¿Cómo Enfrentamos la Anti-Negritud en la Comunidad Latinx en la Era de Trump?

The Latina Institute
6 min readAug 21, 2017

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Photo: Tony Webster

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En la era de Trump, durante la cual la supremacía blanca no sólo tiene una cara pública, sino que también tiene un título en la Casa Blanca, las complejidades históricas de esta cuestión están vinculadas a los ciclos de opresión que nuestra sociedad ha interiorizado y ejercido. Denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx significa reconocer que las personas latinxs pueden ser anti-negras, y ser supremacistas blancos. Significa reconocer que la experiencia latinx no es monolítica, y debemos usar nuestro poder político para luchar contra la anti-negritud cada día. Significa decir, sí, Alex Michael Ramos, usted es de hecho un racista, y también lo son los otros latinos blancos, no negros que se unieron a usted en Charlottesville.

Como activistas latinxs por la justicia reproductiva, debemos denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx y luchar junto a las comunidades Negras y gente de color no negra para nuestra liberación colectiva. La misión de los opresores es dividir y conquistar — disuadir la unidad con la promesa de prosperidad a través de la blancura y la supremacía blanca. Debemos desafiar esto en nuestros seres, nuestros hogares, nuestras comunidades y nuestro trabajo.

Denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx significa reconocer el privilegio blanco, denunciar el racismo interiorizado, el prejuicio, la intolerancia, el odio y la violencia que perpetuamos. Significa reconocer que nuestra existencia ha sido colonizada, y hemos jugado conscientemente y subconscientemente en el plan del colonizador para alejarnos lo más posible de lo negro y de gente de color no negra.

Denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx significa desafiar a nuestras familias a ver el daño que les están causando a sus hijos, primos, tíos, amigos y comunidad al adoptar posiciones como el pensarse mejor que los negros, así negando nuestra propia existencia y reviviendo el trauma de dictadores y colonizadores del Caribe y América Latina que nos enseñaron a odiarnos a nosotros mismos.

A lo largo de la historia, la anti-negritud ha sido institucionalizada en las estructuras económicas y políticas del Caribe y América Latina, tal como lo ha sido en los Estados Unidos. La esclavitud, la expulsión forzada de los negros y la esterilización forzada de las mujeres en el Caribe y América Latina, así como la esclavitud, la eugenesia y las políticas “selectivas”(1) de inmigración de los Estados Unidos, son sólo algunos de los ejemplos de una lucha compartida por la justicia reproductiva. Al escribir sobre la anti-negritud a principios de los años 1900, Dorothy Roberts señala:

“Los eugenistas se opusieron a los programas sociales diseñados para mejorar las condiciones de vida de los pobres. Argumentaron que el cuidado médico adecuado, las mejores condiciones de trabajo y los salarios mínimos, perjudicaban a la sociedad porque esas medidas permitirían a las personas de herencias inferiores a vivir más tiempo y a producir más hijos.” (2)

El análisis de la profesora Roberts continúa siendo válido hoy, y fácilmente podríamos utilizar las palabras eugenistas y de supremacistas blancos de manera intercambiable. La supremacía blanca ha sido escrita en muchas de las leyes que gobiernan este país, y que hemos estado desafiando durante décadas. Nuestros sistemas económico, el educativo, el inmigratorio y el de salud, entre otros, nunca fueron construidos para beneficiar a la gente negra y gente de color no negra, a los inmigrantes y a los pobres. Fueron construidos de una manera que permitiera a la élite social a sistemáticamente controlar los cuerpos negros y gente de color no negra, a prohibirnos nuestra autodeterminación y para defender el patriarcado. El racismo anti-negro y la supremacía blanca perpetúan la opresión reproductiva. Denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx es parte del desmantelamiento de los sistemas de opresión que continúan criminalizando nuestras comunidades y a nuestros cuerpos, separando a nuestras familias y poniendo en peligro nuestro bienestar.

Denunciar la anti-negritud en la comunidad latinx significa desafiar las narrativas dominantes en torno al acceso a la salud, la inmigración y la salud reproductiva, incluyendo el aborto. Significa buscar y elevar puntos de datos que incluyan a todas nuestras comunidades y que reflejen todos los aspectos de nuestras propias experiencias en nuestros reportes. Significa nombrar cuando reuniones sobre la justicia al inmigrante no incluyen a los inmigrantes negros y traer a nuestros aliados negros a la mesa. Significa hacer que los funcionarios electos rindan cuentas, especialmente los representantes latinxs y a todos sus electores y no permitirles que hagan chivos expiatorios a ninguna comunidad negra, inmigrante o LGBTQ. Significa denunciar que hombres como George Zimmerman (3), Jerónimo Yanez (4) y, más recientemente, Alex Michael Ramos (5), son racistas, anti-negros y que operan dentro de la supremacía blanca. Significa apoyar la Plataforma de Pólizas para Las Vidas Negras del Movimiento de Black Lives Matter (6), trabajar con organizaciones lideradas por personas negras (7) y utilizar un lente de justicia racial en nuestro trabajo de defensa a la salud. A medida que hacemos el trabajo de descolonizarnos, debemos continuar organizándonos y movilizándonos juntos por nuestra libertad.

Como señala Rosa Clemente: “Ahora es el momento para nosotros, como pueblo, de entender que mientras exista la anti-negritud en nuestras comunidades, tenemos la responsabilidad de luchar contra la anti-negritud y el sistema de supremacía blanca por cualquier medio que sea necesario. Depende de todos nosotros contrarrestar la carrera hacia la blancura. Porque cuando todos las personas negras sean libres, todos seremos libres.”(8)

“La justicia reproductiva se logrará cuando todas las personas tengan el poder económico, social y político y los medios para tomar decisiones sobre sus cuerpos, sexualidad, salud y familia, con dignidad y autodeterminación.” Leamos Killing the Black Body, Undivided Rights: Women of Color Organize for Reproductive Justice, Reproductive Justice: An Introduction; denunciemos la anti-negritud y organicémonos.

  1. Dorothy Roberts. Killing the Black Body: Race, Reproduction, and the Meaning of Liberty (Knopf Doubleday Publishing Group: New York, 1997), 62.
  2. Ibid, 65
  3. Leticia Alvarado. “Zimmerman, Whiteness and Latinos [Opinion].” ABC News, July 18, 2013, (accessed August 14, 2017), http://abcnews.go.com/ABC_Univision/News/zimmerman-trial-latinos-overvaluation-whiteness/story?id=19701774.
  4. Mijente. “Latinx Anti-Blackness Killed Philando Castile.” Mijente. June 16, 2017, (accessed August 16, 2017), https://mijente.net/2017/06/16/latinx-anti-blackness-killed-philando-castille/ .
  5. Yesha Callahan. “White Nationalist Says He’s Not Racist Because He’s ‘Spanish’ and From Puerto Rico.” The Root, August 17, 2017, (accessed August 17, 2017), http://www.theroot.com/white-nationalist-says-hes-not-racist-because-hes-spani-1797946491?utm_source=theroot_facebook&utm_medium=socialflow.
  6. The Movement for Black Lives. Platform. https://policy.m4bl.org/platform/ (accessed August 15, 2017).
  7. Shanelle Matthews. “What Black Lives Matter Organizers Are Doing to Fight White Supremacy At Every Level.” Bustle, August 16, 2017, (accessed August 17, 2017), https://www.bustle.com/p/what-black-lives-matter-organizers-are-doing-to-fight-white-supremacy-at-every-level-76761.
  8. Rosa Clemente. “Not in our name: A Puerto Rican White Supremacist in Charlottesville.” Rosa Clemente, August 17, 2017, (accessed August 17, 2017), http://rosaclemente.net/not-name-puerto-rican-white-supremacist-charlottesville/.
  9. “Reproductive Justice.” National Latina Institute for Reproductive Health. http://www.latinainstitute.org/en/what-we-do/reproductive-justice-more (accessed August 14, 2017).

Diana Lugo-Martínez cumple como la Directora Principal de los Programas de Compromiso Comunitario para el Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva. Diana trae consigo una década de experiencia en compromiso cívico, la política, academia, y el desarrollo de liderazgo sobre una variedad de iniciativas de justicia social.

Para más información sobre la lucha de NLIRH por la salud, la dignidad y la justicia, visítenos en latinainstitute.org o síganos en Facebook y Twitter @NLIRH.

El Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva es la única organización nacional de la justicia reproductiva dedicada a desarrollar el poder de las Latinas y promover la salud, la dignidad y la justicia para 28 millones de Latinas, sus familias y sus comunidades en los Estados Unidos, a través del desarrollo de liderazgo, la movilización comunitaria, la abogacía de políticas públicas y las comunicaciones estratégicas

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