Ansiedad: Todos tenemos miedo a algo, pero no todos sabemos cuál es ese miedo y de dónde viene
Imagina el miedo que tienes cuando sientes un gran malestar en tu cuerpo y tu mente y no sabes de dónde viene.
Déjame que te cuente algo. Todos tenemos miedo a algo. Pero no todos sabemos cuál es ese miedo y de dónde viene.
La ansiedad que pueda sufrir un animal ante su más temido depredador proviene de su miedo que le informa de que está en peligro.
Esta ansiedad es tremendamente útil, funcional, necesaria, porque le ayuda a pelear, enfrentarse a su miedo, o a huir y alejarse a toda prisa de la situación que puede conducirle a la muerte.
Aproximadamente el 30% de las personas que vivimos en sociedades avanzadas estamos destinados a padecer ansiedad grave. Y el denominador común es que todos tenemos miedos. Entonces, la ansiedad nos informa de nuestro miedo, que la mente no consigue entender qué es, pero el cuerpo se prepara, para algo que no sabe lo que es, adaptandose perfectamente para enfrentar la situación o espacapar, ¿cómo?: Corriendo si hace falta.
La pregunta es:
¿podemos enfrentarnos o huir de nuestros propios miedos si no sabemos cuáles son ?, ¿podemos ser emocionalmente inteligentes y superar nuestras ansiedad si no sabemos de dónde proviene?
La ansiedad no puede calmarse con la lógica ni la razón, aquellas personas más inteligentes también tienen problemas de ansiedad y no encuentran razonamientos que les calmen. Esto es porque la parte lógica del cerebro, el prefeontal, no controla la amígdala, que detecta la ameza y produce adrenalina para desencadenar la acción necesria el enfrentamiento o la huida.
El primer paso es saber qué pudo causar la ansiedad (¿una ruptura de pareja?, ¿la insatisfacción laboral?, ¿la sobrecarga en el trabajo?, ¿no lograste graduarte o casarte?, ¿problemas con los hijos?, ¿no puedes tener hijos?) y el segundo paso es saber cuál es el miedo que sujeta esa ansiedad que fue causada por uno o varios motivos.
¿Cuanta tolerancia tienes a la incertidumbre?, ¿conoces el miedo a la incertidumbre de tu vida?.
El origen de la ansiedad tiene una parte genética importante (si tuviste padre y madre con ansiedad) y por ello una parte neuroquímica importante, ya que tus genes determinan también cuanto nivel de serotonina produce tu cerebro. Bajos niveles de serotonina se correlacionan con altos niveles de ansiedad. Pero la ansiedad también tiene un origen experiencial, si has vivido situaciones difíciles en tu vida de pareja, familia o trabajo, en un pasado, no los has trabajado bien, tu cerebro conectará rápidamente con situaciones parecidas en el presente (de pareja o de trabajo) y tendrás altos niveles de ansiedad. ¿Por qué? Porque una vez aprediste a estar tenso en estas situaciones y tu cerebro aprendió que esto es lo correcto para no salir herido.
La ansiedad es un vaso que se llena poco a poco y para vaciarlo se necesita a veces saber que lo causó, pero mucho más importante y difícil saber de qué te está informando ahora en el presente y cuál es el miedo que hay debajo y mantiene todo ese malestar.
Si vives una situación de amenaza y miedo con alguien de forma muy continuada, y durante mucho tiempo ( tu pareja, tus compañeros o jefes en el trabajo) has vivido una situación de hipervigilancia constancia, has acostumbrado a tu cerebro a estar sensible y en alerta todo el tiempo ante esa situación.
Y lo realmente asombroso de esto es que incluso tu mente puede generalizar a otras situaciones que antes eran inofensivas, mostrándote incapaz de conocer y abrirte a gente nueva, volverte a enamorar o buscar un nuevo trabajo.
Muchas personas quieren súperar la ansiedad por su propia cuenta. Algunas personas beben para relajarse y anular el prefeontal, otras empiezan a fumar, y otras realizan mucho ejercicio físico a un nivel de intensidad alto, parece que casi con el único objetivo de preparar a su cuerpo para la respuesta de lucha o huida. ¿Coincidencia? Yo creo que no.
Así que cuando descubres ese miedo y lo miras cara a cara, puedes crear un escenario o situación segura para ti donde te expongas a ese miedo y empieces a practicar para gestionarlo, podiéndolo enfrentarlo o huir, y cuando digo huir no es algo malo, esta respuesta de huida te salva la vida en más de una ocasión.
Si no sabes cuáles son tus miedos no te puedes exponer a ellos, y la exposición va de la mano de la palabra y del pensamiento, asi que habla de ellos, de los miedos, habla y mucho, escríbelos y léelos en alto, óyete y que te oiga esa amiga que te gusta o amigo, exnovia o exnovio, primo o prima, hermano o hermana, padre o madre, o psicóloga o psicólogo que sabe escuchar, que te incita a pensar y hace las preguntas adecuadas.
No sé tratar de quitar la ansiedad de una persona, se trata de hacer que esa ansiedad se vuelta útil y funcional nos ayude en la vida, se trata de aprender a experimentarla, la ansiedad adecuada nos mantiene vivos, nos mantiene en alerta a las amenazas, personas o situaciones que nos ponen en peligro y pueden hacernos sufrir. Escucharla es un primer gran paso, saber qué nos dice es el Segundo, reaccionar rápido y de forma emocionalmente inteligente el tercero.
Natalia Pedrajas (Fundadora y directora de «Apoyo Psicológico en Casa»)
