El libro, objeto de deseo
Más allá del debate entre analógico y digital, el libro como dispositivo continúa siendo un fetiche para los lectores.
La digitalización habilitó un nuevo modo de consumo de libros, que no sólo es más económico -e incluso gratuito- sino que, además, cuenta con otras ventajas como la posibilidad, gracias al E-reader y los dispositivos móviles, de transportar cientos de historias sin que el soporte físico nos limite en cuento a espacio o peso.
Los juninenses, sin embargo, valoran más el soporte analógico, con su “olor a libro” y anotaciones, con los subrayados y la marca del café. Aunque también cuidan el bolsillo, y utilizan los libros digitales como prueba piloto: “Por cuestiones económicas, algunas personas leen en formato digital, pero si les gustó mucho vienen a comprar el libro, prefieren el libro impreso”, comentan desde La Mosca Loca.
En el mismo sentido, pero esta vez referido a las fotocopias -uno de los mayores enemigos de la industria editorial, junto a la digitalización- Gastón de Gea Libros dice: “Los estudiantes suelen fotocopiar el material que forma parte de la bibliografía obligatoria de las carreras, y en muchos casos sólo una vez finalizados los estudios deciden comenzar a armar su biblioteca, entonces compran los libros de consulta o que desean tener en este formato”. Pero el librero recomienda que “antes de hacer las copias, se acerquen a consultar los precios, porque en muchas ocasiones es más económico comprar el libro, especialmente cuando los publican editoriales como Fondo de Cultura Económica o Siglo XXI, que son muy accesibles”.
Otra de las razones que hacen del libro un objeto tan amado, es su versatilidad: “El libro sirve para todas las fechas especiales, es un regalo que puede hacerse para un cumpleaños, pero también para Navidad o el Día del Niño”, explica Marita desde la Librería Dorrego, y agrega: “Además, sus costos son más accesibles en comparación con productos de otros rubros, el rango de precios es más variado”.
Si bien la elección de un libro para regalar puede no ser fácil, ya que uno debe pensar en qué le interesa al homenajeado, en cuáles son sus preferencias literarias, es un presente muy especial, donde también quien regala pone en juego sus propios placeres. “Quien viene a elegir un libro para regalar, se esfuerza en pensar qué puede gustarle al otro, se detiene a elegir… en general, ya sea para uno mismo o para otra persona, nadie viene apurado a la librería: venís a mirar, a descubrir ”, concluye Marita.
