9 razones por las cuáles Alcohólicos Anónimos no son la mejor opción

Jorge Luis Alonso G.
Addiction Unscripted
4 min readApr 7, 2015

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Gabrielle Glaser es una escritora y periodista norteamericana que investigó durante tres años para darle contexto a su libro Her Best-Kept Secret Why Women Drink — And How They Can Regain Control, publicado en 2013 por Simon & Schuster. A principios de abril, The Atlantic publicó su artículo The Irrationality of Alcoholics Anonymous. La siguiente información fue tomada de dicho texto y adaptada para hacer esta nota.

English version: 9 reasons why Alcoholics Anonymous are no longer best option

Para Alcohólicos Anónimos, el enfermo que no mejora es una persona deficiente

El Gran Libro, la biblia de Alcohólicos Anónimos, dice al respecto: “Rara vez hemos visto fracasar a una persona que haya seguido concienzudamente nuestro camino. Los únicos que no se recuperan son los individuos que no pueden o no quieren entregarse de lleno a este sencillo programa, generalmente son hombres y mujeres incapaces por su propia naturaleza de ser honrados consigo mismos. Hay seres desventurados como estos. No son culpables, por lo que parece han nacido así, por su naturaleza son incapaces de entender y realizar un modo de vida que exige la más rigurosa honradez”.

Existen alternativas diferentes y más efectivas

Aunque pocas personas parecen darse cuenta de ello, existen otras opciones para dejar de beber. Estas incluyen medicamentos recetados y terapias con los cuáles los pacientes aprenden a beber con moderación. Y a diferencia de Alcohólicos Anónimos, son métodos que se basan en la ciencia moderna. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado tres de esos medicamentos: antabuse, la droga que induce náuseas y mareos cuando se toma con alcohol; acamprosato, que ha demostrado ser útil en la represión de los antojos; y naltrexona, que permite controlar el consumo de alcohol.

Es difícil hacerle un seguimiento a Alcohólicos Anónimos

Alcohólicos Anónimos no mantiene ningún registro de las personas que asisten a las reuniones. Estas van y vienen, y por supuesto, son anónimas. Como organización, Alcohólicos Anónimos no tiene una autoridad central real y las reuniones que realizan en sus diferentes sedes, funcionan más o menos de forma autónoma.

Se desconoce la tasa de éxito de Alcohólicos Anónimos

No existen datos concluyentes sobre su efectividad. En 2006, un grupo de investigación de la salud, la Colaboración Cochrane, revisó la información disponible y encontró que “ningún estudio experimental demuestra claramente la efectividad de Alcohólicos Anónimos para reducir la dependencia del alcohol”. En su reciente libro The Sober Truth: Debunking the Bud Science Behind 12-Step Programas and the Rehab Industry, Lance Dodes, un psiquiatra retirado de la Escuela Médica Harvard, coloca la tasa real de éxito de Alcohólicos Anónimos en algún lugar entre el 5 y 8 por ciento.

Alcohólicos Anónimos coloca a todos los enfermos en “un mismo saco”

Alcohólicos Anónimos fue creada originalmente para tratar enfermos crónicos o bebedores severos. Pero con el tiempo, su cobertura empezó a ser más amplia. Tanto que hoy, por ejemplo, los jueces en Estados Unidos obligan a los infractores a asistir a las reuniones después de un arresto por DUI (Driving under the influence). El 12 por ciento de los miembros de Alcohólicos Anónimos están allí por orden judicial.

Alcohólicos Anónimos concibe el alcoholismo como una enfermedad progresiva que sigue una inevitable trayectoria

Pero un estudio llamado Encuesta Nacional Epidemiológica sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas, muestra cómo casi una quinta parte de aquellos que han tenido dependencia del alcohol, terminan bebiendo a bajos niveles y sin riesgo de abuso. Por otro lado, una encuesta reciente sobre casi 140.000 adultos, realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, encontró que nueve de cada 10 grandes bebedores no son dependientes del alcohol, y que con una breve intervención de un profesional médico, pueden cambiar sus hábitos no saludables.

Para Alcohólicos Anónimos no hay término medio: se es alcohólico o no

Hoy los expertos describen una variedad de estados de la enfermedad. Se estima que 18 millones de estadounidenses sufren de algún trastorno por consumo de alcohol (un término utilizado en la última edición del manual de diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría; reemplaza a los de “abuso del alcohol” y “alcoholismo”). De ellos, sólo el 15 por ciento se encuentra en el extremo grave; el resto queda en el rango de leve a moderado. Estas últimas personas han sido ampliamente ignoradas por investigadores y clínicos. Ambos grupos -bebedores crónicos y moderados- requieren tratamiento personalizado.

Alcohólicos Anónimos se creó cuando el conocimiento del cerebro estaba en su infancia

Alcohólicos Anónimos ofrece un único camino a la recuperación: la abstinencia total de alcohol. El programa instruye a los miembros a renunciar a su ego, aceptar que son “impotentes” ante el alcohol, hacer las paces con aquellos que han tratado injustamente, y orar. Alcohólicos Anónimos se enfoca en los cambios de comportamiento y no en el proceso biológico de la enfermedad, sobre el cuál mucho se ha aprendido.

Los consejeros de Alcohólicos Anónimos no son médicos ni profesionales de la salud mental

No hay un examen nacional de certificación obligatoria para los consejeros en adicción. La Universidad de Columbia realizó un estudio en 2012 sobre sobre la medicina de la adicción en los Estados Unidos. Sus investigaciones encontraron que únicamente seis estados exigían al menos un título de bachiller para ser consejero en abuso de sustancias y alcohol; uno sólo, Vermont, requería un grado de maestría. Catorce estados no pedían ningún tipo de licencia, ni siquiera un Examen de Desarrollo de Educación General (GED, por sus siglas en inglés) o curso de formación introductoria. Y sin embargo, son consejeros que el sistema judicial y las juntas médicas consultan frecuentemente para dar su opinión de expertos sobre la recuperación de algunos clientes.

Imagen cortesía de Pixabay

Sobre el autor

Jorge Luis Alonso G. es un periodista freelance, editor y creador de contenidos, radicado en Argentina.

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