Cambios internacionales y regionales en el financiamiento

Tendencias de financiamiento

OTT
9 min readJul 16, 2021

Autora: Jenny Lah. El análisis se basa en datos, documentos de financiadores, otros informes y una serie de conversaciones semiestructuradas con 16 financiadores y personal de las redes de donantes. Además, recurre a fuentes de datos que demuestran la escala y las tendencias, en concreto el Sistema de Notificación por parte de los Países Acreedores del sistema del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE.

En este artículo encontrará:

  • La COVID-19 y el financiamiento de la TPA
  • Cambios internacionales y regionales en el financiamiento
  • Tipos de organizaciones financiadas

La COVID-19 y el financiamiento de la TPA

La COVID-19 puede haber supuesto una reducción del financiamiento a cuestiones relacionadas con la TPA.

Los entrevistados no observaron grandes cambios en 2019 respecto a las tendencias de 2018, lo cual parece corroborarse con los datos iniciales del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) (OCDE/CAD, 2020). En 2020, la ayuda internacional al desarrollo (AID) aumentó en 10 mil millones de dólares estadounidenses como consecuencia del apoyo brindado como consecuencia de la COVID-19 (OCDE/CAD, 2021), a pesar de los significativos recortes del Reino Unido.

Aunque los desembolsos globales ascendieron, muchos donantes bilaterales han tenido que hacer frente a dificultades con sus programas, teniendo que reorientar recursos para responder a la situación sanitaria y las consecuentes crisis en los medios de subsistencia, la educación y otras áreas (Grupo de Trabajo sobre Estadística del CAD/OCDE). Además, tuvieron que postergar actividades difíciles de llevar a cabo en tiempos de pandemia. Entre otras complicaciones derivadas de la COVID-19 se incluyó la dependencia adicional de los socios locales y un mayor hincapié en enfoques digitales (OCDE, 2020).

Algunos países y bloques (como Canadá, Alemania y Francia) han mantenido o aumentado su AID. Sin embargo, se teme que la AID no haya aumentado lo suficiente como para atajar la crisis. Además, inquieta la posible llegada de más recortes, incluyendo la reducción de AID en países con un ingreso nacional bruto (INB) inferior, con el fin de equiparar su compromiso con un porcentaje del INB.

Puede que algunos gobiernos donantes reduzcan el gasto público más adelante, en un intento de frenar su creciente deuda pública. El análisis de EURODAD, que aborda el período posterior a la crisis financiera internacional del 2008, sugiere que, incluso si ahora mismo los donantes bilaterales no están haciendo recortes, podrían aplicarlos de aquí a unos años (Van de Poel, 2020). Esto podría conllevar que otros gobiernos bilaterales cambien sus estrategias (como está haciendo el Reino Unido) pero, por ahora, ningún otro país ha optado por esta vía de reducir su compromiso con la AID en base a su INB.

Para las entidades filantrópicas, la COVID-19 ha conllevado un énfasis en la salud y la respuesta directa a la crisis

Un estudio sobre la respuesta de las entidades filantrópicas de Estados Unidos a la COVID-19 reveló que la mayoría tenía previsto aumentar su gasto centrándose, principalmente, en servicios de salud, justicia social, recuperación económica y otras respuestas (Dalberg, 2020). Los asuntos relacionados específicamente con el campo de la TPA no figuraron en un lugar prominente.

Dalberg observó además una tendencia similar entre las entidades filantrópicas africanas en su respuesta a la COVID-19, ya que también aumentaron el financiamiento destinado a la salud, la seguridad alimentaria y asuntos económicos (Mwangi, Tsan, y Tweed, 2020).

En teoría, un aumento del financiamiento a la salud podría desembocar en un incremento de los fondos para algunas cuestiones del campo de la TPA, como la responsabilidad social en materia de salud. Muchos agentes sobre el terreno han participado en ponencias y han escrito sobre la responsabilidad social durante la pandemia (Alianza para el Gobierno Abierto, 2020), pero sigue sin quedar claro si los financiadores están implicados y de qué manera. La TPA todavía no parece formar parte del financiamiento de las vacunas, a juzgar por el caso omiso al llamamiento a suspender las patentes.

Las instituciones financieras multilaterales han aumentado su financiamiento durante la crisis

El compromiso de los donantes multilaterales durante la crisis ha superado con creces el de los donantes bilaterales. Según análisis preliminares, los compromisos bilaterales cayeron un 17 % en 2020 en comparación con 2019, mientras que los compromisos de las instituciones financieras multilaterales (IFM) aumentaron en un 31 % (Dodd, Breed, y Coppard, 2020).

Para muchas IFM, estos esfuerzos extraordinarios fueron fruto de una consignación anticipada de presupuestos futuros. De este modo, necesitarán reposiciones antes de continuar con su gasto más adelante. Las IFM están financiadas por países accionistas, por lo que esto podría conducir a una reducción del gasto más adelante si las reposiciones son insuficientes para mantener los niveles actuales.

Debido a los retrasos experimentados, el Banco Mundial está bajo presión para que incremente sus desembolsos hasta alcanzar los más de 100 mil millones de dólares estadounidenses a los que se comprometió para responder a la COVID-19 (Duggan et al., 2020).

Una forma de acelerar este proceso es concediendo préstamos a Gobiernos sin exigir una preparación exhaustiva de proyectos como apoyo presupuestario. Si bien el Banco Mundial está adoptando cada vez más aspectos de la agenda de TPA, esto depende de las negociaciones con los países clientes y la presión constante de los donantes. Muchos analistas y activistas están muy pendientes de estos préstamos en aras de una transparencia y rendición de cuentas adecuadas.

El Fondo Monetario Internacional ha sido de las organizaciones más rápidas en proporcionar algunos de los paquetes de respuesta a la crisis de la COVID-19. No obstante, muchos activistas se inquietan por las condiciones de austeridad que implican las medidas de emergencia, ya que podrían obstaculizar el control democrático sobre el gasto presupuestario a medio y largo plazo (Jones, 2020). Además, los activistas destacan que un tercio de los países «no han sido capaces de comprometerse a realizar auditorías para sus gastos vinculados a la COVID-19» (Daar & Tamale, 2020).

Cambios internacionales y regionales en el financiamiento

Ligero aumento del financiamiento para la gobernanza internacional

Según el CAD, el financiamiento internacional destinado a la gobernanza ha experimentado una ligera subida, pasando de 19 mil 500 millones de dólares estadounidenses en 2015 a 22 mil millones de dólares estadounidenses en 2018.

La proporción de este financiamiento para la gobernanza procedente de donantes bilaterales miembros del CAD (los mayores donantes bilaterales, excluyendo a China) también aumentó de 11 mil millones de dólares estadounidenses en 2015 a 13 mil millones de dólares estadounidenses en 2018, lo cual corresponde al 10 % de los desembolsos generales en AID (Red sobre Gobernanza del DAC).

El financiamiento para la gobernanza en el África subsahariana es sólido, según datos del CAD

En líneas generales, el África subsahariana (ASS) y Asia meridional y central reciben la mayor parte del financiamiento en comparación con otras regiones. En cuanto a las tendencias, el financiamiento para la gobernanza subió en ASS, Oriente Medio, Europa y América del Sur desde 2015. Por otra parte, el financiamiento para la gobernanza descendió considerablemente en el Caribe, América Central y Asia oriental en 2018.

En 2019, los cinco países que más se beneficiaron del financiamiento para la gobernanza en ASS fueron:

  • Kenia (400,6 millones de dólares estadounidenses de todas las fuentes)
  • Nigeria (308,1 millones de dólares estadounidenses)
  • Etiopía (271,9 millones de dólares estadounidenses)
  • Níger (231,0 millones de dólares estadounidenses)
  • Uganda (196,0 millones de dólares estadounidenses).

Algunos financiadores, incluyendo Alemania y la UE, han pasado a centrarse en África (Ministerio Federal para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Alemania, 2017) (Comisión Europea, 2020).

La región del Sahel, en particular, también ha recabado una mayor atención como consecuencia de los conflictos, la crisis humanitaria y un aumento de las migraciones de refugiados (Alianza del Sahel, 2020) (Comisión Europea, 2020).

Los analistas llevaban mucho esperando (e incluso alentando) a que los donantes redujeran su financiamiento concesional a países de renta media estables como Ghana y Senegal. Tanto analistas como financiadores se han planteado pasar a otros modelos de asociación, como el aprendizaje entre iguales (Provost, 2014) (Steensen, 2014). Sin embargo, en el caso concreto de Ghana y Senegal, la AID no descendió entre 2015 y 2019.

Los entrevistados señalaron que Ghana, Senegal y Kenia siguen siendo centros neurálgicos en la región, es decir, lugares donde los financiadores establecen sus oficinas y desde los que desarrollan programas regionales. Esto produce un efecto de red, y las entidades en estos países reciben más fondos que las de otros países.

La mayoría de los filántropos africanos no están interesados en la TPA

La mayoría de los filántropos africanos no están interesados en financiar iniciativas relacionadas con la TPA, según un estudio reciente de Bridgespan (Schwier, Wallington, Holland, y Magoronga, 2020). Quieren evitar asuntos que entrañen riesgos desde el punto de vista político y, por consiguiente, definen a sus donaciones como ayuda para hacer frente a las «necesidades básicas», como la reducción de la pobreza y del hambre, la salud y la educación. Esto concuerda con los hallazgos de un estudio anterior sobre el financiamiento a los grupos de reflexión en países en desarrollo (Lah, 2017), que también concluyó que las entidades filantrópicas en estos países suelen centrarse en temas convencionales de la donación caritativa o temas relevantes para sus negocios como, por ejemplo, el emprendimiento.

Tipos de organizaciones financiadas

Los gobiernos de los países en desarrollo son los principales beneficiarios del financiamiento internacional

Los gobiernos receptores reciben más financiamiento que cualquier otro tipo de organización, ya que los donantes bilaterales y multilaterales suelen trabajar con ellos. La ayuda a través de gobiernos receptores se redujo ligeramente en 2018.

Los otros cuatro tipos de organizaciones que suelen recibir fondos son: organismos donantes gubernamentales, ONG de países donantes, instituciones de las Naciones Unidas y otras entidades multilaterales. En 2018, los donantes bilaterales del CAD incrementaron el financiamiento en comparación con 2015 a través de sus propios gobiernos y el sector privado.

Aumento del financiamiento para las ONG

Las ONG experimentaron un aumento en su financiamiento, incluyendo una ligera subida en los fondos destinados a ONG situadas en países en desarrollo. Sin embargo, las ONG que dependen de las contribuciones de los donantes siguen recibiendo el grueso del financiamiento otorgado al sector benéfico, mientras que el financiamiento a las ONG situadas en países en desarrollo aumentó partiendo de un nivel inferior. El financiamiento para las ONG internacionales registradas (que pertenecen a una categoría diferente, a pesar de que suelen tener su sede en el hemisferio norte y establecer numerosas oficinas regionales y nacionales) también experimentó cierta subida.

Los entrevistados sugirieron que las entidades filantrópicas y algunos donantes bilaterales se plantean con mayor frecuencia la posibilidad de financiar directamente a las organizaciones locales de la sociedad civil. Sin embargo, todavía no queda claro cuántos presupuestos e inversiones han cambiado en la realidad.

Algunos entrevistados comunicaron cambios en su financiamiento, en perjuicio de organizaciones del hemisferio norte y a favor de organizaciones regionales o nacionales. USAID también ha tomado este derrotero, como demuestra la puesta en marcha de la New Partnership Initiative, encaminada a fomentar que «USAID mejore la diversificación de los socios con los que trabaja, incluyendo organizaciones locales en países socios» (Maloney, 2020). Desde el Gobierno de Obama, USAID ha intentado realizar más adjudicaciones a nivel local, por lo que es probable que, con la Administración de Biden, se siga trabajando en esa dirección. A pesar de esto, el financiamiento o el intento de financiar a organizaciones locales no es una tendencia uniforme entre los donantes bilaterales y las entidades filantrópicas. Algunos financiadores bilaterales tienen otra perspectiva, a juzgar por sus documentos de estrategia.

Otros entrevistados afirmaron que se hacía más hincapié en mejorar el financiamiento mediante las coaliciones, asociaciones, redes y ONG internacionales. Además, hicieron referencia a la copropiedad y a mejorar la manera en que se ayuda a los beneficiarios secundarios mediante una asociación norte‑sur. Algunos empleados de entidades filantrópicas debatieron sobre esta opción debido a la ausencia de una presencia nacional que facilite la concesión de subvenciones directa.

Las grandes entidades filantrópicas africanas siguen sin constituir una fuente de financiamiento importante para las ONG locales

Las grandes entidades filantrópicas ubicadas en África suelen donar principalmente dentro de sus propios países, según un estudio reciente de Bridgespan, pero, por lo general, no a las ONG (Schwier, Wallington, Holland y Magoronga, 2020).

Los beneficiarios de su financiamiento son, predominantemente, el sector público (como los hospitales públicos y los programas gubernamentales) y sus propias fundaciones, y solo el 9 % se destina a las organizaciones locales.

--

--

OTT

OTT is a global consultancy and platform for change supporting better informed decision making.