La pesca responsable y el arraigo en el territorio

PEQUEÑAS DONACIONES GEF
6 min readJul 10, 2018

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“Somos muy egoístas, tenemos que aprender a ver las cosas de una manera más comunitaria. Si seguimos en esa tónica de esperar a que nos den, a que sigan opinando por nosotros, no vamos a avanzar. Hay que decir las cosas para mejorar, para aclarar las dudas, allí es que uno construye”.

(María Elena Arroyo, Taller de Cambio más significativo, marzo 2018)

Maria Helena Aroyo integrante de Yurupez y Rafael Arroyo PPD-FUNDAPAV durante una faena de pesca

Cuentan los miembros de la organización Unidad Productiva Yurupez en su propuesta al PPD que son 22 jóvenes pertenecientes a la comunidad de la vereda de Barranco, que a su vez hace parte del Territorio Colectivo Ancestral de la cuenca del río Yurumanguí. En este consejo se hizo un proceso de “fortalecimiento organizativo juvenil para proteger y alejar a los y las jóvenes de ser involucrados en el conflicto armado social y político que actualmente se vive en esta zona del país, ya que por la falta de ingresos económicos e impactos sociales son vulnerables frente a las propuesta que les plantean algunos actores para que hagan parte de sus filas”[1]. Tenían fuertes motivos para buscar proteger a sus jóvenes. La dolorosa experiencia de desplazamiento que habían sufrido las 13 comunidades del consejo del río Yurumanguí en 2001 había cambiado al consejo de muchas formas. La comunidad de Barranco estuvo por fuera de su territorio por más de cinco años y regresaron 35 de las 100 familias; la comunidad de El Firme, vecina río abajo, nunca regresó.

El 2 de mayo de 2014 se constituyeron estos 22 jóvenes en la organización Yurupez, si bien no formalmente, sí con el convencimiento que como organización podían aplicar los conocimientos que habían adquirido en “el proceso de formación técnica complementaria en el área Piscícola, el cual se llevó acabo con el SENA, a través del Programa Jóvenes Rurales Emprendedores del Centro Náutico Pesquero”1. Fue este grupo que formuló el proyecto presentado al PPD, junto con los pescadores de Barranco, quienes tenían como meta conformar su propia organización. Contó María Elena[2], la líder y representante legal de la nueva asociación de pescadores, que sacar adelante la pesquera en la comunidad de Barranco representa la posibilidad de recuperación de la comunidad, retorno de las familias y de asegurar la permanencia en el territorio después del desplazamiento. Ella dice que en este año, desde que lograron recuperar la planta eléctrica y la pesquera esta funcionando, han regresado ya cuatro familias más.

niños de Barranco en el río Yurumanguí

La pesquera funcionando con una mejor infraestructura y con electricidad es una pieza crucial en los cambios que se han presentado. Comentó Lucho que:

“Antes de tener electricidad tenia que traer mi hielo de Buenaventura. Muchas veces me comprometía con una pesquera que me diera lo que yo necesitaba, y necesariamente tenia que llevar el producto. Pues ahora tenemos el hielo aquí, gracias a Dios. Ha fluido la venta; por aquí pasa mucha lancha. Si uno no quiere llevar a la Pesquera, vende la pesca aquí. Entonces minimiza gastos; como los gastos son menos entonces más de un compañero se anima porque ve que de pronto le trae su poquito de resultado, no se gasta tanto y a cada quien le queda lo de su faena”.

Para Jarlin Caicedo es evidente el mejoramiento tanto en la producción pesquera como en el manejo del pescado y su calidad:

“El proyecto ha traído resultados positivos, buenos cambios. Antes uno se dedicaba a coger pescado y ahí mismo tocaba salarlo y ahumarlo. Hoy en día uno puede llegar tarde en la noche y compra su hielo o lo mete al cuarto frio. Antes uno podía hacer una o dos faenas, o con las redes uno las tiraba y tenia que regresar. Ahora con este proyecto usted puede hacer hasta tres pescas porque usted llega y carga el hielo y va saliendo. Antes tocaba ponerle mucho cuidado al pescado para que no se dañara, ahora uno ve duplicada la producción hasta 200%….. Los artes de pesca ahora son responsables, antes se usaban redes muy pequeñas, hoy en día todos pescan con malla 3.5 y 4. La producción se ve mejor, uno coge una canasta de ese pescado y sabe que es un pescado de buena calidad”.

Ambos coinciden en que hay más integración entre los pescadores. Luis Martín (Lucho) contó que antes pescaba solo y que ahora es muy bueno porque en la charla va creciendo la relación de amistad, de vecinos. Jon se refirió a que se ha visto mas integración entre los pescadores.

“Antes no teníamos lanchas; hoy en día uno ya ve más lanchas y los poquitos que estamos, estamos más unidos en cuestión de la pesca. Esperemos que la gente aporte su granito de arena para que las cosas vayan cambiando”.

Atardecer en Barranco- río Yurumanguí

Incluso, la pesca responsable está desplazando otras actividades. Jon contó:

“Todos los hombres de la comunidad están bien involucrados en el proceso de la pesca. Ahora la madera ya se esta colocando como muy lejana. La gente para sacar 100 o 200 trozas (de madera) demora mucho, y cuando la saca ya no le queda mucha plata, porque imagínese, tiene que esperar el agua grande, a que llueva. Es por eso que la mayoría de hombres y también mujeres se han dedicado a la pesca, porque es algo más rentable y más rápido se consigue el dinero”.

María Elena resalta cómo se han cumplido metas:

“Estoy muy agradecida con este proyecto de Yurupez porque se ha cumplido el objetivo que habíamos planeado que era posicionar la pesca responsable en el rio Yurumanguí, y hoy casi todo mundo haba de pesca responsable, que es lo que queremos”.

“…Ya tenemos conformada nuestra asociación de pescadores del rio Yurumanguí, ya tenemos personería jurídica …. Ya conseguimos una sierra, unas 50 canastas y conseguimos también una báscula. Y todo a través de este proyecto que me ha permitido conocer mucha gente con el objetivo de urupeconseguir lo que queremos, que es mejorar la calidad de vida de los pescadores y el crecimiento de nuestra actividad”.

Yurupez y la pesca responsable

El grupo de Yurupez abrió una puerta, una oportunidad para las comunidades del consejo del río Yurumanguí, sin duda. Y, como comentó María Elena:

“Tenemos la satisfacción con los jóvenes de haber podido articular las actividades que ellos hacían con lo que nosotros hacíamos. Hoy ellos siguen en su actividad pero se fortalecieron en el proyecto, al igual nosotros”.

Los autores de esta historia participaron en el taller de historia de cambio más significativo realizado en la comunidad de El Barranco el 18 de Marzo de 2018.

Autores: Aida Margoth Caicedo, Alba Edica, Ana Mosquera, Carmen Lucia Mina, Carmen Tulia Nira, Diana Michelle Soliman, Jhon Jarlin Caicedo, Jhon Jarlinca, Sevelina Castro, Luis Martínez y María Elena Arroyo. ( Miembros de Yurupez).

Constanza Ríos, María Elfi Chaves y Rafael Arroyo. (Consultores del proyecto PPD- FUNDAPAV).

[1] Propuesta presentada por Yurupez al PPD en su convocatoria de Pacífico Centro en 2015.

[2] Participante, junto con los otros autores de esta historia, en el taller de historia de cambio más significativo realizado en la comunidad de El Barranco el 18 de Marzo de 2018.

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