Yems Aguilera: “La poesía se hace por necesidad”
Nació en Colonia Boquerón, en el departamento del Guairá, migró a Buenos Aires y finalmente se estableció en Asunción para poder estudiar. La poeta migrante se decantó la poesía cuando vio que podía usarse como herramienta política.
“Despabílate amor” y “Te Quiero” de Benedetti fueron los poemas que representaron un quiebre en su vida. Anteriormente Yems consideraba la poesía como un género de élite, “muy clásico, muy aburrido”, sin embargo, tras el descubrimiento de autores como Benedetti, que interpelaban con un lenguaje sencillo, con temas políticos, la escritora supo que la poesía era lo suyo.
Si bien al principio Yems escribía narrativa, hoy ella considera a la poesía su género. “Me di cuenta de que me cuesta más la narrativa y me es más fácil la poética. Escribo siempre, pero especialmente en situaciones en donde estoy muy emocionada, frustrada o rabiada. Mis escritos surgen cuando estoy muy decepcionada del mundo, cuando necesito descargarme. Ahí nace la poesía y fluye rápido y sí o sí escribo a mano porque es algo urgente”.
“Escribo sobre la opresión. Sobre todo lo que sea género, clase, raza, sobre las disidencias sexuales, aunque también tengo algunos poemas más de tinte romántico. Me inspiro en la situación en donde la mujer se interpela, descubre el dolor y se da cuenta de que está en una situación que no es la del privilegiado”.
Su primera obra “Poemas al borde” (Arandurã, 2018) versa mayormente sobre la violencia de género, “la violencia contra las mujeres, especialmente las que sufrimos las mujeres feministas”. Respecto a su ópera prima: “me sirvió como experiencia, pero en mis siguientes publicaciones haré algo más independiente, autogestionado, con editoriales más pequeñas”.
“Siempre me gustó muchísimo leer. En mi pueblo natal era un bicho raro porque leía mucho. Era muy cuestionado que yo leyera por entretenimiento, por ese motivo mucho menos iba a decir que me gustaba escribir”
Yems indica que en el interior del país casi no hay librerías. Tuvo que migrar a la capital para estudiar una carrera universitaria y acceder a la cultura. En Asunción, estudia la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, y gracias a haberse mudado, cuenta con numerosas librerías y bibliotecas, algo impensable en su departamento de origen (Guairá) donde apenas recuerda una librería religiosa. La poeta resalta que nadie migra por gusto y subraya que la descentralización es un gran pendiente, así como el costo de los libros, para que más personas descubran y normalicen la lectura.
“Si estamos en un país en donde un libro sale el precio de lo que gana un campesino en una semana, difícilmente las familias del interior tendrán acceso a una biblioteca personal en la casa. Esto limita mucho a que puedan surgir nuevos escritores en diversas partes del país”.
En la nueva literatura paraguaya, escrita por jóvenes, hay muchos temas en común y mucha diversidad a la vez. Yems cita a autores como Edu Barreto, Fachu Aguilar, Cinthia Martínez, Patricia López, quienes escriben textos comprometidos, feministas y LGBTIQ. “Hay más ferias de libros, festivales, círculos de lecturas, talleres, más jóvenes que dicen que les gusta escribir”, apunta aunque a la vez señala de que no todo lo que se está publicando hoy en día posee calidad literaria.
“El desafío va por la descentralización. Llevar la lectura a la periferia, al interior del país y no solo las capitales departamentales. Que en los colegios del interior se lea y sea normal, que las familias lean con sus hijos, que se debatan autores y que no todo termine en Roa Bastos porque, si bien amo a Roa, también tenemos a muchos otros autores por investigar y descubrir”, finaliza.
