LA NORMALIDAD QUE VIVIMOS LAS MUJERES EN NUESTROS PARTOS

Maite Martín Cortés
4 min readJan 30, 2017

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Mujer: «Me portao’ bien, he aguantado sin gritar na’ de na’, había una, la pobre que no paraba»; «Me dijeron que me viniera el lunes para provocármelo», «Soy muy debilucha para los dolores, fue tumbarme en la cama y no poder, me tuve que poner la epidural», «Menos mal los profesionales que me atendieron, no sé qué hubiera sido de mi», «Ahí me metieron los dedos, yo no sé cuántos», «Me empezaron a apretar la barriga, yo ya no tenía fuerza, yo no sabía cómo empujar», «Lo que tenemos que pasar las mujeres»,…

Profesionales: «Estoy el domingo de guardia, vente y terminamos», «Necesito monitorizar al bebé un ratito, túmbate por favor», «Es por tu bebé», «No grites que se te va la fuerza por la boca», «Voy a intentar no hacerte la episiotomía», «si no quieres la epidural, no puedo hacer nada», «Está aquí el anestesista, ¿quieres la epidural?», «Venga,si es esto es por tu bien»,…

Bebé: llora, …Si los bebes hablaran…

Me da pena como muchas mujeres viven sus partos, y repiten esa frase, «Bueno, ya pasó». Se ha convertido en algo «normal».

La normalidad podemos decir que es una “condición o cualidad de normal”. ¿y lo normal? La RAE en primer lugar, nos dice que es “Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural” y en segundo lugar, “Que sirve de norma o regla”. ¿Natural? ¿Regla/norma?.

La normalidad que las mujeres vivimos en España cuando tenemos un bebé, que se supone que es un “proceso fisiológico, normal, natural propio de mamíferos”, así lo describe González Merlo en su Manual de Obstetricia, es norma, “motivo número uno de ingreso hospitalario en nuestro país”, si un hospital, (un “Establecimiento destinado al diagnóstico y tratamiento de enfermos, donde a menudo se practican la investigación y la docencia” dice la RAE). Nadie sano desea ni debería ir a un hospital, (salvo visitas).

Otra norma, que no natural, es tratar a todos los embarazos como si fueran de Riesgo, cuando la mayoría no lo son, con consultas médicas y ecografías mensuales. Donde después de cada una, la mujer afirma: “Uff, menos mal, todo está bien”. Cuando esa frase debería ser lo ocasional y no la norma.

El miedo, no a lo desconocido, al horror del parto, es otra norma que no natural, que acompaña a todas las mujeres embarazadas, está tan calado, tan enraizado que se justifica con la maternidad, viene con lo de ser MAMÁ , “ya lo entenderás, cuando seas madre”, «pobrecita, no sabe a dónde va».

Pero claro, este pensamiento nos lo hemos ganado con el mensaje que hemos transmitido durante mucho tiempo, él bebe, parece no estar seguro dentro del vientre de su madre en la mayoría de los casos. ¡¿No?! como si no, crecen las tasas de inducción no justificadas, los partos instrumentados con indicaciones poco fundamentadas, las cesáreas innecesarias, el uso indiscriminado de la monitorización fetal continua, cuando la evidencia científica y las sociedades científicas de profesionales argumentan y teorizan sobre otra asistencia.

En España, hemos mejorado, sí, pero aún nos queda. Todavía es normal, que la que tiene una mala vivencia del parto, se le diga: “Ánimo, todo pasa, ya verás, ya tienes a tu bebe que es lo importante”, que sí, pero sólo porque estás viva, tú y tu bebé, pasamos por alto, actuaciones que no queríamos, no recomendadas, abusos de autoridad, faltas de información objetiva y basadas en la evidencia, violencias explícitas, que me preocupan, pero más las violencias invisibles, esas que pasan sin darse cuenta, ni las que la ejercen ni las que la padecen, esa son las que perpetúan el miedo al parto, la indefensión del bebé por nacer y el precio que ha de pagar, en la mujer, la necesidad de sumisión para sentirnos protegidas y en el profesional, la necesidad de proteger y controlar ferozmente, cumpliendo la profecía del horror del parto, incluso, en ocasiones generando culpabilidad y así heredándola de generación en generación.

No contento con eso, a las que van contando buenas experiencias, es normal que se les diga: “Tuviste suerte”. ¡¿Suerte?! Suerte, según la RAE: “Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual”. Un parto fisiológico, respetado, natural, … ¿casual? Debería ser una norma.

Nos lo dice la lógica, pero afortunadamente, además, nos lo dice la Evidencia Científica. En palabras de David Sackett, “la Medicina Basada En la Evidencia es la utilización consciente, explícita y juiciosa de la mejor evidencia clínica disponible para tomar decisiones sobre el cuidado de los pacientes individuales”. (http://www.svpd.org/mbe/niveles-grados.pdf) y no necesariamente la experiencia y opinión del experto. ¡Cambiar es bueno!, eso dicen.

La normalidad que las mujeres vivimos cuando tenemos un bebé , no es natural, y la asistencia que recibimos no está basada en la evidencia.

¿Cómo queremos cambiar la asistencia a los partos, si las mujeres españolas ven, y viven como normal las roturas artificiales de membrana (46,6%), partos inducidos (19,4%), partos de inicio espontáneo con necesidad de administración de oxitocina (53,3%), partos vaginales en litotomía durante el expulsivo (87,4%), realización de maniobra kristeller (26,1%), episiotomías en partos eutócicos (41,9%), partos instrumentales, ventosa, fórceps o espátulas (19,5%) y cesáreas (22,02%), con su variabilidad, según donde te atienden y quien te atiende. Si pudiéramos repetir el mismo parto…

Las intervenciones son necesarias, son avances para optimizar la salud materno-infantil, pero muchas no deberían ser lo normal, la norma.

Y mientras tanto, muchas mujeres siguen viviendo el parto con miedo, pensando que no pueden, que no pudieron, y deseando olvidar…

Seguimos…

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Maite Martín Cortés

Matrona, Sexóloga, enamorada de su profesión con hambre de formación constante que camina hacia la humanización de esta