De un futuro incierto a trabajar de lo que me apasiona

Melisa Hildt
5 min readDec 3, 2018

--

El noviembre se cumplió un año desde que comencé a trabajar en tecnología y me gustaría compartir la historia sobre cómo llegué a encontrar lo que me gusta (y vivir de eso 😛).

La vida es eso que pasa cuando estoy viajando

Cuando comencé a adentrarme en tecnología no me di cuenta que iba a cambiar mi visión y perspectivas sobre todo o las oportunidades que se me iban a dar. Hace dos años no sabía que quería, había dejado la facultad hacía algunos meses, no me gustaba la idea de que una sola carrera definiera tantas cosas de las cuales no estaba segura, que supusieran un esfuerzo enorme de horas de viaje, dinero en las entregas y fotocopias, la idea de postergar muchas actividades durante tantos años de mi vida sólo por tener un título. El problema no era todo de lo que estaba insegura, sino que estaba siguiendo lo que me habían enseñado en el colegio y en mi casa, no lo que yo realmente quería.

Frustrada y perdida como estaba me propuse aprovechar esa situación para probar cosas nuevas que me dieran curiosidad, hacerlas por el placer de hacerlas y que eventualmente me ayudaran a encontrarme.

Lo primero que hice fue buscar un trabajo formal (hasta ese entonces hacía algunas cosas de diseño gráfico por mi cuenta) aplicando a búsquedas sólo de atención al cliente porque no sentía que calificaba ni sabía lo suficiente para otros empleos pero por impulso de mi familia me anoté para algunas de administrativa y quedé en un trabajo temporal como backoffice.

Para que no se me hiciera eterno el viaje al trabajo todos los días, comencé a indagar más sobre diseño leyendo artículos en Medium y escuchando algunos podcasts mientras hacía tareas repetitivas en la oficina, eso hizo que conociera lo que es Experiencia de Usuario y que me diera un poco más de curiosidad aprender a programar (unos meses antes había hecho algún que otro curso online de HTML y CSS). Fue entonces cuando en algún momento me di cuenta que estaba encontrando el camino que buscaba: Diseñar para contribuir con un granito de arena a mejorar la calidad de vida de las personas. Investigando y leyendo más entendí que si le ponía ganas y todo mi foco iba a ser capaz de trabajar en la parte del mundo que quisiera, en un lugar que me gustara y estar rodeada de personas donde no sólo se valorara por su conocimiento técnico o una carrera universitaria y eso para mí, es un balance que no se da en todos lados.

Lo que le siguieron fueron meses intensos y mucho cansancio cuando comencé un curso intensivo de programación durante tres meses. Mi rutina consistía en levantarme a las seis de la mañana, viajar más de cuatro horas por día donde aprovechaba para leer y capacitarme todo lo que podía leyendo documentación, artículos, mejorando mi inglés escuchando podcasts, dos veces por semana volvía a la medianoche a mi casa y los sábados salía de trabajar al mediodía donde nos juntábamos a practicar lo que habíamos visto durante las clases en grupo.

Me acuerdo el dolor físico y mental de llevar esa rutina, de querer largarme a llorar en el colectivo porque tenía sueño pero no me podía quedar dormida y todavía me faltaba una hora para llegar a mi casa, la frustración porque un montón de empresas contrataban y reconocían mucho más a trainees que se capacitaban en un lugar sólo de mujeres y a mí, en un mes se me acababa el contrato con mi trabajo de ese entonces.

Pero tenía un objetivo, estaba motivada y comencé a rodearme a personas que compartían la misma pasión por lo que hacen, algunas todavía son mis mentoras que me ayudan a sacarme dudas y consultar situaciones, escucharlas y conversar con ellas me inspira a ser cada día mejor a ser mejor persona y profesional.

Renuncié antes de que se me acabara el contrato y me puse las pilas para conseguir trabajo en tecnología ya sea como UX o frontend…por suerte no paso mucho hasta que conseguí una oportunidad y finalmente conseguí un trabajo en una software factory.

Sigo aprendiendo mucho en la teoría pero también sobre la marcha, a no sentirme mal por fallar o que algo me cuesta; cuando dicen que meterse en tecnología es aprender a manejar la frustración, creo no hablan sólo de javascript, es un poco de todo. Me pego la cabeza contra la pared todas las semanas y sigo tan apasionada como siempre porque estoy segura de que esto es lo que me gusta y mi próximo objetivo es recorrer el mundo haciéndolo.

Si llegaste hasta acá me gustaría por un lado, animarte a que si te sentís perdide como yo me sentía al principio a que sigas intentando cosas nuevas, que te embarres hasta la rodilla de nuevos conocimientos, que pruebes cosas nuevas inclusive sólo porque te llaman y te preguntes “¿Por qué no?”, a que mejores las que ya sepas y que te mantengas en constante movimiento.

No esperes a que el conocimiento te alumbre o las oportunidades te lleguen solas, tu crecimiento depende de vos.

Segundo, si estás leyendo esto y esta a tu alcance referir o que en la empresa que trabajas contratan juniors y trainees podés animar a que no se cierren en buscar en los mismos espacios, de eso también se trata también ser inclusivo. O incluso ayudar mentoreando, contestando preguntas, siendo amigable en las meetups y eso vale un montón para alguien que recién arranca.

Por momentos estamos tan en nuestra propia burbuja y mundillo que nos olvidamos lo que es recién arrancar, que hay otras personas alrededor nuestro que tiene verdaderas necesidades y nosotros somos realmente privilegiados, tenemos el poder de mejorar y cambiar un abanico de cosas increíbles con detalles pequeños.

Muchas gracias por leer! Si querés escribirme sobre este tema, diseño, tecnología, necesitas recursos para aprender o simplemente tenés ganas de charlar podes encontrarme twitter, linkedin o mail.💛

Gracias a Carolina Amarillo y Franco Falaschi que me dieron feedback y me animaron a escribir (además de que me impulsan a diario).

--

--