No es sólo ir a bañar y volver
“Ir a baño” es una expresión usada en el Valle del Cauca desde finales del siglo antepasado[1] para referirse a un paseo que se hace generalmente con la familia y amigos a un rio favorito donde existe una piscina natural o “charco”. En el territorio del Consejo Comunitario de Bahía Málaga La Plata no hay uno sino varios charcos, bellezas naturales rodeadas por el bosque húmedo tropical más biodiverso del mundo. No es de extrañarse, por lo tanto, que este consejo sea vecino del Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga y sea parte del Parque Natural La Sierpe y del Distrito de Manejo Integrado de La Plata. Tampoco es de extrañarse que en 2010 un grupo de habitantes del consejo hubiera creado una asociación de turismo comunitario llamada Ecomanglar, con el objetivo principal de “mejorar la calidad de vida de la comunidad, por medio de promoción y conservación de la oferta ambiental del archipiélago de La Plata Bahía Málaga. Por otro lado esta actividad turística ayuda a disminuir la presión sobre bosques y demás recursos naturales, regulando la deforestación y cambio climático, promoviendo el eco y etnoturismo”[2].
En La Plata se cuenta con un plan de negocios sobre etno y ecoturismo que implementa Ecomanglar, una cabaña turística con capacidad para alojar a 16 personas y un restaurante que ofrece diversos platos típicos de la costa pacífica. En el sendero El Morro está una de las piscinas naturales del consejo. En el marco del proyecto aprobado por el PPD se reconstruyó la parte del sendero que da acceso al charco. Ismelda[3] contó que ella considera muy importante la adecuación del sendero:
“El acceso al sendero, poder llegar a los balnearios. Se puede llegar a toda hora, no importa la marea, ahora es mucho más fácil. Desde los senderos hay mejor vista y se puede analizar mejor el paisaje. Se puede hacer una valoración del territorio y su diversidad, de los mangles, las plantas, ahora se puede hacer muy detallado. Lo primero que pasó cuando fui al sendero, subí las escaleras y alcé la vista fue ver cuatro especies de bromelias, todas florecidas y uno como que se enamora”.
Otros participantes también mencionaron cómo el sendero permitió una mejor valoración del territorio tanto por los habitantes de La Plata como los turistas que llegan allí. Etelvina, por ejemplo, consideró que el cambio más importante fue:
“Hoy podemos mostrar el territorio. Ahora se vende más, ahora se muestran las especies que hay, ahora hay un recorrido”.
Por su parte, Daniel dijo:
“Hay reconocimiento de la flora y fauna de nuestro territorio. Antes del proyecto solo se le hacia uso a una sola piscina, hoy en día tenemos dos, casi tres piscinas en uso. Se hizo un inventario de fauna y flora con un biólogo”.
Don Lleras es quien mejor sintetiza, tal vez, el sentir de los participantes en cuanto a que el sendero es una puerta que le permite a los visitantes conocer y valorar mejor el territorio:
“El recorrido a la piscina no es solo ir a bañar y volver porque todo el recorrido va con valor agregado, las islas, los manglares, la relevancia. Para el turista normal todo eso se pierde; solo vienen a bañar y ya; se pierde todo lo demás. Queremos que todo el que llegue se lleve el conocimiento básico de lo que hay en nuestro territorio”.
Don Lleras también plantea otros temas muy importantes para la consolidación de Ecomanglar.
“El ser humano esta amarrado a ver lo tangible como el sendero, pero yo digo que hoy el tema de los aprendizajes en lo contable es bastante representativo aunque es intangible. Me pareció un éxito como se manejó la parte contable del proyecto. Teníamos mucha debilidad porque cuando venían recursos no se ponía mucha atención a la parte contable o cómo se presentaba un informe. Al principio el cuello de botella fueron los informes. Nos fortalecimos en presentar esos informes. Nos fortaleció en la capacidad para seguir presentando propuestas, formulando y gestionando proyectos de cooperación nacional e internacional, las alianzas. Este punto es fundamental para aumentar su autoconfianza, pues los recursos resultantes de proyectos previos no habían sido manejados por Ecomanglar sino por el Consejo Comunitario”.
Ismelda cuenta que la participación de Neida fue básica:
“Neida hizo un trabajo muy fuerte en lo administrativo y haciendo los informes. Se fortaleció esa parte. Neida aparece porque es su ultimo año de contabilidad y necesitaba hacer su pasantía y Ecomanglar le dió la oportunidad para que hiciera su tesis. Ella le ha metido el pecho para afianzarse en la contabilidad. Ha sido un gran apoyo, le ha metido empeño y eso ha contribuido a que la parte contable se fortalezca, y con Claudia las cosas hayan salido bien”.
También consideran que el trabajo en equipo se vió fortalecido. Ismelda contó que otro cambio importante fue el trabajo en equipo.
“Los hombres metieron la mano duro, se pusieron de acuerdo en los días que iban a trabajar, sacaron el trabajo, lo hicieron….. Ahora vemos que como organización estamos en capacidad de ejecutar un proyecto bien y desarrollarlo”.
Los autores de esta historia participaron en el taller sobre el cambio más significativo realizado en el archipiélago de La Plata el 11 de diciembre de 2017.
Autores: Constanza Ríos, José Daniel Mosquera, Diana Díaz, Etelvina Valencia, Francisca Díaz, Gustavo Díaz, Ismelda Mosquera, Luis Carlos Hinojosa (Don Lleras), Lucas Mosquera. ( Asociados Ecomanglar)
María Elfi Chaves, Oivar Molano, Rafael Arroyo y Salmon Molano. (Consultores Proyecto FUNDAPAV- PPD).
[1] Jorge Isaacs, autor de La María, publicada en 1867, lo menciona en varias ocasiones….”El sitio escogido por Emigdio en el rio era el más adecuado para disfrutar del baño que las aguas del Amaime ofrecen en el verano…”
[2] Propuesta presentada por Ecomanglar a la convocatoria de Pacífico Central del PPD — Colombia en 2015.
[3] Taller sobre el cambio más significativo llevado a cabo en el archipiélago de La Plata el 11 de diciembre de 2017.