Comportamiento del Consumidor durante la pandemia COVID19

Fátima Josefina
2 min readAug 27, 2021

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Comía una deliciosa pizza de pepperoni en DiZuchero en Condado cuando nos llegó la noticia de que en unas horas comenzaría el lockdown y que por los próximos 15 días no podríamos salir de nuestros hogares mas que para lo esencial. Pero en Puerto Rico, siendo el puertorriqueño tan creativo, ¿como definimos esencial? Creo que esta era la pregunta generalizada en el restaurante. Eran las 6 de la tarde y comenzó a aumentar el tráfico de autos saliendo del área y poco a poco disminuyó la cantidad de transeúntes en la siempre movida avenida Ashford.

Desde ese momento todo cambió. Primero vino la incertidumbre de cómo sería manejado un asunto TAN NUEVO Y SINGULAR para todos. ¿Qué estaría abierto?¿Quiénes podrían volver a trabajar, quienes no? Y, ¿las clases en la escuela pública, los colegios, los hospitales, farmacias y estaciones de gasolina?. Solo teníamos la certeza que por los próximos quince días estaríamos en casa.

El encierro trajo consigo el reacostumbrarnos a nuestro nido. Siendo esta una generación de gente acostumbrada a trabajar fuera del hogar, las horas que pasábamos en él eran limitadas. Esta pandemia fue la oportunidad de: PARAR, VER y DISTINGUIR lo que realmente nos rodea. Nos dio el tiempo para apreciar nuestro espacio. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de plantearnos la pregunta,¿es realmente este espacio para mi? Al pasar los primeros quince días en pijama y poner al día el catálogo de Netflix, llegó el “wow moment”, asumir que el asunto iba para largo.

He visto el cambio en el hogar, antes hacia las compras en sitio, disfrutaba ir al centro comercial y buscar los artículos tienda por tienda. Amazon era para mi una referencia para las compras y aunque terminaba comprando el artículo en Puerto Rico, lo buscaba para ver cuál diferencia en precio habría.

Durante la Pandemia Amazon se convirtió en mi suplidor número uno. Su catálogo es tan amplio como diverso. Las búsquedas iban con mis necesidades de. día a día. El 2020 fue el año en que realmente le saqué el jugo a mi membresía Prime. Libros, aparatos de ejercicios, juguetes electrónicos, ropa, zapatos, herramientas para las manualidades, mascarillas, alcohol, muebles, lámparas, sábanas, toallas y todo aquello que me permitiera hacer del hogar uno más placentero. ¡Es tan simple y rápido comprar desde el celular que no hay manera de resistirse a eso! Contrario en disminuir mis gastos mensuales, los mismos siguieron como de costumbre, pero ahora con otros artículos.

Igualmente, me sucedió con la educación a distancia. Antes de la pandemia no la había considerado. La preparación y la especialización siempre han sido importantes para mi. En marzo del 2020 al tener tiempo disponible retomé mi pasión por la lectura tanto digital como con libros que compraba por la mentada plataforma. Comencé a tomar adiestramientos virtuales con mentores que ya seguía desde algún tiempo pero que por la distancia y las fechas no había podido asistir a ninguno de sus cursos o conferencias presenciales. Tomé cursos de mercadeo digital, talleres de estrategias especificas y hasta compré mi membresía de Domestika. ¡Desembocó y me trajo hasta aqui, a la Maestría en Medios Digitales!

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