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Tomás Ortiz Basso relata su trayectoria académica realizada completamente en el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, desde que comenzó sus estudios en la carrera de Medicina hasta que defendió su tesis de doctorado.
Tomás ingresó al IUHIBA hace 19 años para realizar la carrera de Medicina, porque aprendió de sus padres el concepto de “brindarse al otro sin esperar nada a cambio” y eso lo motivó a elegir y reelegir esta profesión día a día. Continuó con la Maestría en Investigación Clínica y coronó su recorrido académico con el Doctorado en Ciencias de la Salud, para el cual elaboró la tesis Tasa anual de fondo de ojos en personas con diabetes mellitus antes y después de implementar un programa de tele-oftalmología en la provincia de La Pampa. Actualmente es médico asociado y coordinador del área de investigación en el Servicio de Oftalmología del HIBA.
¿Cómo surgió tu interés por la medicina?
Mi interés surgió a partir de haber nacido en una familia de médicos, ya que mi madre es pediatra y mi padre oncólogo. Me generaba mucha admiración su vocación para ayudar a otras personas, intentando conservar algo tan importante como es la salud.
¿Cómo fue tu recorrido en el Instituto y en el Hospital?
Ingresé en el IUHIBA casi desde su fundación e hice la carrera de Medicina con un grupo reducido de alumnos, lo cual nos dio la oportunidad de generar un vínculo estrecho con todos los docentes y construir lazos de amistad que se mantienen hasta el día de hoy. Al finalizar la carrera de grado, tuve la suerte de ingresar a la Residencia de Oftalmología del HIBA. De esta forma pude acceder a una formación académica y quirúrgica de primer nivel, compartiendo momentos con un gran grupo humano y docente. Finalmente, pude extender mi formación con la Maestría en Investigación Clínica, que me ofreció una base realmente sólida para desarrollar trabajos de investigación y me motivó para concluir con el Doctorado en Ciencias de la Salud. Todo este largo camino lo puede hacer gracias al apoyo constante del IUHIBA.
¿Y qué te motivó para elegir al IUHIBA?
Uno de los motivos que me llevó a elegir al IUHIBA fue que está integrado al HIBA, que es una institución de excelencia y de enorme prestigio nacional e internacional. El IUHIBA me dio la posibilidad de vincularme desde etapas iniciales de mi formación con profesionales de alto nivel clínico y quirúrgico, muchos de ellos especialmente formados en educación médica. Tengo un gran sentido de pertenecía con el IUHIBA/HIBA, porque encontré una gran familia, con docentes y colegas siempre dispuestos a enseñar y trabajar en equipo, a los que les voy a estar agradecido toda la vida.
¿Cuál considerás que es el mayor aporte que brinda el Doctorado en Ciencias de la Salud?
Uno de los grandes aportes que brinda el Doctorado en Ciencias de la Salud es su enfoque interdisciplinario, con la interacción de profesionales de diferentes áreas de las ciencias de la salud. Además, es de mucha ayuda el equipo de tutores, que están desde el primer momento dando un soporte metodológico fundamental.
Ahora que defendiste tu tesis, ¿cuál es tu próximo desafío académico y/o profesional?
Mi próximo proyecto es continuar la misma línea de investigación, incorporando inteligencia artificial para el screening, diagnóstico y pronóstico de retinopatía diabética. Esto me gustaría realizarlo en el marco de la Carrera de Investigador del IUHIBA.
