Crítica | Teatro: “Y finalmente salvarnos”, de Lisa Caligaris y Verónica Dragui
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█ Y finalmente salvarnos, de Lisa Caligaris y Verónica Dragui | Con Lisa Caligaris | Luces de Diego Quiroz | Vestuario de Azul Borenstein | Dirección de Verónica Dragui | En el Espacio Polonia (Fitz Roy 1477, Capital Federal, Buenos Aires, Argentina) | Entradas $ 80 — $ 100 | Funciones: los sábados a las 21 horas | Noviembre 2015.
Y finalmente salvarnos, unipersonal femenino con condimentos dramáticos y cómicos, opera en dos niveles casi simultáneos pero bien delimitados: uno, el primero, metrateatral, que simula una especie de exposición fiscal que presenta pruebas a un jurado, que es la audiencia. Desde aquí es que se narra lo que se hablará en “la obra”. El segundo, que sucede dentro de un cuadrilátero pintado con tiza dentro del ámbito representacional (imposible no referenciar a Dogville, el -aún hoy- impresionante no-teatro-filmado de Von Trier), trata de la historia de una mujer de pueblo, en los años ’50, que sufre algún tipo de enfermedad que la obliga a guardar cuarentena, y los inconvenientes que esta situación conlleva (especialmente con su familia y vecinos).
La separación de dos tiempos y la duplicación de los lugares escénicos parece sostenerse en el supuesto de que el “presente” se encuentra interviniendo de un modo crítico en el “pasado”. El protagónico de Caligaris es un importante desafío, exitosamente superado. Entre lo destacado de la pieza, con una escenografía colgante que resulta un efectivo dispositivo de intercambio de máscaras, se encuentra la iluminación de Quiroz, que ha sido desplegada en muchas de sus infinitas posibilidades, y colabora en la composición de memorables escenas.