Hacia una economía más sostenible

El avance y la concienciación de la sociedad hacen que las empresas se vean obligadas a cambiar su modelo empresarial de acuerdo a las nuevas exigencias

Francesca Zoicas
10 min readAug 29, 2019

2030 es la fecha límite para llegar a un ‘punto de no retorno’ que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le ha impuesto a la Tierra si no se consigue reducir, al menos, el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero en (relación con los niveles de 1990). Disminuir significativamente los plásticos de un solo uso, mejorar en cuestión de eficiencia energética y aumentar el consumo de energías renovables son otros temas pendientes de mejorar para revertir, dentro de lo posible, los efectos del cambio climático. Si esto no ocurre, la temperatura de la tierra podría aumentar entre 1,5 y 2 grados centígrados, lo que supondría la extinción de especies, el aumento del nivel del mar o la falta de alimento en determinadas regiones, según el Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (de las siglas en inglés IPCC). Esto se traduce en un compromiso para las actividades cotidianas del ser humano.

Los alimentos ecológicos aumentan un 14% su consumo en España | Foto propia

La necesidad de un cambio en los hábitos de consumo y en la forma de producir es irrebatible y, para ello, ‘‘las empresas tienen que ver que, apostando por la cuestión ambiental, van a ser también más rentables y más competitivas’’, declara Eduardo Amer, responsable de Estudios y Proyectos del Instituto Mediterráneo para el Desarrollo Sostenible (Imedes). Se trata de ofrecer un sistema de producción y gestión de las materias primas limpio, sostenible y que sea beneficioso, en términos ambientales, económicos y sociales. La economía verde ‘‘mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas’’, tal y como la define el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Esta práctica contribuye a disminuir las emisiones de C02 y promueve la creación del conocido como empleo verde, ‘‘aquel que reduce el impacto ambiental de empresas y sectores económicos hasta alcanzar niveles sostenibles’’, conforme el PNUMA.

La temperatura de la tierra puede aumentar hasta 2 grados si no se consiguen revertir los efectos del cambio climático, lo que traería graves consecuencias

El empleo verde es el que promueve la producción de bienes que benefician al medio ambiente y reducen el consumo de energías y materias primas, los residuos y la contaminación, además de controlar y rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Organización internacional del Trabajo (OIT). Son las acciones que ayudan a proteger y restaurar el ecosistema y la biodiversidad contribuyendo a la adaptación al cambio climático para un desarrollo económico medioambientalmente sostenible. ‘‘Es aquello que generan las actividades destinadas a que el sistema económico sea más sostenible’’, amplía Eduardo Amer. Cualquier sector económico — ya sea público o privado — o empresa pueden contribuir a la economía verde y crear puestos de trabajo que hagan su entorno y sus prácticas más sostenibles. Pero, las actividades tradicionales y las que más puestos de trabajo verde crean en España son: gestión y tratamiento de residuos, producción de energías renovables, tratamiento y depuración de aguas residuales, sector público, agricultura y ganadería ecológica, gestión de zonas forestales, servicios ambientales a empresas, I+D+i ambiental, empleo ambiental en la industria y los servicios, gestión de espacios naturales y la educación ambiental.

Principales sectores del empleo verde tradicional en España | Elaboración propia

La gestión y el tratamiento de residuos, cuyo principal objetivo es la recuperación y reciclaje o eliminación de la mayor parte de desechos que se generan, es la actividad que más empleo verde tradicional concentra en España, con el 26% de ocupación y seguido, con el 20%, de la creciente tendencia de las energías renovables, según datos del informe Empleo verde en una economía sostenible. A continuación, le sigue el tratamiento y la gestión de aguas residuales (11%), con características similares al tratamiento de residuos, y el sector público (10%), un factor esencial en la generación de empleo verde dada su gran responsabilidad e influencia en la sociedad y la capacidad de tomar medidas y políticas ambientales que tiene la capacidad de incentivar a los diferentes sectores. La agricultura y ganadería ecológica (9,4%) se encuentran en quinto lugar, pero, al igual que las energías renovables, promete un favorable crecimiento en todas sus categorías; al contrario que la gestión de zonas forestales y espacios naturales protegidos — juntos apenas suman el 8% del empleo verde — que están condicionadas por factores como la política forestal, programas de inversión públicos y el incremento de espacios protegidos, con una gestión muy escasa todavía.

‘‘La Comunidad Valenciana está entre las comunidades autónomas líderes en cuestión de economía sostenible’’, espeta Eduardo Amer

No obstante, los servicios ambientales a empresas y entidades y el subsector de la innovación, el desarrollo y la investigación (I+D+i) de empresas (en total el 9,1% del empleo ambiental) son la principal promesa a la hora de desarrollar nuevos materiales y modelos de producción que cumplan y respeten con las necesidades actuales. Las empresas tienden a centrar su investigación (I+D) en metas que les aporten beneficios y no coinciden necesariamente con las exigencias del medio ambiente, según manifiesta Jeffrey Sachs en su libro La era del desarrollo sostenible.

Alimentos ‘bio’ envueltos, algunos innecesariamente, en plástico y procedente fuera de España, pese a estar entre los primeros países del mundo en terreno dedicado a esta industria | Foto propia

La transformación que supone lograr un crecimiento sostenible es inevitable y, para eso, las consultoras medioambientales ayudan a ‘‘implementar medidas y criterios de sostenibilidad reales y factibles como la reducción de la huella de carbono y diversos sistemas de sostenibilidad estables dentro de la empresa’’, tal y como confirma Miguel Aguado, director de la consultora BLeaf y divulgador medioambiental. Asegura, además, que en su empresa no solo ofrecen medidas para ‘ecologizar’ (concepto expuesto por el divulgador) sino que también ayudan a mejorar la capacidad de las empresas para comunicar, interna y externamente, este cambio. Las compañías que contratan estos servicios se diferencian entre ‘‘las que tomado la decisión de que quieren incorporar criterios de sostenibilidad ya sea por exigencias del mercado, sociales o de reputación; las que lo hacen porque son conscientes que ese debe ser el papel de una empresa y, por último, hay un conjunto de clientes que necesitan entender y dialogar con entidades ecologistas, con líderes de opinión y aprender de ellos y poder contar lo que están haciendo y lo que quieren hacer’’, añade Aguado.

Comunidad Valenciana, principal creadora de empleo verde

La responsabilidad de la problemática ambiental es cuestión de todos y en España las actividades destinadas a fomentar su crecimiento y la inversión socialmente responsable están en continua evolución. ‘‘El nivel de concienciación ciudadana se ha incrementado considerablemente en los últimos 10 años, cuando otras poblaciones lo han tenido en varias generaciones‘’ espeta Miguel Aguado. ‘‘Encabezamos la media de energías limpias y renovables como la eólica, de tal forma que una parte importante de la tecnología que se utiliza en otros países es de industrias españolas y, además, tenemos empresas líderes en el tratamiento y gestión de aguas’’, asegura el divulgador. España el primer país europeo y quinto a nivel mundial en superficie dedicada a la producción ecológica y, además, la ciudad de Barcelona está considerada como una de las principales ‘smart cities’ (ciudades inteligentes) del mundo por su infraestructura de transporte y la eficiencia en el ahorro de agua y energía, según el último informe de Philips Lighting.

Distribución sectorial del empleo verde en la Comunidad Valenciana (2016) | Elaboración propia

La Comunidad Valenciana tampoco se queda atrás, pues ‘‘está entre las comunidades autónomas líderes en cuanto a economía sostenible’’, asegura Eduardo Amer, concretamente en cuarto lugar, por detrás de Cataluña, Andalucía y la Comunidad de Madrid. Las cuatro conforman más del 50% del empleo verde existente en España, según datos del informe Empleo verde en una economía sostenible. El desarrollo de las actividades sostenibles, sea mediante la generación de nuevo empleo o transformando puestos de trabajo ya existentes, han tenido un favorable impacto en la comunidad. La lista de los principales sectores generadores de empleo verde en la Comunidad Valenciana — que sigue la misma línea que a nivel nacional — conforman el 60% de la ocupación y es encabezada por la gestión y el tratamiento de residuos (30%) prácticamente el doble que la segunda; las energías renovables (19%) y, en tercer lugar, el tratamiento y depuración de aguas residuales (14%). El estudio Situación y tendencias del empleo verde y economía circular en la Comunidad Valenciana, publicado en noviembre de 2016, analiza estas características y estima que son más de 45 mil los puestos ocupados en este ámbito, triplicando la oferta en los últimos 15 años.

En España se ha reciclado en 2018 el 79% de los envases de plástico, latas y briks y los envases de papel y cartón, según Ecoembes | Foto propia

En la primera década del 2000 es cuando se produjo el mayor incremento del empleo verde en la comunidad, sin embargo, a partir del 2009, con la crisis económica se perdieron más de 4 mil empleos con la producción de energías renovables como el ámbito más perjudicado. Pero, a pesar del generalizado descenso, sectores como residuos y tratamiento de aguas residuales han mostrado una capacidad de adaptación con la que han conseguido quedarse en el mismo punto; por su parte, la ganadería y agricultura ecológica, durante esta etapa, lograron un incremento del 83%.

La evolución es lenta, pero muestra optimistas expectativas de crecimiento — que oscila entre el 10 y el 25% — y el añadido de nuevos sectores con potencial en la creación de puestos de trabajo respetuosos con el medio ambiente, como la movilidad sostenible o la rehabilitación energética de edificios. ‘‘Sobre todo interesa el crecimiento en el sector industrial porque es donde más se está asumiendo el reto medioambiental’’, explica el secretario autonómico de empleo y director de LABORA Enric Nomdedéu. ‘‘Uno de los problemas que hay a la hora de analizar o cuantificar el número de empleos verdes es que no todos los sectores tienen su correspondiente código de Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y, a veces, hay que hacer estimaciones o inferir los números de empleos de otras estadísticas que son oficiales’’, añade Amer.

España encabeza la lista europea en superficie dedicada a producción ecológica, según el informe El sector ecológico en España

De la economía lineal a la circular

El sistema actual de consumo de ‘extraer-fabricar-consumir-eliminar’ consiste en sacar materias primas, transformarlas, consumirlas y, por último, desecharlas y convertirlas en residuos. Es un método poco eficiente y sostenible a medio y largo plazo que consume los recursos naturales y las materias primas de la Tierra, la mayoría de ellas no renovables. Asimismo, genera toneladas de basura — de la cual gran parte no es reciclable — que termina contaminando el suelo, el agua e incluso el aire.

La economía circular es un concepto acuñado por el Parlamento Europeo que tiene como objetivo dejar atrás el modelo de economía lineal vigente desde la revolución industrial. Consiste en alargar la vida útil de los productos, además de reciclar los diferentes componentes que lo conforman y reducir al máximo el uso de materias primas y con ello la generación de residuos. Aquí juega un papel fundamental el consumidor, que condiciona y conduce a los empresarios a tomar medidas, y a las empresas, que han de ser responsables con las exigencias del público y conscientes del entorno que les rodea. ‘‘La responsabilidad viene por todas partes, de aquí no se escapa nadie’’, aclara Miguel Aguado.

Expositor de nuevas y pasadas colecciones de Vesica Piscis | Foto propia

En España, ya hay proyectos que practican esta filosofía como es el caso de Vesica Piscis, empresa ilicitana de calzado que sigue los criterios de la economía circular en la producción de sus zapatos. ‘‘El proyecto se basa en una empresa de zapatos que diseña, produce y comercializa productos que están integrados en la naturaleza, queremos intentar que todos los materiales y la forma de producir permita que ese material, una vez utilizado, se pueda separar y reciclar o biodegradar para que vuelva a entrar en el ciclo’’, declara Francisco Rico, responsable de ventas de Vesica Piscis. La compañía destaca por proporcionar a sus clientes la posibilidad de reciclar los zapatos una vez no los quieran y por su negativa a rebajar sus productos. Realizan todos sus pedidos por encargo y carecen stock puesto que, consideran que no es ‘‘éticamente sostenible ni moral hacer continuamente periodos rebajas agresivas que generan una industria insostenible y educa al cliente en el descuento porque lleva a la gente a consumir de manera innecesaria’’.

El Parlamento Europeo apuntala que la economía circular puede proporcionar productos más duraderos e innovadores

La marca, creada por Francisco Maciá, utiliza solo productos veganos, principalmente reciclados, y trabajan, en la medida de lo posible, con distribuidores de locales que les proporcionan materiales elaborados por ellos mismos. Han conseguido, en poco más de dos años, hacerse un hueco en el mercado español e internacional por lo que es un claro ejemplo de que se puede producir de forma sostenible y que, a su vez, sea rentable a nivel económico.

Es necesario el avance hacia una economía cuyo funcionamiento se base en principios de sostenibilidad. La economía circular ‘‘puede proporcionar a los consumidores productos más duraderos e innovadores que brinden ahorros monetarios y una mayor calidad de vida’’, destaca el Parlamento Europeo en su página web. De ahora en adelante, las perspectivas son cada vez más optimistas y no hay paso para el retroceso.

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