y después de tantos rompecortes con Lex Luthor pronunciando palabras al azar como si fuera el chomskybot, y sin juzgar los motivos de cómo y por qué estuvimos tanto tiempo sentados a lo pendejo frente a una pantalla gigante donde se proyectaba esta peculiar anomalía cinematográfica, llegamos al momento cumbre: Batman, Superman y la Mujer Maravilla, contra Doomsday. ¿Pero qué no el momento cumbre era cuCÁLLATE, INSECTO!

Doomsday, este decerebrado monstruo kriptoniano que mató de a mentis a Superman allá por 1992, en esta película es creado por generación espontánea, clonación y un toque del espíritu santo, con caprichos del Deus ex machina y, ante el asombro e incredulidad de los espectadores que ya llevábamos hora y media hasta la madre, bum, sale de un capullo este wey, para ponerle 30 minutitos más de chingadazos a la película. Y en esta pelea hay de todo: Batman echándose a correr pues porque de pendejo se quedaba ahí, sin gadgets; la Mujer Maravilla rifándose y aguantando vara, y Superman dejando que su sentido común fuera relevado por su enamoramiento.

—Oye, Batman, wey, ¿ves donde nos estábamos dando en la madre? Ahí se quedó la lanza de kriptonita, ¿te acuerdas? No seas culero, tú que ahorita andas desocupadón, ver por ella para que la Mujer Maravilla se la encaje a este compadre y ganemos. Ya ves que yo no la puedo agarrar, porque pues… ya sabes, me hace daño y... ándale, ve, no seas puto, ándale.

Bueno. Y cuando pensábamos que todo había terminado… vienen escenas largas, largas, final Carrie y la amenaza de que va a haber una película de Los Súper Amigos.

FIN

Cuando terminó la película, la gente aplaudió, como cuando aterriza el avión que lleva a varias familias que van de vacaciones a Acapulco por primera vez. Y yo no sabía qué hacer. Volteé completamente para ver si entre los rostros de quienes aplaudían podía detectar el sarcasmo. Pero no. Hasta lágrimas vi. Me salí de la sala y pensé: “vaya mierda”.

Yo creo que en más de una ocasión, durante la película, tuve la boca abierta. Simplemente no podía creer la pobreza narrativa y de edición de este adefesio. Ni siquiera me sentía insultado o estafado… estaba presenciando algo inusual, no sé… como si estuviera viendo a un unicornio borracho y mentándole la madre al gobierno.

Tengo que decir algo importante: no me aburrió. No estoy seguro si volvería a ver esta película, pero BvS no me aburrió. Ver a un unicornio borracho y mentándole la madre al gobierno es algo que te quedas viendo hasta el final y tiene toda tu atención. Y eso me pasó con BvS. Me desagradó, me confundió, me irritó, me hizo reír sin que ésa fuera su intención (pero no tantas veces como me hubiera gustado), pero en ningún momento consideré salirme de la sala, como me pasó con la basura de Deadpool.

¿Recomiendo ver Batman v Superman: Dawn of Justice? Por supuesto que sí. Si pueden verla gratis, qué mejor, pero es un espectáculo único que no deben perderse. No hay descripción que pueda transmitir los sentimientos de atestiguar en carne propia cómo un grupo de personas fue capaz de hacer algo tan rococó y absurdo como esto y que se publicite como una película. No se lo pueden perder, de verdad. Tengo la firme creencia de que se va a convertir un clásico de autocinema, como Plan 9 From Outerspace o La risa en vacaciones.

Para concluir mi reseña, tengo que decir que hay muchas tomas, muchos encuadres y muchas escenas, técnicamente impecables, como la de la pelea de Batman contra Superman y todos contra Doomsday. Las escenas de Batman peleando contra delincuentes o soldados están muy bonitas. Debo decir que la pelea de todos contra Doomsday es, quizá, mi escena favorita entre las escenas de peleas de películas de superhéroes –no creo que hasta la fecha alguna escena de peleas de películas de Marvel me haya emocionado tanto como ésta-. Y la escena de Batman contra Superman está cotorra y divertida. Y ya.

P.D. Me disgustó muchísimo que quemaran de esa manera tan vulgar y puerca la viñeta de “I believe you” extraída de The Dark Knight Returns. En la historieta es un momento increíble y en la película acaba con un chiste pedorro. Hijos de su puta madre.

A continuación expongo dos preguntas y propongo una hipótesis para cada una.

¿COMO FUE POSIBLE QUE ALGUIEN AUTORIZARA ESTA MIERDA?

Dinero. No hace falta decir que esta película va a generar millones de dólares. Yo creo que ahorita el estudio ya recuperó la inversión. Mi hipótesis, después de ver la película y que explica por qué mi simpatía por Snyder después del desastre, es que Zack Snyder pensaba hacer La muerte de Superman y, quizá, The Dark Knight Returns. No estoy tan seguro de la segunda, pero la primera, no me queda duda. Y se me hace que ya iba adelantadito en la producción. Conozco muy bien las viñetas de La muerte de Superman, y esa escena de la pelea contra Doomsday tiene muchos encuadres similares a la historieta. Y para como iba la cosa, yo creo que Snyder tenía encaminada esta película para que fuera la continuación de Man of Steel y que gradualmente fueran formando el universo fílmico de DC. Me imagino que pasó algo como esto:

WARNER: Qué transita por tus venas, mi Zack. Mi Zackarías White… ¡ahhhhhh, sí, nooooo! No te creas. Oye, mi chingón, ¿cómo vas con lo de las películas de superhéroes? Nos están comiendo el mandado los putos de Disney, ¿eh? Hay que hacer algo chingón ya, ¿eh?

SNYDER: Sí, señor Warner, ahí la llevamos. Mire, ahorita estoy haciendo La muerte de Superman, queremos echar a andar la nueva de Batman, ahí, con Ben Affleck, también ya va la de la Mujer Maravilla y la de Aquaman. La de Flash, pus, esa no la vamos a hacer, porque pus ya está la serie de televisión y con eso la libramos… igual y hasta nos echamos la de los Gemelos Fantásticos, acá, que sea una comedia, ¡nosierto sisierto! Ahí la llevamos, don Warner, va a ver usted que van a quedar, ¡uf! Del uno.

WARNER: ¡Eso! ¡Éste es mi gallo, chingá! ¿Y para cuándo la de Los Superamigos? Porque esa es la chingona, mi Zackarías White… ¡ya ves cómo le fue al pinche Disney con la de los Vengadores, vale verga la vida, mi Zackarías White!

SNYDER: Bueno, don Warner, pues calculando que la de La muerte de Superman podría salir como por 2017, y de ahí nos vamos una por año, más la película del Guasón… pues… Como por 2024 salimos con la de La Liga de la Justicia, señor Warner.

WARNER: ¡Estas pero si bien pendejo, cabrón! A ver, a qué estamos… uno, dos, cinco, siete… sácala en 2016.

SNYDER: ¡Pero, señor Warner! ¡Eso es imposible! Ahorita tenemos carga de producción en el estudio por La muerte de Superman, ya llevamos la mitad y…

WARNER: ¡Cabrón! Mira… ven para acá, mi Zack. Si nos esperamos, a la gente le van a valer requeteverga cuando salgamos con la película. Ahorita a la gente le gusta ver que se junten varios superhéroes y que se rompan su madre. Y te compran de todo, juguetes, la misma pinche película en diferentes formatos, playeras… ¡de todo, cabrón! Si no licenciamos ahorita, después ya nadie va a querer y se van a poner de moda los Gremlins o los Pitufos o ve tú a saber qué otras pendejadas. Un día te haces famoso por los Minions y al otro día la gente te manda a la verga con tu mismo chiste de siempre. ¡Así funciona, mi Zackarías White! ¡Me extraña que siendo araña, mi chingón! Mira, ¿cuánto llevas de la película de Superman?

SNYDER: Pues… como la mitad, don Warner…

WARNER: No, no, sin pucheros. No chille, no sea maricón. Bueno. Pues todavía estás a tiempo, wapetón. Métele ahí al Batman y al Flash y al chango ese morado. Los que quepan. Y así adelantamos todo. Cabrón, si no tenemos película de los superpendejos antes de que salga la última de los Vengadores de los putos, nos va a cargar la chida, la voladora, The Flying, putito. Así que póngaseme vergas, mi Zackarías White.

SNYDER: Sí, señor Warner…

WARNER: ¡Ah! Y una última cosa, mi chingón. Que la película se llame ‘Batman contra Superman’.

SNYDER: Pero… señor Warner… la película se trata de Superman y…

WARNER: ¡Baaaaaaatman contra Supermaaaaaan, dije! Primero va el nombre del que más vende, cabrón. Chingada madre, ¿qué no ves los números, bebé de luz? ¡No mames, pareces nuevo, cabrón! Pues ya estás peina’o pa’trás, mi chingón. Batman contra Superman, 2016, a la verga, y en 2017 la de los Superamigos y nos chingamos a esos putos. ¡Ahí!

Y ya.

Con la prisa de sacar la película de La liga de la justicia –piensan estrenar la primera parte en 2017… hágame usted el favor–, arruinaron la película de Superman que ya tenía avanzada Snyder, ahí retacaron todo lo de la Mujer Maravilla y Batman, cruzando los dedos para que nadie se muriera en el proceso. Y ahí tienen, su chingadera. Estaba leyendo que con la inversión hecha para esta película, se necesita recaudar más de mil millones de dólares a nivel mundial para que realmente genere ganancias. No va a pasar. Y qué bueno, por ambiciosos hijos de la chingada. Y por spoilear culeramente TDKR.

La segunda pregunta…

¿CÓMO ES POSIBLE QUE A LA GENTE LE HAYA GUSTADO?

Bueno, para gustos los colores. Hay personas a quienes les gusta que se las agarren a chingadazos, por la adrenalina. Hay personas a quienes les gusta comer popó. Pero sin irnos a esos extremos, sin generalizar, pero generalizando, no creo que exista alguien en este planeta a quien le haya gustado este pedazo de basura. Sin embargo, creo que hay una explicación para entender por qué hay personas que juran, con una mano en la biblia y la otra en el corazón, que sí les gustó.

Creo que si se desintegra la película en varios videoclips y se ven por separado, la película tiene muchisísimo más valor. Y también creo que la imaginación del espectador ayuda muchísimo a rellenar las abominaciones de la narrativa.

Es decir: ver a Batman poniéndole en su madre a unos secuestradores, está chingón. Y más con el nivel visual que les viene manejando Zack Snyder. Ver el clip de Superman platicando con su Kevin Costner en la nieve, es muy conmovedor… uno se acuerda de su propio papá y los consejos que da y pus hasta ganas de chillar le dan a uno. ¿Qué tal otro videoclip de la Mujer Maravilla poniéndose almeja y acomodándole unos putazos al monstruote? Si me enseñaran sólo esa escena en una habitación, y al final me preguntaran que qué opino, pues me paro de pie y le aplaudo a Snyder. Y así podríamos seguir, diseccionando la película y descubriendo que tiene muchísimas escenas bien bien bien chingonas. Y las más chingonas, sacadas de las historietas más chingonas de cada personaje.

El nivel de producción está impecable. En ningún momento los disfraces parecen de cosplay –como los de X-Men: Apocalypse… a ver cómo les va a esos weyes…–, y el tono serio, visto desde un punto de vista menos exigente, le queda bien a esos personajes.

Por todo esto concluyo que Zack Snyder debería hacer videos musicales y no películas. Comerciales. Eso es lo suyo. Contar historias, no. Pero, nuevamente, lo defiendo porque estoy seguro que tuvo las manos amarradas en este proyecto. Los guionistas también, no los culpo para nada. Hicieron lo que pudieron para satisfacer la ambición del estudio.

Entonces, si uno va al circo de pulgas con muchas ganas de ver pulgas haciendo circo… pues las va a ver y le va a encantar el espectáculo. Y qué bueno, la verdad. Este mundo está lleno de crueldades como para que, aparte, llegue un pendejo a Medium a escribir que todos son pendejos porque les gustó una película culera. No, señor. No se trata de eso. Si la gente disfrutó la película, me da mucho gusto, sin sarcasmo. Y que a mí me parezca una barbaridad, no significa que lo sea. Quién soy yo. ¿A poco yo hago películas? “A ver, pinche Densho, haz una tú”. No. Y si hay quien dice que estoy bien pendejo porque no conozco nada de la esencia de Superman ni de Batman y bla bla bla, también, está bien, no pasa nada.

Pero de que la película es un desastre narrativo, discúlpenme, pero lo es. Igual que la película de Linterna Verde.

¡Tadá!

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