Luces de Navidad de baja calidad: un peligro potencial durante las fiestas

La falta de certificación de artefactos eléctricos se convierte en un riesgo para la familia

Labsol
3 min readDec 11, 2017

Cuando el consumidor adquiere un producto defectuoso como las luces de navidad de mala calidad, se expone a numerosos peligros, tales como incendios o electrocuciones. En este tiempo de fiestas donde es muy común utilizar estos artefactos, es fundamental comprarlos en lugares reconocidos y especializados en electricidad para prevenir riesgos en los hogares.

En Paraguay, el mayor consumo de energía eléctrica se da por medio de artículos de baja calidad que a su vez representan reducida durabilidad. Un ejemplo de esta realidad, son las luces de navidad que al momento de querer reutilizarlas, ya no funcionan.

Los peligros a los que se pueden exponer las personas al adquirir luces de navidad de baja calidad son el sobrecalentamiento y su derivación en incendios. Estos casos se dan generalmente cuando un arbolito de navidad de plástico o de PVC entra en contacto con artefactos defectuosos.

“Las luces de navidad que no son de buena calidad pueden sobrecalentarse y derivar en incendios, al estar en contacto con materiales inflamables como los arbolitos de navidad, que generalmente son de plástico o de PVC”, aseguró nuestro Gerente, el Ingeniero Robert Duarte.

Agregó que, en lo que respecta a la electrocución, las partes con tensión o partes vivas pueden quedar expuestas y las personas, especialmente los chicos, pueden entrar en contacto con ellas y tener desenlaces lamentables.

Consejos claves

  • Encender las luces solamente cuando hay personas en la casa.
  • No dejar las luces conectadas cuando los miembros de la familia están durmiendo o fuera del hogar.
  • Si es que hay chicos se debe tener un especial cuidado de no dejar estos artefactos al alcance de ellos.
  • Guardarlas de forma adecuada, poniéndolas en una caja y no dejarlas en lugares húmedos. Si éstas no se guardan adecuadamente, los cables pueden romperse, también pueden perjudicarse las pequeñas portalámparas.

Teniendo en cuenta estas consideraciones podrían durar por lo menos 4 a 5 años.

“Como las guirnaldas son muy llamativas, los niños tienen una gran tendencia a querer tocar o manipularlas porque se prenden y se apagan o cambian de colores y les llama la atención”, comentó Duarte.

Otra de las situaciones que se da, es la falta de consideración existente hacia los productos de electricidad que solo pueden ser utilizados dentro de las casas (por su categoría de aislación y aplicación) y por otro, artefactos para el exterior. Sin embargo, en la práctica existe un déficit de capacitación a los vendedores que puede traer consecuencias nefastas.

El vendedor circunstancial no tiene la capacitación para decirte que la guirnalda que estás comprando es sólo para uso interior. Un accidente común se da por el uso de guirnaldas de aplicación interna colocadas en rejas metálicas y cuando llueve, estas no tienen la protección y probablemente toda la reja quede electrificada. Es sumamente peligroso.

De ahí, la importancia de adquirir este tipo de productos de comercios especializados donde el vendedor pueda dar las indicaciones pertinentes. Para el consumidor inexperto no es fácil testear o comprobar la calidad del producto, como no hay una marcación o una certificación que distinga a los que cumplen parámetros técnicos de normas.

Se necesitan normas de control

En Paraguay no existe ninguna entidad que supervise el ingreso de este tipo de artefactos, tampoco hay una legislación que asegure el cumplimiento de normas de calidad de las luces navideñas. Este contexto hace menos probable la inversión voluntaria de los importadores en la certificación de sus productos.

“Labsol cuenta con equipos para realizar la verificación y certificación de la calidad de estos productos, pero ya que no existe ninguna resolución que obligue a los importadores a certificar los productos, el mercado está abierto a cualquier oferente”, explicó nuestro Gerente.

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