Durante muchos años Jorge Paulo Agostinho Mendes (Lisboa, 7 de enero de 1966) fue considerado como un representante peligroso e incluso gran parte de la opinión pública le calificaba de tiburón.
Jorge empezó regentando videoclubes y pubs nocturnos y desde la visita del entonces arquero, Nuno Espirito Santo a uno de ellos, comenzó a labrarse un futuro esplendoroso, no exento de polémicas y trifulcas judiciales. Después de colocar a Nuno en el Deportivo A Coruña, hizo lo propio con Costinha y el Monaco, Capucho y el Oporto y Hugo Leal y el Atlético de Madrid desde su empresa Gestifute.
Sus negocios siempre sembraban la sombra de la duda y de la turbiedad y su empresa de nuevo cuño generaba muchísimas reticencias pero a su vez, la estela que iba dejando a su paso le hacía proyectar una imagen de hombre de éxito implacable. Con el Real Madrid de Florentino tendió muchos puentes y consiguió entre otros la llegada a la Capital de España de Pepe, Mourinho, Cristiano Ronaldo, Coentrao, Di Maria, Ricardo Carvalho o James Rodríguez. Todas estas contrataciones le convertían a ojos de los seguidores azulgrana en un personaje incómodo y repudiado.
Mientras, Laporta que ya había trabajado con Mendes en las llegadas de Rafa Márquez y Deco al Barcelona siguió colaborando muchos años con el súper agente luso, incluso con Laporta ya fuera del club, como cuando se interesó en la gestión del Valencia de Lim. De esta época es la jocosa anécdota en el Restaurante Tickets del Paral.lel barcelonés cuando Jan y Mendes se encontraban en una mesa y a unos metros se hallaban Sol Daurella y Helena García Melero tratando de hacerles fotos para atestiguar el momento y demostrar que Laporta estaba entonces en el grupo de los súper malvados. Todo valía para desprestigiarle y una foto con el pérfido portugués hubiera sido un trofeo valioso para las paparazzi ocasionales vestidas de Gucci.
Toda vez Laporta, que no tuvo el éxito que vislumbraba en su carrera política pensó en regresar al Barça, supo que Mendes sería un gran aliado y un comodín al que poder recurrir siempre que se necesitara. El primer movimiento de Jorge en la segunda etapa del abogado en la presidencia fue comprar la confianza de Ansu Fati y arrebatarle a Rodrigo Messi, la joya de la Masia, para más tarde obtener de Laporta una renovación que en principio marcaba el nuevo techo salarial del equipo, hasta la llegada del polaco Robert Lewandowski, de la mano de otro amigo de Jan, el israelita Pini Zahavi. A su vez, el agente lisboeta se aseguraba más tarde la representación de otra joya de la cantera, Nico González y a punto estuvo de arrebatarle a De la Peña la gestión del codiciado Gavi.
Cuando realmente entra en juego el poder de Mendes en Can Barça es cuando, en una réplica exacta y caprichosa del destino, consigue traer a Rafa Márquez como flamante entrenador del Barça Atlètic y de paso vuelve a incluir a Deco como hiciera en 2004 para engrosar la secretaría técnica del club y no contento con ello, coloca a una persona de su entera confianza pero ignota para el público en general como Director de área Scouting del club catalán, en la persona de Paulo Araújo, con un recorrido exiguo en esas lides en el Burnley inglés y un currículum marcado por ser Director de Marketing de Umbro -donde coincidió con Deco- y anteriormente en Adidas de Portugal.
En todos estos años, Deco por su parte ha forjado una amistad extraordinaria con el ex cuñado de Laporta, Alejandro Echevarría, tanto es así que el pasado julio cuando Deco aseguraba que no se había llevado ninguna comisión en la transacción de Raphinha y estaba a punto de salir del club, se encontraba surcando los mares con el cuñadísimo en un yate por el Algarve. En fin…
La llegada de Raphinha ha puesto de manifiesto dos maneras de idear la confección de la plantilla el pasado verano; por un lado, la de Xavi Hernández secundado por Jordi Cruyff con el beneplácito de Mateu Alemany y otra con el satélite de Mendes, Deco y Echevarría con el auspicio de Laporta, Yuste y Masip, con voz y voto en la toma de decisiones. No fue baladí la inclusión de Enric Masip para obtener ventaja en una suerte donde el ex jugador de balonmano no debería tener ningún poder decisorio pero resulta necesario para alcanzar mayorías y desequilibrar fuerzas.
Tal es la polarización que Xavi acude siempre a una segunda opinión cuando se le propone algún jugador desde el cuartel general de Mendes, como sucede actualmente con Ruben Neves. El de Terrassa llama raudo a la mano derecha de Monchi en el Sevilla, Fernando Navarro para esclarecer si no le darán gato por liebre en la próxima llegada al cuadro azulgrana. Por si fuera poco, el entrenador catalán ha movido cielo y tierra para conseguir la entrada de Javier Pedro Saviola en los equipos de la base para tener a alguien de su entera confianza y conseguir informes acordes con la más estricta realidad.
Esta dicotomía se plasma en las alineaciones del egarense que ha utilizado al brasileño, ex del Leeds, en un discreto 55% de los minutos disputados hasta el momento y al de Guinea Bissau -naturalizado español- en un modesto 40%.
De Raphinha se espera mucho pero el jugador ya ha manifestado a sus allegados que se siente decepcionado con Xavi, que considera que juega demasiado pegado a la banda, con poco campo para transitar y muy desorientado por tener que cambiar de banda para acomodar a Dembélé, hombre de entera confianza y apuesta personal de Xavi. Además cree que se le recrimina demasiado cuando asume riesgos, cuando a su amigo Dembélé se le premia más el atrevimiento que el error.
Ansu por su parte no entiende su ostracismo y es que sólo ha completado un encuentro esta temporada (el último de Champions en Pilsen) y entiende que debería tener un rol mucho más protagónico en el equipo y son muchas las voces que indican que Mendes está empezando a buscarle un nuevo destino a pesar de tener una clausula prohibitiva de 1000 millones de euros. El influjo del agente y la ascendencia en el jugador es muy marcada, hasta el punto de que la cuarta operación de rodilla del delantero la llevó a cabo el Doctor José Carlos Pinto Noronha, galeno de la entera confianza del representante luso.
El malestar del jugador ya se ha puesto de relevancia en un vídeo de Dazn donde se le ve triste y le pregunta a Èric García después de ser sustituido en Valencia: “He sido el peor?”
En definitiva, si el Barça como parece va a usar un sólo extremo puro y sabedores de la querencia de Xavi por el francés, el futuro de los hombres de Mendes se otea complicado en Arístides Maillol y el pulso entre las facciones se va a ver acrecentado, máxime cuando Xavi siga apostando abiertamente por la llegada de Messi y la culerada reclame en su mayoría el dorsal 10 de vuelta para el argentino.
