CLAVES DE UNA PROPUESTA DE INVERSIÓN: VIABLE, FACTIBLE Y ESCALABLE

El Venture Capital es una manera de financiar start-ups que tienen potencial de negocio y que necesitan financiación para crecer más rápido. El inversor obtiene una parte de la participación a cambio del dinero y de su conocimiento.

En este tipo de inversiones tienen un gran riesgo, pero por ello pueden ir acompañadas de grandes retornos. En este artículo, determinaremos ciertas claves que hay para determinar si un proyecto que merece la pena y decidamos invertir en él.

VIABLE

La primera clave es saber si la start-up se va a mantener a lo largo del tiempo y sobrevivirá, es decir, si es viable. Para saberlo tendremos que ver si el proyecto tiene mercado y si tiene una clara ventaja competitiva, es decir, ver que hay una oportunidad en el mercado. Este tipo de mercado ha de ser claro, definido y accesible, para que el emprendedor demuestre que la empresa ya haya alcanzado su “producto market fit”.

El hecho de que sea un proyecto viable y se va a mantener en el tiempo, no significa necesariamente que sea invertible. Recordamos que como inversor estamos buscando poder realizar un exit para obtener un beneficio económico de la inversión que habremos hecho. Por lo tanto, queremos que el proyecto que estamos valorando invertir no solo sea viable, sino también factible.

FACTIBLE

Una idea puede tener una oportunidad en el mercado, pero el quién y el cuándo es determinante para que el proyecto tenga éxito. Esto es lo que hace un proyecto factible: contar con un buen equipo de trabajo y el entorno adecuado. La personas que hay detrás de la empresa son de vital importancia ya que es lo que permitirá desarrollar con éxito esta idea: como dice Luís Martín Cabiedes, “un coche de carreras sin un buen piloto no ganará la carrera”.

De la misma manera, el “timing” es muy importante, especialmente para compañías digitales. El entorno ha de ser el adecuado para que la start-up pueda desarrollarse; la idea puede ser muy buena, pero si el mercado no está preparado, no prosperará.

INVERTIBLE

El emprendedor (o equipo) puede hacer que un proyecto sea viable y factible, pero es el papel del inversor evaluar ciertos criterios para determinar si esa empresa es invertible.

Para que un proyecto sea invertible, el inversor tendrá que ver que es escalable y que hay posibilidades de realizar un exit, es decir, ver cómo va a recuperar el dinero con cierto beneficio.

Cuando nos referimos a que un proyecto es escalable, significa que tiene la posibilidad de crecer rápido en un período de tiempo reducido. De esta manera, podemos ver cómo y cuándo vamos a realizar el exit, el segundo factor clave. Este último supondría poder multiplicar por diez la inversión que ha hecho el inversor dentro de 5 años, idealmente.

Al final, tiene que haber un equilibrio entre el valor actual de la start-up y sus ventajas con las perspectivas de futuro de esta misma para decidir si podrás sacar un rendimiento o no.

Así pues, ya sabremos que proyectos pueden resultar ser interesantes para invertir. Si encontramos una start-up viable, factible y escalable, ya nos podemos plantear presentar una carta de intenciones (o term sheet) dónde podremos qué estamos dispuestos a dar y las condiciones.