Te despertarás, correrás los vagos tres kilómetros que en tus reuniones con amigos se convierten en diez; sin mucho pensarlo, desayunarás lo que pueda armarse con los ingredientes que están en tu refrigerador, saldrás al jardín, tu vecino te saludará mecánicamente y seguirá colgando esa camisa blanca y percudida que…