Maravilla del Mes: “Robot Salvaje”

--

Esto es una serie de experimentos para obligarme a escribir algo más, no solo mis relatos o ensayos, que llevan bastante tiempo, aunque solo sea verme las películas de las que hablo (pobremente)*. Asimismo, consciente de que no salió nada en octubre, este es el primero de dos ensayos que voy a publicar en noviembre, el otro ya casi está, pero bueno, no del todo.

De acuerdo: por lo visto, Robot Salvaje está basado en una novela. Puede que parte de mi público ya lo supiera, pero yo, debajo de mi muy cómoda piedra, no me había enterado.

En cualquier caso: es una adaptación y, como tal, la juzgaré como película. Los méritos de la adaptación vendrán cuando, algún día, me lea el original.

Para empezar:

¡Tour de force! ¡Perfecta! ¡Sublime! ¡Tierna†! ¡Amable! ¡Es-pec-ta-cu-lar! Si El Gato con Botas: el último deseo alcanzó alturas incomparables, Robot Salvaje, no sé. Este… [inserte una metáfora potente a su gusto]. ¡Eso es!

¡Mi trabajo está hecho!

Ahora en serio: la animación es sublime. En algún momento (uno, literal) vi algo que me llamó la atención porque desencajaba, pero no era algo que me sacara de la película**. Pero lo que la hace destacar no es tanto cómo se mueven los personajes (que, este, también), sino el estilo. Gato con Botas fue el prefacio a lo que Dreamworks quiere hacer, Robot Salvaje es prueba fehaciente de lo que se puede hacer cuando se permite a un equipo de artistas lucirse y trabajar bien.

Que, también, soy consciente de que se pueden ver joyas nacidas del sufrimiento de los artistas, pero, de momento, no he oído nada parecido a lo que pasó con Spider-Man. Across the Spider-verse: parte 1 con respecto a Robot Salvaje. Por supuesto, de pasar, me tragaré mis palabras.

Pero, parece que, de momento, es una película nacida del amor al arte. Eso es bien.

La película puntúa los grandes momentos con cambios si no de estilo, exactamente, quizás con cambios de… estilo, supongo. No sé suficiente de artes plásticas como para señalar los matices que distinguían una secuencia de otra, pero sí bastante como para poder señalar a la pantalla y decir “me gusta”.

Una imagen de Leonardo Di Caprio, cerveza y piti en mano, mientras señala a un televisor “al lado” del público. Creo que es una imagen de “Una vez en Hollywood”
Yo, cuando Roz salta de la nave y la imagen me gusta mucho

También, una tontería que me hace gracia: me gusta mucho que un personaje talle madera. La talla es bonita…

Una imagen de Leonardo Di Caprio, cerveza y piti en mano, mientras señala a un televisor “al lado” del público. Creo que es una imagen de “Una vez en Hollywood”
También yo cuando veo a un personaje tallar en una película que me gusta

Ahora más en serio: las temáticas: sobre la maternidad (voluntaria o no) y el encontrar un lugar que llamar nuestro, el elegir nuestra familia…, me parecen maravillosamente llevadas. Son temas un tanto trillados, por supuesto, pero la combinación de los diseños y el enfoque de pez fuera del agua (o, francamente, persona en el espectro enfrentándose al mundo real) es tierno y agradable. Es una película amable y cariñosa para con (casi) todos sus personajes y momentos.

Pero de verdad, la animación… Si no se lleva un Óscar es porque la Academia es inútil. Perdón, esto demostraría que la Academia es inútil.

En general la película es impecable.

Dicho eso.

El tercer acto, aunque es necesario para plantear un poco la disyuntiva naturaleza-tecnología, se alarga un poco y hace de menos el mensaje fundamental de elige tua†† familia. No lo hace de menos porque temáticamente vaya en contra, sino que resta a la potencia de una película casi perfecta.

Yo, personalmente, considero que no es necesario para la película en sí, aunque parezca fundamental para hablar de la relación entre la naturaleza y la evolución tecnológica. Sí, nos permite ver un posible futuro para la humanidad post-cambio climático, pero no es necesario. El film podría, perfectamente, ignorar el mundo más grande en el que está ambientado para centrarse en la isla, en esa historia más íntima y personal, y ser infinitamente… no superior, exactamente, pero más blindada a las críticas.

Entiendo perfectamente que los autores quieran explicitar en el tercer acto los problemas de mezclar humanidad con naturaleza de una manera visual: 3mendo incendio. Sí, de verdad, es necesario, la humanidad impacta al medioambiente… pero me parece que, más allá de un par de escenas preciosas, no hace mucho más para la película.

El segundo problema temático es el de la analogía de la colaboración.

Hablemos con Carlitos de cosas mal recordadas de “La Conquista del Pan”.

Pyotr Kropotkin era un geólogo ruso que se dedicó al anarco-comunismo. En la introducción de su obra seminal La Conquista del Pan, si no me confundo, hablaba de sus observaciones en… ¿Siberia? Contaba cómo, en ocasiones, cuando los animales tienen sed, van al abrevadero y los depredadores y las presas no tenían por qué atacarse entre sí. Fue un mensaje con el que me quedé. Me gustaba, es bonito pensar que no siempre estamos en competición constante entre nosotres. ¿Vivimos en un mundo en el que eso es casi imposible? Sí, por supuesto, pero me permitió imaginar un mundo mejor. Luego, como me enseñó Madre Le Guin‡‡, no siempre va a funcionar. Pero eso no significa que no debiera intentarse.

Sin embargo, y esto no era un problema para mí, he oído a gente decir que lo que se ve hacia finales del segundo acto (cómo todos los animales conviven durante el invierno en la caseta de Roz) no es algo que pase en la naturaleza y que, por tanto, detrae del “mensaje” de lo brutal que es la naturaleza.

Viéndolo como lo que es, analogía, se entiende el mensaje: independientemente de nuestras ideologías y condiciones todos somos seres vivos***, podemos arrimar el hombro y cuidarnos mutuamente.

El tema es la literalidad y, aunque me niego a usar subtexto, en este caso creo que la literalidad no es el camino.

Una imagen de Garth Marenghi, vestido en su chupa negra y corbata morada, diciendo “conozco a escritores que usan subtexto y son todos cobardes”

El problema radica, creoyó, en uno de los chistes al principio de la película: cuando Roz habla con Colirrosa, una zarigüeya sobre la maternidad, la segunda le dice a la primera que tiene siete hijos. De fondo, oímos un… ruido, y dice “seis hijos”. Brutal, oscuro, despiadado, e inmediatamente deshecho cuando el séptimo hijo vuelve. Pero eso es irrelevante. El mensaje de la brutalidad ya estaba introducido, la semilla plantada; suficiente como para que menoscabar el mensaje de compañerismo y colaboración que, claramente, quería ser uno de los corazones del metraje.

Supongo que es una de las debilidades de la metáfora como herramienta de comunicación.

Pero bueno, no me hagáis ni caso, que no tengo ni idea de nada, solo que merece ver esta película bien acompañado, con alguien que la disfrute.

* Fui a ver esta película de gratis, pero eso no afectará a mis desvaríos febriles, palabrita. Para que algo afecte a mis desvaríos febriles, tendría que ser más poderoso que ellos, y, de momento, solo he encontrado una cosa más puissant que ellos: mi perro.

† Aunque no tanto como Paddington 2, pero nada es más tierno que esa película‡.

‡ Quedamos a la espera de Paddington 3, que, dependiendo de si el crecimiento de ternura entre secuelas de Paddington es lineal o geométrico, será increíblemente tierna o un evento de dimensiones apoteósicas en lo referido a la ternura.

** En realidad sí, pero porque soy particularito.

†† Hace poco también me terminé Venture Bros y tendré que hablar de ella, supongo.

‡‡ Los Desposeídos o, como yo lo llamo La Conquista del Pan para Necios, es una maravillosa explicación y respuesta a la obra de Kropotkin.

*** Aunque después de las elecciones estadounidenses mi postura se ha visto un tanto afectada, sigo de acuerdo con el corazón del mensaje: somos personas, podemos encontrar puntos en común. El tema es que, bueno, hay gente con la que no hay puntos en común reales, puesto que su ser radica en la aniquilación del diferente.

--

--

No responses yet