Kula Shaker K 2.0 -Reseña

Lucio
4 min readFeb 15, 2016

El regreso de la banda que nunca ha estado aquí

Blur, Oasis, Pulp y Suede (BOPS) siempre fueron y serán los máximos estandartes del Britpop, artística y comercialmente hablando, durante los últimos 2 tercios de los 90's nos regalaron verdaderas joyas discográficas que se mantienen vigentes dentro de la memoria colectiva y la cultura popular. Radiohead siempre se ha movido en otros terrenos, y atrás de todos ellos tenemos una larga lista de bandas que, por una u otra nunca alcanzaron la popularidad y el éxito de BOPS, de esa lista sobresalen Supergrass y Kula Shaker.

Influenciados por la música tradicional de la India, mezclada con la guitarra y voz de Crispian Mills, el bajo de Alonza Bevan, la batería de Paul Winterhart y los teclados sicodelicos de Jay Darlington le daban a Kula Shaker un sonido único, misticismo y melodias con ganchos efectivos le otorgaban un encanto muy particular, la formula creada por George Harrison 30 años atras resurgía con brios renovados. Publicaron K (1996), espectacular debut sin desperdicio alguno, le siguió Peasants, Pigs & Astronauts (1999), producido por Bob Ezrin, este tomó a una banda en el pico de su creatividad y bajo el manto protector de Columbia Records llenó el disco de orquestaciones y músicos de apoyo, fue su disco mejor logrado, aunque sin la espontaneidad del primero, después y sin que nadie lo esperara, desmotivados por las bajas ventas anunciaron su desintegración ese mismo año.

En 2004, Mills y Bevan acordaron reunir a la banda, aunque sin Darlington, desde entonces Harry Broadbent se encarga de los teclados, pasaron casi 3 años para que publicaran Strangefolk (2007), lanzado bajo su propio sello y con mucho empeño, la banda se inclinó más por las tonadas sutiles e incluso sombrías, Pilgrims Progress (2010) se caracterizó por una base con aires folk, luego de una pequeña gira de apoyo le siguieron presentaciones esporádicas hasta que anunciaron un receso indefinido en 2012, y luego solo silencio, hasta:

Grabado en Bélgica y producido por Mills y Bevan durante el pasado otoño, la banda poco a poco fue revelando más información del inminente nuevo álbum, titulado K 2.0 cuyo primer sencillo Infinite Sun también sería su pista abridora y sin duda nos dejaba muy buen sabor de boca. En la mañana de Navidad nos enteramos que el 12 de febrero sería la fecha de lanzamiento así también se anunciaron algunas presentaciones en diferentes recintos de Gran Bretaña, el 12 de enero y para seguir el protocolo se publicó el video del sencillo.

Solo restaba esperar y cruzar los dedos, y bien, qué tal está el flamante K 2.0?

Ya todos conocemos el tema abridor, buenos cambios de ritmo, un tema muy Kula Shaker para abrir camino, luego sigue Holy Flame, que puede sonar plano a simple oída, pero creanme, es de los puntos más altos de todo el disco, Death Of Democracy y ese falso riff que, bueno ni hablar, el resto de la canción es un Crispian Mills intentando ser Ray Davies y adivinaron, no sale bien librado, la onda mistica le va mejor que los temas satirico/sociales. Luego la cosa se pone rara porque uno cree que la canción se extiende por unos minutos más pero ¡Oh sorpresa! ya es la pista que sigue, con una base ritmica casi identica a la anterior, en fin.

33 Crows es una bella melodía cuasi country, campirana digamos, algo poco común en los oriundos de Londres; Oh Mary es el típico Kula Shaker de los últimos años, semi lento, con algún cambio de ritmo a la mitad para luego regresar al ritmo inicial, cero ganchos, eso no es bueno, High Noon suena mucho al Strangefolk y las guitarras como de película western no ayudan.

Get Right Get Ready es Funky sicodelico con intro Deep Purpleresco o qué diablos? A esta altura hasta se agradece que salgan de su zona confortable, por algo es de lo poco que sonó de este K 2.0 en su primer show después del lanzamiento. El disco cierra con Mountain Lifter, intrincada canción de aires epicos con mantra incluido y toda la cosa, ya saben, la marca de la casa, y ya.

En resumen, un buen disco que no les hará ganar más fans (tan solo vean su número de followers en Twitter), K 2.0 es una especie de compendio sónico de sus 2 discos previos, atrás quedó esa banda aguerrida que a fuerza de riffs y energía nos maravilló con su debut y me dejó con la boca abierta con su sucesor, tristemente la banda lleva 10 años con la rutina de esas «legendarias» que se mantienen en activo o se reúnen para sacar un álbum que sirva de pretexto para hacer conciertos donde interpreten esas buenas canciones que alguna vez les dieron prestigio y así mantenerse vigentes, aunque en este caso a un nivel mucho más modesto. Esta entrega no es mala, por el contrario, se me hace muy digna y merece que le regalen unos minutos de su tiempo, es raro encontrar un disco en el que los mejores temas se encuentren al inicio y al final, el problema es que en medio no hay nada de verdad sobresaliente que amarre todo.

Desde que anunciaron esta nueva reunión me emocionó más la posibilidad de por fin algún día verlos en vivo por lo menos como parte de algún festival otoñal, pero aun así esperé paciente y el tiempo corrió rápido de septiembre hasta hoy, ahora a seguir con el siguiente paso: cruzar de nuevo los dedos para que visiten México por primera vez. Finalmente siempre dará gusto decir:

Por cierto, no necesitan que les explique porqué le pusieron K 2.0 verdad?

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Lucio

Hoy me desperté y pensé: Qué chingaos hago aqui? #Altoparlante