Crítica | Teatro

La capacidad performativa del lenguaje

Sobre ‘Gorila’

Paratexto Mag
2 min readApr 16, 2018

Tragedia de realismo social que zurce en su pliegue sucio, Gorila lleva una idea de verosímil conurbano hasta el límite de la asfixia. Por suerte, también sabe volantear antes, atenuar un impacto vinculado a lo sórdido, y dejarse y hacer flotar por la deriva de un surreal teatro de interioridades, de sensibilidades expuestas donde casi todo está puesto en juego: un ritual que puede hacer uso de la danza, de los filtros de la luz, para desarmar una retórica áspera de miseria y construir sobre eso una poética humana, demasiado humana.

Gorila es la historia de dos familias vecinas que se acercan tanto como pueden , tanto como se lo permiten. Y juega con prejuicios de género y clase. Si hace un aporte en la visibilización de la grave problemática del feminicidio, también es cierto que no logra esquivar lo que trae consigo en términos de convención. Con actuaciones fuertes, una escenografía y vestuario de naturalismo lumpenproletario y la constante presencia del acecho, hacen de la obra un todo amenazante en el que constantemente se espera lo peor. Hasta que pasa.

--

--