“Cada rana cuenta”

Cómo una mujer salvó a la rana diablito en Nariño

PEQUEÑAS DONACIONES GEF
4 min readMar 20, 2019

El municipio de Barbacoas conecta las montañas de los andes con la selva húmeda del Pacífico colombiano. A medio camino entre los andes y la costa está la vereda San Francisco, un pequeño pueblo en medio de la selva que lucha por existir. Hoy de la mano de una profesora y con ayuda de una rana roja está saliendo adelante.

Bosque húmedo de la vereda San Francisco

La Oophaga sylvatica es una especie de rana venenosa que vive en los bosques húmedos tropicales de la región sur del Pacífico, en los departamentos de Cauca y Nariño, entre los 0–1000 metros sobre el nivel del mar. La especie está amenazada por la destrucción de hábitat causado por la extracción de madera, la tala para potreros y la caza para venta.

Libia Fajardo no es fanática de las ranas, pero las conoció de niña cuando jugaba en Altaquer, un pueblo en las montañas a media hora de San Francisco. Ella llegó hace 19 años a apoyar la ardua tarea de educar a los niños en medio de la guerra.

Libia Fajardo, la profesora que ama el bosque.

“Cuando yo llegué a esta vereda había presencia de grupos armados, diferentes grupos. Esta vereda ha sido muy golpeada por la violencia. Son como 30 familias de escasos recursos, humildes, trabajadoras, honradas.

El tema de la ranita surgió porque en unos tiempos después de la violencia la vereda quedó en una crisis que hasta el momento no ha podido superar. Entonces venía cualquier persona a la vereda y decía véndame tal cosa, y como había necesidad la comunidad vendía la rana”.

Rana diablito

Libia se encarga de todos los niños en la escuela de San Francisco, desde preescolar a quinto de primaria. Un día preocupada por el futuro de sus estudiantes creó el Grupo de Conservación de la Rana Diablito.

Niños del grupo ecológico la rana diablito

Con el apoyo de Sur Sostenible, una alianza entre el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF, implementado por el PNUD y la Gobernación de Nariño, Libia y su grupo recibió apoyo para fortalecer las acciones educación ambiental en su escuela y en otras escuelas cercanas, así como buscar fuentes de ingresos para las familias de la zona.

Primer Festival de la rana diablito.

El grupo de conservación de la rana diablito trabaja en el monitoreo local participativo de la naturaleza, ha realizado talleres de elaboración de productos con fibras vegetales y jordanas de integración con la comunidad. En junio de 2018 realizaron el Primer Festival de la Rana Diablito.

“Con este proyecto la comunidad ha tomado muy en serio la conservación del medio ambiente, por ejemplo con los estudiantes hacemos talleres para recuperar los valores culturales que hay en esta comunidad y eso incluye respetar la naturaleza. La comunidad también está muy interesada. Gracias a la rana diablito hemos recibido visitas de personas de otros países como Estados Unidos”.

Niños de la escuela San Francisco.

En el 2018, el trabajo de la profesora Libia y su grupo recibió el segundo puesto con la presentación oral en el V Congreso Colombiano de Herpetología.

Este premio fue un reconocimiento a la labor de una mujer comprometida con el futuro de sus estudiantes, a una mujer que encontró, en el ser menos pensado, la rana diablito, la forma de unir a una comunidad.

El Programa de Pequeñas Donaciones del GEF, implementado por el PNUD, tiene como objetivo fortalecer la gestión ambiental comunitaria, mediante la financiación de proyectos que contribuyan a la conservación de la biodiversidad, el fortalecimiento de las capacidades locales y el mejoramiento de los modos de vida de la población local.

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PEQUEÑAS DONACIONES GEF

El PPD GEF/PNUD Colombia, da apoyo técnico y financiero a proyectos ambientales que fortalecen capacidad local y modos de vida sostenibles.