Los 90 de ‘Gabo’
A ‘Gabo’ comencé a leerlo hace algún tiempo, tres años para ser exacto. No fue ninguna de sus novelas, prefería sus artículos o notas periodísticas de la Colombia del ´91. Lo que prevalecía en esa época eran los estragos del narcotráfico y sus alcances en la región latinoamericana.
Sus novelas fueron -y serán- reconocidas por las personas que lo disfrutaron en la redacción, mientras yo me inclinaba por otros textos: algo que fuera de mi agrado. No imaginaba el error que cometía con esa postura sin fundamento que vagaba por mi mente. Al menos con la obra de ‘Gabo’.
Mi decisión fue la misma hasta mediados del 2016. Una tarde me encontraba en una reunión de amigos y el anfitrión gozaba de la buena lectura. Llegó el turno de las ‘recomendaciones literarias’ e inicie con un texto del uruguayo Mario Benedetti, La Tregua (1960).
–Ya qué hablas de esos títulos, necesitas leer Cien años de Soledad (1967) de Gabriel García Márquez. ‘Está bonito’ –repuso el dueño de la casa y acto seguido dio otro trago a su cerveza.
Omití su propuesta hasta después. Volvimos a la conversación en la siguiente ocasión que lo visité junto con un viejo amigo de la universidad para charlar sobre ‘lo nuevo de la semana’. Algo interesante iba a suceder.
No me percaté del todo pero ya caía lentamente en la tentación de conocer la novela de ‘Gabo’. Terminaba de leer un compendio de entrevistas a cargo de Fernando Botero, Conversaciones en la Cantina (2013); entonces decidí darle una oportunidad al escritor colombiano. Me guíe por los títulos de forma simple para elegir el primero. Mi decisión fue por Crónica de una muerte anunciada (1981).
Me atrapó desde las primeras letras hasta el final. Qué manera de narrar un asesinato y el manejo del tiempo en la historia. Sin duda algo nuevo para mí.
La crítica a la literatura no la conozco pero lo que si pude definir con toda seguridad, es que Gabriel me atrajo con su magia indescifrable del periodismo y redacción a la vez. ¿Esto fue lo que llevó al ‘colombiano agnóstico’ al premio Nobel de 1982?
Por tercera vez regresamos mi amigo y yo a la casa del que me involucró en el pasaje narrativo de ‘Gabo’. Le agradecí la recomendación, y en cierta forma, la insistencia.
–Me terminé el libro en cuatro días –dije.
–Eso no fue nada Levario, ahora sigue Cien años de Soledad.
Un día de diciembre del 2016 me hice del libro en edición cátedra para entrar de forma completa en el mundo de Aracataca, Macondo y demás. Reconocer cada rincón de la qué se podría definir como la novela más representativa del autor.
‘Gabo’ llevó la ficción y la realidad a cada uno de sus lectores. Varios aspectos de su vida los plasmó de forma brillante en una serie de relatos que no dejan de sorprender hasta el día de hoy.
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En abril del 2014 dejó de existir a la edad de los 87 años, pero nos heredó algo que seguirá vigente por muchos más: su gran obra literaria; el amor de su tierra, su familia y el deseo enorme de ver a Colombia en plena libertad.
Con esencia pura García Márquez nos dirige a lo bueno de la vida y nos invita a olvidar el tiempo. No vale cuando estamos en lo nuestro.
–Nadie sabe lo que ‘Gabo’ hizo con la máquina y el papel –pensé al final.
Por lo pronto, felices 90 años.