Dark Souls, cómo desconecto a las doce de la noche y alguna polémica opinión que seguramente enfurecerá a muchos, pero, dejadme que disfrute de este juego como quiero

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Soy, muy a disgusto de mis amigos, alguien que aboga por la existencia de un Dark Souls más sencillo. O, quizás, más intuitivo. No digo que el juego sea peor por no tener la opción, pero que estaría bien tenerla. Entiendo que From Software no tiene todo el dinero del mundo, pero sí sé que hay modders muy aburridos por ahí. HEAR MY PLIGHT! Y encontrad una manera de implementarlo en el emulador de la 360 que hay en la XBox One.

Ahora en serio, el juego en sí me gusta. Yo solo abogo porque sea más inclusivo. O, quizás, porque la cultura que dice “git gud” de manera no irónica se quede en Dubai mientras Martin Walker hace… cosas. Oh, por cierto, eso es un peazo spoiler de la leche del Spec Ops, uno de los grandes juegos de la historia que, también, tiene una de las peores mecánicas de tiro con fusil de francotirador que he probado nunca. Jugadlo. Todo se suma para crear una experiencia maravillosa. Bueno, no maravillosa, pero sí fascinantemente interesante.

Pero bueno, no estoy aquí para hablar de una de las versiones más interesantes que he visto del… síndrome de estrés postraumático, supongo.

Estoy aquí para hablar de un juego irremediablemente frustrante, pero justo.

Ah, y antes de seguir, que le jodan al primer Capra Demon y sus perros.

Sabes perfectamente lo que has hecho para que te odie, maldito. Me debes 10000 almas

En serio.

Que le den

Prosigamos.

Estoy en la redacción de un periódico nacional español. No está mal como prácticas. Me pagan algo de dinero, estoy leyendo teletipos todo el día…

Sin embargo, cansa. Cansa estar delante del ordenador todo el día sin hacer nada. O, perdón, sintiendo que uno no hace nada.

Supongo que, como becario, soy normalillo. Quizás un poco distinto, pero no uno incompetente. Al menos no demasiado.

Así pues, como cabría esperar, siento que no tengo demasiada agencia en lo que hago. Independientemente de que, en efecto, tengo algo de agencia en ella. Después de todo, estoy trabajando en algo bastante relacionado a lo que quiero hacer con mi vida (escribir y entretener, por si no está claro).

Eso, aún con todo, no quita esa sensación.

Sin embargo, Hamish Black lo explica mejor. A él, el juego le ayudó terapéuticamente.

Pero antes de todo esto, voy a hablar del juego:

Eres el no-muerto elegido (lo estoy jugando en inglés, así que mis traducciones son mías) y tienes que… hacer algunas cosas. Primero, huir del manicomio. Un manicomio que, a pesar de estar poblado por demonios, es bastante más seguro que muchos de los que hay en EEUU.

Resultaría adorable si no fuese porque quiere matarte. Matarte MUY MUCHO.

Después de eso, tienes que tañir una campana, pero en realidad son dos. Luego, como que tienes que matar a todos los dioses de tu mundo y a todos los demonios (y algún que otro arbusto y perro con espada) y unir el fuego para que la Era del Fuego continúe.

Sin embargo, eso no es lo único que el juego te deja hacer. De hecho, no tienes por qué hacer nada de lo que te dice. Puedes hacer todo lo contrario y matar a todos, algo bastante más complicado de lo que parece. Pero sacudir bofetadas con una maza es muy satisfactorio.

Para mí, quizás, demasiado.

Pero bueno, el juego no te da casi ninguna información aparte de la que tú extraigas de conversaciones con gente y un par de escenas animadas que, más que nada, dan trasfondo. Las descripciones de los objetos también te dan información, pero, también, es más de trasfondo que otra cosa. Pero es que, en realidad, el juego es 50% trasfondo, 50% jugabilidad.

Al menos, lo que yo he sacado de él.

Y es interesante, porque es parecido al mundo real.

Descontando las maldiciones, los drakes (que no son dragones, sino como, no sé, primos o algo), el hecho de que el mundo se esté yendo al garete (bueno, dadle un momento a un señor naranja…) y todo eso.

El juego te da un poco de información y a correr.

Alguien (no recuerdo quién) dijo que la vida es como una película a la que entras a medias y nadie te quiere decir de qué va, de manera que tienes que averiguar qué es lo que pasa a través de todo lo que hay de fondo.

El Dark Souls es así. Sin embargo, puedes hacer preguntas a la gente en foros (como hago yo a veces, para ver si puedo matar al jodido dragón del puente. De momento no lo he conseguido, pero al menos he entrado al sitio que estaba vigilando. No tengo suficiente fe como para poder hacer nada ahí, pero he entrado y eso me consuela) y, como es un juego antiguo, ya no hay casi dudas.

Así pues, yo estoy viviendo la experiencia “fácil”. Y estoy ayudándome a mí mismo como puedo. Por ejemplo, recordándome que lanzar el mando por la ventana es, seguramente, mala idea.

Pero bueno, ¿por qué juego?

Porque me da una sensación de agencia y control que no siento tener en el trabajo al mismo tiempo que no me dice que soy la persona más importante del mundo.

Me da una sensación de éxito cuando, por fin, machaco a ese montón de píxeles imbéciles que han hecho avanzar imposible para mí.

I’m lookig at you, you massive FUCKING BELLEND

Pero bueno, por cómo está montado el juego, la profecía del no-muerto elegido, a mi entendimiento, no especifica quién es. De hecho, te cruzas con algún que otro personaje que quiere hacer lo mismo que tú. Básicamente, el no-muerto elegido es el no-muerto que reencienda el fuego. Que puede ser cualquiera (véase, el personaje jugador), pero no necesariamente tú (o sea, en el juego sí, pero la idea es que tú tienes agencia y puedes hacer lo que veas, pero has llegado ahí porque has llegado, no por nada en especial (salvo tu maza. Tu sangrienta y sanguinolenta maza con la que has aplastado a todos tus adversarios. ¡MWAHAHAHAHAHAHAHAHA! ¡MORID MALDITOS, MORID!)).

El juego te recuerda que todo es difícil pero, si sigues perseverando (léase, metiendo todos tus puntos de experiencia en fuerza para sacudir hostias como panes), podrás avanzar. Poco a poco. Mazazo a violento mazazo.

Es un faro de esperanza. No es como la luz verde de El gran Gatsby, porque para él es más un objetivo (inalcanzable, cierto), mientras que en este caso (y para mí en concreto), es más una guía, un punto de apoyo. Aunque, tarde o temprano, llegues a él, eso significará que has llegado a tu destino. En mi caso, embadurnar mi maza con toda la sangre de MIS ENEMIGOS.

Dark Souls me recuerda, como a Hamish Black (en serio, echad un vistazo a su canal de Youtube), que, lentamente, podemos salir de malas situaciones. Que todo puede mejorar, aunque no lo parezca ahora.

Todos podemos salir de la miseria. Todo lo que perdemos es recuperado más tarde. En mayores cantidades y de una forma más plena.

Menos cuando un PUTO CAPRA DEMON TE SUELTA A SUS PUTOS PERROS QUE TE ENVENENAN MIENTRAS ÉL EMPIEZA A SACUDIRTE CONTIGO EN EL SUELO CON UNA PUTA MIERDA DE ARMADURA ROTA QUE NO SIRVE PARA NADA.

#NeverForget

FUCK YOU, MAN

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