Frases de Fangirl con las que te identificarás
Somos adictos a las frases bonitas y más si vienen de nuestros libros favoritos, y claro que Fangirl no es la excepción. Los personajes de este libro son simplemente adorables y muchos lectores (y potterheads) se identificarán con la historia. Así que hoy les vamos a compartir algunas de las frases de Fangirl que más nos han gustado.
Fangirl
Rainbow Rowell
Los meses son diferentes en la universidad, especialmente el primer año. Suceden demasiadas cosas. Cada mes del primer año equivale a seis meses normales: son como meses de perros. Cath y Wren son hermanas gemelas y son fanáticas de la serie Simon Snow desde que su madre se fue. Pasan el tiempo en los foros escribiendo sobre la serie, así como caracterizándose de los personajes.
Un buen día, Wren decide dejar atrás la serie y empezar una nueva vida en la universidad, ir a fiestas, divertirse y no ser la compañera de cuarto de su hermana. Cath por su parte se siente sola, aislada, con amigos literarios, pero sin amigos en realidad, lo cual quiere cambiar.
A veces, tomas la mano de alguien tan solo para comprobar que sigues vivo, y que otro ser humano está allí contigo para dar fe de ello.
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–¿Qué tenemos en común?
–Nos gustamos –afirmó él–. ¿Te parece poco?
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–¿Cómo te sientes cuando te sonrío? –le preguntó, y esbozó una sonrisa.
No me siento yo misma, pensó ella.
–Como una idiota –respondió por fin en susurros–. Y me gustaría que no dejaras de hacerlo nunca.
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–Te echo de menos.
–Vaya tontería –dijo Cath–. No hemos visto esta mañana.
–No es cuestión de tiempo –replicó él, y Cath advirtió que estaba sonriendo–, sino de distancia.
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–Ven a mi casa, Cath –ella adivinó que Levi estaba sonriendo–. Es pronto, y no me apetece despedirme de ti.
–Yo nunca quiero despedirme de ti, pero se hace lo que se puede.
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Me gustas, realmente me gustas. Y quisiera que ese beso haya sido el comienzo de algo. No el fin.
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No quiero besar a un extraño. No me gustan los labios fuera de contexto.
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Y odiaba la forma en el que el pasaba sonriendo a todos los que conocía como si no le costara nada, como si nunca hubiera salido corriendo. Hacía que todo pareciera fácil.
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Yo tengo miedo de todo. Y estoy loca. Como si tal vez piensas que estoy un poco loca, pero la gente sólo ve la punta del iceberg de la locura. Por debajo de esta apariencia de ligeramente loca y socialmente inepta, soy un completo desastre.
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Es sólo… todo. Hay demasiada gente. Y no encajo. No sé cómo ser. Nada en lo que soy buena es la clase de cosas que importan allí. Ser inteligente no importa, ni ser buena con las palabras. Y cuando esas cosas sí importan, es solo porque las personas quieran algo de mí. No porque me quieran.
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No confío en nadie. No en cualquiera. Y mientras más me importa alguien, más segura estoy de que se van a cansar de mí y se irán.
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–¿Has leído los libros?
–He visto las películas.
–Entonces no has leído los libros.
–No soy precisamente una persona de libros.
–Eso podría ser la cosa más idiota que me has dicho.
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Sabes que me estoy enamorando de ti ¿verdad?
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– ¿Sólo…no está permitido darse por vencido algunas veces? ¿No está bien decir ‘esto realmente duele, así que dejaré de intentarlo’?
– Es un precedente peligroso
– ¿Para evitar el dolor?
– Para evitar la vida
