Arquitectura Venezolana

Rafael Osorio Vaamonde
40 min readJul 25, 2023

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Con motivo de que el 4 de julio, se celebre el día del arquitecto en Venezuela quiero profundizar en la razón de esta fecha, así como de la historia de nuestra arquitectura.

Para empezar la conmemoración se debe a que el 4 de julio de 1945 se funda en Caracas la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA), que años luego se transformaría en el colegio de arquitectos de Venezuela.

Documento fundacional y los siete firmantes | 1945

Este hecho fue llevado a adelante por Luis Eduardo Chataing (1906–1971), quien junto a Rafael Bergamín (1891–1970), Cipriano Domínguez (1904–1995), Enrique García Maldonado (1905–1990), Heriberto González Méndez (1906–1992), Roberto Henríquez (1905–1990) y Carlos Raúl Villanueva (1900–1975). La intención de estos profesionales era impulsar el desarrollo de la arquitectura como una profesión y un estudio universitario, vale la pena recordar que la primera escuela de arquitectura en el país apareció en 1941 en la Universidad Central de Venezuela, pero agarraría realmente vuelo con la apertura del nuevo campus en un edificio diseñado por Villanueva para la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Además de ello la intención fundacional de la SVA era estrechar las relaciones entre los miembros (arquitectos) en pro de la profesión.

Durante la revisión que iré realizando a continuación muchos de los momentos que visitaremos estarán centrados principalmente en torno a Caracas, esto se debe a que por ser la capital ha sido desproporcionalmente receptora de recursos y por ende de arquitectura durante la gran mayoría de la historia del país.

Periodo Prehispánico

Para poder revisar, brevemente, la historia de la arquitectura en Venezuela y por lo tanto hay que empezar viendo aquello que los primeros pobladores crearon siglos antes de la llegada de Colón. Una buena parte de la información arquitectónica-histórica que tenemos del periodo prehispánico se debe a las investigaciones de Graziano Gasparini (Gorizia Italia 1924 -Caracas 2019) quien durante años se dio a la tarea de recorrer, conocer y estudiar la herencia histórica de Venezuela.

Las piezas arquitectónicas de las comunidades indígenas se trato de estructura en madera que a simple vista pueden resultar “precarias o primitivas” sin embargo en su simpleza hay respuestas a las condiciones climáticas de su entorno así como de la cosmovisión de dichas sociedades.

El Shabono, creado por la etnia Yanomami, es la más resaltante de todas, una suerte de vivienda colectiva o poblado. Sirve de cobijo a grupos de decenas de familias que se protegen de las inclemencias del clima en la selva amazónica de Venezuela y Brasil. De planta ovalada, un circulo que se alarga, se abre al cielo en su centro creando un patio para ventilar; una estructura aporticada simple soporta un muro cubierta en diagonal que asciende desde el suelo en ángulo hasta proyectarse sobre la cara interna del ovalo.

Vista aérea Shabono

Al estudiar más de cerca los Shabonos podemos ver que desde el cielo se siente un solo anillo cubierto, pero al adentrarnos vemos que esta formado por dos o tres anillos concéntricos. El más externo y cercano al muro pasa a ser el espacio más privado y donde la comunidad duerme, mientras que el anillo más interior pertenece a los espacios de trabajo a la sobra del techo, por ultimo el patio central funciona como espacio social para la comunidad.

Vista interna de Shabono

Además del Shabono, existen edificaciones como los palafitos, viviendas construidas sobre pilotes en la costas, ríos y lagos, permitiendo a sus habitantes vivir tranquilos independientemente de las idas y venidas de las aguas. Tampoco puedo dejar de mencionar los pequeños “ranchos” viviendas en barro y bareque soportadas en un pequeño podio de piedras, ambas decisiones para proteger a las viviendas de la humedad y frio de los suelos en las cordillera de los andes.

Periodo Colonial

El 1ero de agosto de 1498 Cristóbal Colón, durante su tercer viaje descubriría la desembocadura del río Orinoco iniciando de esa forma el periodo de exploración y colonización de Venezuela por parte del imperio Español, tan solo dos años luego se fundaría la primera ciudad en Suramérica por parte de los europeos, Nueva Cádiz en la actual isla de Cubagua como punto de partida para explorar el territorio y explotar la pesca de perlas en las costas entorno a la isla con ayuda de indígenas locales. En 1527 después de idas y venidas entre conquistadores, indígenas, nuevas leyes para la conquista por parte de la corona española, se fundaría el 26 julio la ciudad de Coro, actual patrimonio de la humanidad por su riqueza arquitectónica en cuanto a este periodo se trata.

Los españoles en América era escasos, llegando apenas algunas decenas en cada barco y por ley la reina Isabel II prohibió el viaje de mujeres solteras al nuevo mundo por ello los hombre tomaron por esposas a muchas indígenas, quienes a ojos de la corona debían de ser tratados como personas libres, merecedoras de buen trato y sueldos justos, esto influencio al mestizaje desde los primeros momentos de la colonia. Rápidamente y por diversos motivos los indígenas pasaron a ser una fuente de mano de obra para la construcción y sus conocimientos de la madera sería instrumentales para la edificación durante la colonia.

A diferencia de otras provincias en el nuevo mundo Venezuela, no tenia minas de plata u otras riquezas inmensurables, la sobreexplotación había acabado con las perlas de Cubagua por ejemplo. Esta “pobreza” se traduce en una arquitectura sencilla, sin mucho ornamento o materiales nobles como sí se puede observar en zonas más adineradas como el Perú o México.

Nuestra arquitectura hay dos tipos de edificaciones que resaltan en cuanto a su valor, las eclesiástica y las viviendas. Primero las eclesiásticas como mencionamos antes eran una versión simple, casi que de composición pura, un tanto contrario al barroco y churrigueresco que predominaban en la arquitectura de habla hispana para aquellos siglos. Sin embargo hay una clara influencia por parte de las tradiciones en madera indígena, esto en cuanto al trabajo de los techos en madera y el tallado de los retablos que terminaban por ser la pieza más emblemática de cada iglesia.

Catedral Santa Ana de Coro, Coro | 1583
Iglesia de Altagracia, Caracas | 1656

Por su parte la arquitectura de vivienda se divide en dos tipos, las viviendas de ciudad y las haciendas en el campo. Su principal característica es su distribución se da entorno a uno o más patios, los cuales cumplen la función de ventilar e iluminar los espacios internos de la casa, así como permitir un punto de recolección de aguas de lluvia. En el perímetro del patío se tiene el corredor, un espacio interior pero exterior por su disfrute y que termina siendo el área social de las vivienda, y funge también de espacio de transición con las habitaciones, comedor, cocina y otras áreas del hogar. Por ultimo y no menos importante las viviendas coloniales tenían un zaguán, se trata de un espacio-pasillo que conecta el exterior de la casa o el patio principal, durante este recorrido las personas presidian de su indumentaria de viajes y se iban aclimatando a la casa, el zaguán al igual que el corredor funcionan como espacios que desdibujan las lineal entre el adentro y el afuera de la arquitectura colonial venezolana.

Por ejemplo, observemos la casa de Bolívar en el centro de Caracas. Ante todo debo señalar que las misma ha sido modificado en varias ocasiones por su significado histórico, cambiando parte de los materiales de la misma, sin embargo su configuración en planta ha sido poco alterada. Se trata de una casa en medianeras con únicamente la fachada este da a la calle, las habitaciones principales se organizan entorno al patio principal (el primero de derecha a izquierda). Mientras que los demás patios eran exclusivamente para los servicios y entorno a ellos se encontraban despensas, cocinas y habitaciones para los sirvientes.

Casa natal de Bolívar | 1643

Si bien ambas son bastante parecidas y se guían por los mismos principios, hay temas en cuanto a la relación interior exterior que son importantes. En el caso de las casas de hacienda, el corredor que usualmente se encuentra entorno a los patios, pasa también a estar en el perímetro de las viviendas en sus fachadas más importantes puesto que al encontrarse en medio de campos y plantaciones cumple el mismo propósito de espacio difusor intermedio con el disfrute de las áreas verdes, como es el caso de la Hacienda la Vega donde el corredor describe una L en las fachadas norte y este de la casa, además de ser considerablemente más ancho y espacioso que el que se encuentra en el patio.

Hacienda La Vega | 1590

Es importante señalar que las casas de hacienda, son considerablemente más grandes y elaboradas que aquellas de la ciudad. Durante el periodo colonial la mayor parte de la población vivía en las haciendas ya que eran los espacios productivos y de tanto en tanto viajaban a la ciudad donde todas las grandes e importantes familias tenían una casa que resultaba más modesta por ser una vivienda secundaria. La gran mayoría de las edificaciones eran de un piso aunque la altura eran considerables con motivo de permitir la ventilación natural de los espacios; algunas excepciones como la casa de los Arcaya en Coro, la casa Guipuzcoana en el puerto de La Guaira o el Palacio de Gobierno de Caracas existen.

Independencia y periodo Republicano

Con los hechos de 1810 y 1811 Venezuela declara y firma su independencia, respectivamente. Tras trece años de guerra Venezuela quedaría finalmente libre del yugo español, sin embargo buena parte de la población masculina seguiría a Bolívar en la independencia del continente. En 1830 Venezuela se separa de la Gran Colombia, e inicia un periodo marcado por el caudillismo y los conflictos civiles a lo interno como la guerra federal (1859–1863) se estima que unas 300.000 personas perdieron la vida lo que equivalía a 1/5 de la población del país. Esto demuestra lo inestable de la sociedad y política venezolana por aquel entonces.

La estabilidad llegaría gracias a un ultimo caudillo, Antonio Guzmán Blanco, quien se haría con el poder en 1870 y gobernaría directa e indirectamente hasta 1888. Guzmán Blanco habiendo nacido en una familia adinerada, su padre había sido ministro y vicepresidente del gobierno, le permitió viajar a Estados Unidos y Europa, de esta forma pudo conocer de primera mano las transformaciones como la París del Barón Hausmann. Cuando llego al poder Guzmán se dio la tarea de “civilizar” al país en buena medida impulsado por Hausmann en hacer de París una ciudad limpia y al mismo tiempo de calles anchas difíciles de bloquear; el caudillo busco la forma de conectar Caracas y Venezuela para poder responder rápidamente a cualquier movimiento particular que quisiese hacerse con el poder de forma rápida y mejorando las comunicaciones con el uso de ferrocarriles, alumbrado publico, telégrafos a toda vez que invirtió en elaborar parques, avenidas, edificios públicos, sistemas de acueductos y cloacas, entre otros.

El guzmancismo marco la entrada a Venezuela de los neoestilos, la época de los revival, como joven republica que busco crear su propia identidad luego de décadas de guerra se construyeron edificios neogóticos como la fachada del palacio de las Academias o la basílica de Santa Capilla, neoclásicos como el Capitolio y el Teatro Municipal, o en otros estilos como el Templo Masónico o el Parque El Calvario.

Como en otras partes del mundo este periodo se caracterizo por un asenso en los valores humanísticos y culturales, Guzmán Blanco busco crear por medio de la arquitectura una Caracas moderna y culta, con edificaciones que lo reflejasen dedicadas a lo cívico y publico, aunque tropicalizando estos estilos en cierto sentido. Dos de las edificaciones más emblemáticas de este periodo fueron el Palacio Federal y Legislativo (actual capitolio) sede de los 3 poderes públicos, y unas cuadras más al sur el Teatro Municipal, son ejemplo de la intención renovadora y secular de Guzmán.

El Capitolio fue elaborado por Luciano Urdaneta y finalizo su construcción en 1877 tras 6 años de obras, que empezaron con vaciar una manzana entera, previamente ocupada por un convento, y se alzo como un doble palacio de dos cámaras todo organizado en torno a un patio central (similar a las casas coloniales). Constituye quizás el edificio más importante elaborado durante el gobierno de Guzmán Blanco.

Vista del Patio del Capitolio | Luciano Urdaneta 1877

Por su parte el Teatro es obra de Esteban Ricard y abrió sus puertas en 1881 presentando al publico Caraqueño “El Trovador” de Verdi. Con sus 3 niveles de asientos alcanza una capacidad de 1.300 puestos, mientras que la antesala de recepción fue adornada con frescos y esculturas de diversos artistas nacionales e internacionales. Guardando las distancias, fue la intensión de Guzmán Blanco elaborar un teatro de primera como los que se estaban construyendo en las ciudades más importantes de Europa: París (Opéra Garnier), Londres (Royal Albert Hall) o Viena (Wiener Staatsoper).

Grabado del Teatro Municipal | Esteban Ricard 1881

Si bien Guzmán Blanco termino por exiliarse en París, la modernización no quedo ahí y durante la ultima década del siglo XIX como la primera del siglo XX se construyeron y renovaron otras edificaciones. Acá podemos señalar la remodelación del Palacio Municipal de Caracas de 1906, donde Alejandro Chataing le dio su imagen interior y exterior actual, e incorporo elementos en metal y vidrio que habían tenido poco uso hasta este momento. También surgieron edificios que han sobrevivido hasta nuestros días como el Palacio de Miraflores, de 1899 autoría de la dupla conformada por el ingeniero italiano Giuseppe Orsi de Mombello, y el arquitecto Juan Bautista Sales, un palacio presidencial inspirado en aquellos de la Francia barroca, pero nuevamente se utiliza el recurso del patio con fuente y jardín al centro del mismo, ya que se trataba de una palacio en la periferia de la ciudad y no uno de campo.

Patio del Palacio Municipal | Alejandro Chataing 1906

Vale destacar que a finales del siglo XIX, Caracas contaba con aproximadamente 70.600 habitantes. Fue durante 1888 que se decide edificar el primer gran hospital de la ciudad, el Hospital Vargas, que sería sumamente importante treinta años luego para combatir la gripe española en la capital.

Fue también en torno al cambio de siglo que Caracas tuvo su primeras expansiones más allá de su damero, con El Paraíso al suroeste como una urbanización para las personas adineradas con casas rodeadas de jardines y Catia al noroeste como urbanización para la clase media. Esto permitió que durante los primeros años de 1900 se realizaran distintas construcciones de diferentes estilos en el Paraíso entre los que valen destacar distintas casas como la Villa Zoila del presidente Cipriano Castro, la Quinta las Acacias de la familia Boulton actual Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana, quinta Los Laureles de la familia Arcaya actual Colegio Teresiano Nuestra Señora de Coromoto, Villa Julia con la particularidad que su estructura es realizada totalmente en piezas de hierro prefabricadas, el colegio San José de Tarbes o el Club Paraíso diseñado en estilo neohispanico.

Fotografía de 1902 del Colegio San José de Tarbes | Juan Hurtado Manrique 1895

Algo importante, o interesante, a señalar es que durante esta época empieza a reconocerse el oficio de ingeniero o arquitecto resaltando nombres como los de Alejandro Chataing, Esteban Ricard, Luciano Urdaneta, Ricardo Razetti, Juan Hurtado Manrique, Vicente Lecuna, Jesús Muñoz Tébar, Juan Bautista Sales entre otros. Una buena parte de estos profesionales estudiaron matemáticas e ingeniera en la Universidad Central de Venezuela, que por aquel entonces funcionaba en el centro en el convento de San Francisco, actual Palacio de las Academias. Estos conocimientos en matemáticas, ciencias e ingenierías les permitía dibujar y diseñar las edificaciones y supervisar la construcción de las mismas.

Primera modernidad, comienzos del siglo XX

En diciembre de 1908 asciende al poder Juan Vicente Gómez quien había dado un golpe de estado a Cipriano Castro debido a la ausencia del mismo. Gómez gobernaría hasta su muerte en diciembre de 1935, un periodo de casi 27 años (solo dos días por debajo). Durante su mandato se alcanzo a convertir a Venezuela en un estado moderno, aunque no democrático, acabando con caudillos y disidentes y dando fin definitivo a las rencillas y conflictos que mantenían una inestabilidad política en el país durante todo el siglo XIX, en buena medida gracias a la formación de un ejercito profesional hecho que logro en conjunto a su predecesor Castro, basándose en el modelo prusiano para modernizarlo y centralizar el mando del mismo. Gómez mudo la capital y su corte a Maracay donde decidió dar forma a la academia militar siempre temeroso de alguna sublevación y desconfiando de lo fácil que podía ser asediado el valle de Caracas.

Durante los primeros años de Gómez fue poco lo que se hizo en materia arquitectónica o urbana del país que fuese relevante sin embargo esto cambiaría a mediados de la década de los 20’s. Juan Vicente Gómez manejo Venezuela como si se tratase de una hacienda personal, utilizo presos como mano de obra barata a la vez que entrego concesiones a empresas extranjeras como la Royal Dutch Shell para explorar y explotar los yacimientos petroleros de Zulia. El oro negro traería consigo un primer periodo de bonanza y riqueza al país algo que indirectamente se traduciría en un primer momento moderno, impulsado en buena medida por las empresas extrajeras que empezaban a llegar a Venezuela, que genuinamente no explotaría en calidad y valor hasta la muerte del dictador.

Paralelamente el mundo estaba cambiando, las distintas corrientes artísticas europeas y americanas tomaban cada día nuevas formas. Movimientos como el modernismo Catalan de Gaudi, el Art Nouvue, Art Deco, el Arts&Craft y el estilo de Chicago en EEUU. La reconstrucción post 1918 abrió puertas al racionalismo que pregonaban voces como Adolf Loos, Peter Beherens y Walter Gropius. Esta corriente y pensamientos primigenios de la modernidad llegaron desde Europa gracias a profesionales que se formaron allá o aprendieron de quienes llegaron entre estos precursores de la modernidad podemos resaltar a los siguientes profesionales:

>Carlos Raúl Villanueva (1900–1975) Beaux-Arts de Paris

>Luis Malaussena (1900–1963) l’Ecole Spéciale d’Architecture

>Cripriano Dominguez (1904–1995) U.C.V. y posteriormente Paris

>Manuel Mujica Millán (1897–1963) Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona

>José Lino Vaamonde (1900–1986) Escuela Superior de Arquitectura de Madrid

>Rafael Bergamín (1891–1970) Escuela de Arquitectura de Madrid

>Carlos Guinand Sandoz (1889–1963) Technische Hochschule de Múnich

>Luis Eduardo Chataing (1906–1971) U.C.V. hijo de Alejandro Chataing

>Gustavo Wallis Legórburu (1897–1979) U.C.V. y posterior E.E.U.U.

Este primer momento se caracterizo por la incorporación de nuevos materiales como el concreto y acero, aún cuando las edificaciones tenían una imagen evocativa a tiempos pasados. Empiezan a aparecer en el país edificios de estilo Art Deco como el Ministerio de Fomento de Guinand Sandoz, o el Teatro Principal de Caracas de Gustavo Wallis. Otros edificios como el Nuevo Circo de Caracas de Alejandro Chataing empezaban a incorporar los nuevos materiales (concreto armado).

Por su parte Malaussena y Guinand proyectaron para Gómez el Teatro de la Opera de Maracay cuya construcción inicio en 1935, un edificio de estilo más moderno un tanto Art Deco y cuya fachada recuerda más a los edificios de Adolf Loos en Alemania, que a las enseñanzas parisinas de Malaussena. El edificio permanecería inconcluso debido a la muerte de Gómez por unas cuatro décadas.

Maqueta del Teatro Ópera de Maracay, elaborada para su restauración en 2014

Sin embargo aún así una parte de la arquitectura seguía siendo de corte neoclásico pero incorporando el uso de nuevas técnicas y materiales, como sucedió en el Hotel Maracay, primera obra de Carlos Raúl Villanueva en el país. Un complejo que ocupa 28.600 m2 con 220 metros de frente, un edificio principal de cara a la plaza Bolívar que cuenta con 3 plantas y es dedicado a la recepción servicios principales, y 100 habitaciones distribuidas entre las plantas. El diseño netamente Beauxartiano de planta cuadrada y simétrica, acompañado de arcos, molduras y demás detalles.

Postal de 1930 del Hotel Jardín, Maracay | Carlos Raúl Villanueva 1929

La muerte Gómez permitiría un cambio de rumbo en el país, un giro que buscaba lentamente ir hacia la democracia, para hacer más por Venezuela un país de todos y menos como el hato personal del presidente. El primer cambio que trajo Eleazar fue sofocar un intento de perpetuidad de la familia de Gómez, liberar presos políticos, invitar a exiliados a volver y permitir la libertad de prensa, un cambio de aire se sentía en el ambiente. En los últimos años del dictador el petróleo había ido ganando terreno como producto de exportación nacional, ya en 1929 Venezuela era el segundo país productor de petróleo del mundo y el primer exportador, la exportación de petróleo se disparó de 1,9% a 91,2% entre 1920 y 1935. Llego entonces el gobierno de Isaías Medina Angarita (1941–1945) quien en en marzo de 1943 promulgo la ley de Hidrocarburos, ingresando un nuevo torrente de dinero a la nación así como nuevos puestos de trabajo, nuevas tecnologías, etc.

El retorno del foco de atención política y económica a Caracas, los nuevos recursos sacaron a la ciudad de su letargo permitiéndole ingresar plenamente al siglo XX y ponerse “al día” con las ultimas tendencias de la arquitectura internacional. Entre las actualizaciones surgiría el Plan Rotival de 1938, elaborado por el urbanista Frances Mauris Rotival el cual buscaba organizar y modernizar a Caracas con grandes avenidas y alamedas arboladas. Previamente el gobierno había pedido a Villanueva construir dos museos al este de Caracas al borde del parque los Caobos, al norte uno dedicado a las bellas artes y al sur uno de ciencias, en ambos el arquitecto conserva su estilo de bellas artes sin embargo en el primero empieza a crear una identidad propia al incorporar un patio (al estilo colonial) al centro de la edificación y cuyo corredor funge de principal conector entre las distintas salas de exposición.

Desde la década de los 20’s se da que una, cada vez mayor, afluencia de extranjeros al país, entre quienes muestran su interés por Venezuela esta la familia Rockefeller, dueños de Standar Oil y su filial venezolana Creole Petroleum Corporation. Nelson Rockefeller quien apenas contaba con veinte años había sido primordial para la contratación en 1928 por parte de las familias más ricas de Caracas y Venezuela de la firma paisajística Olmsted Brothers, para el diseño de una nueva urbanización en Caracas llamada el Country Club rodeada de vegetación, calles arboladas y por supuesto un campo de golf con 18 hoyos completos. Los Olmsted erán hijos del reconocido Freerick Law Olmsted creador del Central Park de Nueva York.

La familia Rockefeller se ve interesada en construir hotel del primera línea para recibir a sus ejecutivos y demás personal, es así como nace en la recién creada urbanización de San Bernardino el Hotel Ávila, obra de los arquitectos norteamericanos Wallace Harrison, autor del Rockefeller Center en New York, Jacques-André Fouilhoux y Max Abramovitz con paisajismo de John R. Van Kleek. Abriendo así sus puertas en 1945 contando con 120 habitaciones de las cuales casi todas poseen un balcón con vista al Ávila o al valle de Caracas. El diseño de Harrison habla un poco de la visión que tenían en aquel momento los norteamericanos de Venezuela ya que a pesar de ser completamente moderno, fue diseñado en estilo neo-hispánico en una suerte del estilo del sur de California o el Caribe.

Hotel Ávila | Wallace Harrison 1945

Irónicamente y paralelamente a la construcción del hotel, Villanueva había sido encargado por el gobierno para diseñar la Ciudad Universitaria de Caracas. El nuevo campus de la Universidad Central será la obra maestra de Villanueva en muchos sentidos, aplicando una integración de los principios de la modernidad con el clima tropical y dándole su propio toque incorporando distintas experiencias sensoriales y artísticas en lo que hoy se conoce como “La síntesis de las artes”.

Segunda generación moderna

A mediados y finales de los 40’s, principios de los 50’s, llegaría a Venezuela un segunda generación de profesionales formados en arquitectura, principalmente en Estados Unidos, guiados por las ideas modernas de Frank Lloyd Wright, Mies Van der Roeh, Walter Gropius, Marcel Breuer, Jose Luis Sert, Le Corbusier, Alvar Aalto. Algunos de ellos venezolanos formados en el exterior, otros extranjeros que hicieron de Venezuela su hogar, entre ellos contamos a:

>Tomás José Sanabria (1922–2008) Harvard University

>Diego Carbonell (1923–2000) Massachusetts Institute of Technology

>Martín Vegas (1926–2012) Illinois Institute of Technology

>Julian Ferris (1921–2009) Oklahoma University

>Pedro Neuberg (1923–2011) Educado en Alemania

>Don Hatch (1910–1977) University of Kansas

>Dirk Bornhorst (1927–2019) University of California, Berkeley y el ETHZ

>Emile Vestuti (1927–1988) Yale University

>Moises Benacerraf (1924–1998) Yale University

>Arthur Kahn (1910–2011) Escuela de Bellas Artes de París

>Jan Goreki (1914–2019) Universidad Técnica de Varsovia

>Federico Beckhoff (1919–1982) Technische Hochshule de Braunschweig

>Klaus Heufer (1910–2011) Technische Hochshule de Braunschweig

>Richard Neutra (1892–1970) Technische Universität Wien

>Angelo Di Sapio (1917–2002) Educado en Roma

>Graziano Gasparini (1924–2018) Universitá IUAV de Venezia

>Domenico Filipone (1903–1970) Escuela de Arquitectura en Napoli

>Gio Ponti(1891–1979) Politécnico di Milano

>Eduardo Robles Piquer (1910–1993) Escuela Superior de Arquitectura de Madrid

>John Stoddart (1929) Barlett School of Architecture, University College

>Fernando Tábora (1928–2005) Pontificia Universidad Católica de Chile

>Roberto Burle Marx (1909–1994) Universidade Federal do Rio de Janeiro

>José Miguel Galia (1919–2009) Universidad de Montevideo

>Julio Volante (m2003) Universidad de Buenos Aires y maestría en Columbia University

Como se puede observar de la lista anterior la diversidad en cuanto a orígenes y formación, Venezolanos, Norteamericanos, Italianos, Españoles, Alemanes, etc. Junto a los profesionales que ya hacían vida acá, hizo de Venezuela en la década de los cincuenta una tierra sumamente fértil para la arquitectura moderna donde explorar su tema principal la ruptura entre el interior y el exterior de las edificaciones. Podemos hablar entonces de edificaciones como la Reurbanización de El Silencio (1942) que sería el primer edificio netamente moderno de Villanueva, donde empieza a integrar valores tradicionales como el corredor y la columna panzudas en las fachadas principales mientras que las fachadas internas, de cara a los patios internos tienen un lenguaje netamente moderno.

La década de los 50’s sería en buena medida la década de oro para la arquitectura Venezolana. Durante este periodo saldrían edificios como la mayor parte de la Ciudad Universitaria de Caracas (Facultad de Arquitectura, Complejo Central y Aula Magna). Los hoteles Humboldt y Tamanaco en Caracas, Maracay en la ciudad homónima. El Centro Simón Bolívar, la torre Polar, el edificio Atlantic, edificio La Estancia, las sedes de Shell y Creole, Centro Empresarial del Este, la sede de la Electricidad de Caracas, el Banco Central de Venezuela, distintos espacios de oficinas empresariales. Otros complejos de carácter más publico o cultural como el Sistema de la Nacionalidad y el Circulo Militar, el Hipódromo de la Rinconada, el Parque del Este.

Hotel Humboldt | Tomás Sanabria 1956–1957

El Hotel Humboldt fue una contratación del dictador Pérez Jiménez, quien buscaba hacer 3 importantes hoteles para Caracas y Litoral, así como otros dentro del país como el Hotel Maracay de Malaussena (junto a Beckhoff y Jebbens). El Humboldt se ubica en la cima del cerro Ávila, a 2200 metros sobre el nivel del mar, con una vista inmejorable de Caracas y de la costa. El proyecto original constaba de cabañas poco invasivas construidas en arcos sin embargo a petición del dictador se cambio a la torre, sin embargo, el arquitecto conservo las naves como áreas de esparcimiento y comercial para el complejo. Por su parte la torre tiene 14 pisos de habitaciones con la particularidad de contar con tres de ellas con vista directa a Caracas y las dos restantes al litoral, el pent-house esta coronado por un bar con terrazas, una al norte y otra al sur. Para el paisajismo se contrato al Atelier del brasileño Roberto Burle Marx, quienes se encontraban haciendo otros proyectos en la ciudad.

El Parque del Este fue el primer ejercicio a gran escala de paisajismo moderno en Caracas, y el único parque diseñado y construido por Roberto Burle Marx fuera de Brasil. Originalmente el gobierno de Pérez Jiménez buscaba crear un recinto ferial de 170 hectáreas, con la caída del régimen el proyecto fue eliminado, sin embargo, el equipo ya había realizado múltiples viajes al interior del país, recolectando especies animales y vegetales con intención de crear aviarios, acuarios y una sección zoológica. Fue entonces durante el gobierno democrático que se dio luz verde a crear un parque de 87 hectáreas en parte de los terrenos de la exposición. El equipo dirigido por Roberto Burle Marx, incluía a los arquitectos Fernando Tábora, John Stoddart y Julio Pisolante quienes se quedaron en Caracas a supervisar la construcción del parque, conceptos creados para la exposición fueron recuperados como patios coloniales de colores, lagunas, jardines dedicados a distintos biomas, el aviario y algunas de las especies animales como el Jaguar, Cocodrilo del Orinoco, Monos del Amazonas, entre otros.

Parque del Este | Roberto Burle-Marx, John Stoddart y Fernando Tábora 1961

Interesantemente, casi que simultaneo a la llegada casi accidental de Burle Marx y su equipo a Venezuela, se estableció en Caracas Eduardo Robles Piquer (1910–1993) quien además de caricaturista y critico fuese arquitecto paisajista estableciendo en 1957 su firma paisajística en la ciudad.

A todo lo anterior se le sumo una intensa actividad en el ámbito residencial, para tener una perspectiva Caracas paso de tener 200.000h en 1936 a 614.000h en 1950 a 1.110.000h en 1961 algo que es observable en los planos a continuación.

Plano de Caracas | Eduardo Röhl 1934
Plano de Caracas y alrededores | Ministerio de Obras Públicas (MOP) 1954

En vivienda hay una cantidad impresionante de casas que fueron producidas durante estas dos décadas que además son una muestra de buena arquitectura tanto a nivel nacional como internacional. Gio Ponti señalaba que la Villa Planchar era su opus magna; Richard Neutra realizo la Quinta Altoclaro en las colinas del Ávila; la Casa Caoma es de las pocas viviendas realizadas por Villanueva, que además se integra a su jardín de forma única; la quinta Macoroma de Donald Hatch en Valle Arriba; la casa Piedra Azul de Wallis con su carácter neoplásico; entre muchas otras.

Villa Planchart | Gio Ponti 1957

Villa Planchart para muchos profesionales y críticos es la mejor casa construida en Venezuela, su disposición espacial, la integración de arte con diseño y arquitectura, e incluso su entorno paisajístico. Los propietarios convencieron a Gio Ponti en su estudio en Milán de diseñarles la casa, los planos junto a correspondencia iban y venían de un lado al otro del Atlántico, así como los materiales los cuales fueron todos importados desde Italia. La vivienda parece flotar, ningún plano choca con otro tan solo se desvanecen, el salón principal goza de una vista envidiable del valle de Caracas y el Ávila, sin embargo por su ubicación tiene visuales en todas las direcciones posibles. Una joya que se preserva de la mejor manera posible a casi 70 años de su construcción.

El boom de viviendas se vio incrementado con la entrada en vigor la ley de propiedad horizontal, que permitía crear edificios de viviendas donde existen propietarios por cada apartamento, a su vez nuevas formas de financiar estos proyectos por pequeños y medianos promotores.

Edificios como el Mónaco, PALIC, la Estancia, la Isla, el Atlantic, Humboldt y Hotel Monserrat se cuentan entre miles de edificios que rápidamente empezaron crecer a lo largo y ancho de la ciudad. Sin embargo en términos arquitectónicos la joya de la corona se lo llevarían los super bloques del Banco Obrero, diseñados por el Taller de Arquitectura del Banco Obrero bajo la dirección de Carlos Raúl Villanueva. La urbanización 23 de Enero, la unidad habitacional Simón Rodríguez, unidad residencial El Paraíso, unidad habitacional Cerro Grande esta ultima de Guido Bermúdez (como parte del TABO).

Residencias Dálmata | Federico Beckhoff 1962

Residencias Dálmata serían el momento en donde Beckhoff se estrenaría como promotor inmobiliario, e iniciaría una larga carrera donde su apellido se convertiría en una marca asociado a viviendas multifamiliares con una calidad envidiable. La plasticidad de la obra radica en el inteligente juego de planos en fachadas, que le permitieron tridimensionalizarlas hasta el punto de poder integrar espacialmente los balcones con salas y comedores sin problema alguno. A esto se le suma que el pent-house cobra la extensión completa de la planta, pasando a ser más que un sencillo apartamento con espacios más cómodos y amplios, a la vez que integran la vegetación del entorno y jardineras a lo interno.

Directa o indirectamente los profesionales de la primera generación trabajan para el gobierno por medio de constructoras o para el Ministerio de Obras Públicas o alguna de sus instituciones como el Banco Obrero. Mientras que la segunda generación empezó a formar oficinas profesionales independientes, Tomás Sanabria aseguraba que su sociedad con Diego Carbonell fue la primera oficina privada de arquitectura en Venezuela, y que muchos otros profesionales decidieron de imitarles.

El binomio 40s-50s sería una suerte de “tormenta perfecta” en el buen sentido de la expresión, para la creatividad y la construcción en Venezuela. Los ingresos y la modernización llegaron con todo al país, y bien hubo muchos que supieron integrar las ideas foráneas con el tropico con mayor exito.

Algunos edificios emblemáticos de los años cincuenta

De importación de talento a formación de talento.

Modernos formados en Venezuela

Hay que destacar un suceso importante quizás olvidado de la década de los 40’s ya que en 1941 se crea la escuela de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, en un comienzo se dio la tarea de organizar programas y revalidar títulos obtenidos en el extranjero.

En 1944 inician las labores docentes, y funciona como un Departamento de la Escuela de Ingeniería, la primera promoción egresaría en 1948, en 1953 se confirmaría la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Su fundación se debe en buena medida gracias a su primer consejo de consultivo: Willy Ossott primer decano, Tomás José Sanabria su primer director, Carlos Raúl Villanueva, Carlos Guinand Sandoz, Diego Carbonell, Luis Eduardo Chataing y Ernesto Fuenmayor.

Profesor Carlos Raúl Villanueva | Revista Life 1963

En 1957 se realizaría la mudanza al edificio recién finalizado en la Ciudad Universitaria de Caracas, dónde permanece hasta el presente. Para aquel entonces la escuela contaba con 313 alumnos y un pensum conformado por 39 materias y treinta profesores en distintas asignaturas entre ellas composición, paisajismo, técnicas constructivas y urbanismo. A pesar de su nombre los estudios en urbanismo fueron considerados como materia dentro del plan de estudios o a nivel de postgrado y no como una licenciatura, similarmente sucede con paisajismo.

La Facultad de Arquitectura y Urbanismo se trata de una torre de oficinas y aulas orientadas en dirección norte con un pasillo a lo largo de la fachada sur en sus 9 plantas, asciende sobre un cuerpo bajo conformado por un auditorio, biblioteca con espacios de exposición, cafetería, y un área de talleres y aulas experimentales, entrelazados por corredores acompañados por patios de luz ajardinados. El edificio de 50.000m2 fue construido entre 1955–1956 y es, probablemente, el mejor diseñado de toda la Ciudad Universitaria de Caracas.

Facultad de Arquitectura y Urbanismo | Carlos Raúl Villanueva 1957

Es así como empiezan a surgir arquitectos formados en Venezuela y podemos hablar de una 3era generación de profesionales modernos y dónde empezarían a salir nombres tan valiosos como:

>Alejandro Pietri (1924–1999)

>José Hernández Casas (1924–2006)

>Fruto Vivas (1928–2022)

>Victor Fossi(1928–2014)

>Juan Pedro Posani (1931–2020)

>Daniel Fernández-Shaw (1933–2016)

>Jesús Tenreiro (1936–2007)

>Gorka Dorronsoro (1939–2017)

>Gustavo Legórburu (1931–2013)

>Jorge Castillo (1933–2022)

>Jacques Abbo(1937–s/f) Universidad de Texas

>Pablo Lassala (1940–2000)

>Jorge Rigamonti (1940–2008)

>Joel Sanz (1947–2013)

>Jimmy Alcock (n1932)

>Francisco Pimentel (n1934)

>Julio Maragall (n1936) Universidad de Cornell

>Carlos Gómez de Llarena (n1939)

>Macia Pintó (n1946)

>Oscar Capiello (n1955)

>Alberto Manrique (n1955)

Tambien quiero mencionar a 5 mujeres que fueron de suma importancia durante esta generación profesional Venezolana:

>Helene de Garay

>Celina Bentata

>Maria Carmén Sanchez

>Viviam Dembo

>Teolinda Bolívar, en el campo urbano y de comunidades

>Diana Henriquez, en el campo de paisajismo

De esta manera el periodo democrático que inicio en 1959, con la elección libre y democrática de Rómulo Betancourt, permitiría a la arquitectura y las artes en general continuar desarrollándose.

La ciudad y el país no dejaron de crecer, nuevas edificaciones colonizaban cada territorio posible. La modernidad siguió su paso y las ideas fueron cambiando constantemente, en buena medida tropicalizando aún más los conceptos como podemos observar en la sede de la CVG de Jesús Tenreiro en Puerto Ordaz, el Centro Comercial Chacaíto de Antono Pizani, el edifico Altolar de Jimmy Alcock, edificio de Ingenieria Sanitaria de Gorka Dorronsoro, el teatro Teresa Carreño de Kunckel, Lugo y Sandoval, la torre del Banco Central de Sanabria o el complejo Parque Central de la firma Siso, Shaw y Asociados. Estos son solo algunos de los cientos de proyectos que tomaban forman por estas épocas.

Algunos edificios emblemáticos de los años sesenta y setenta

Consolidación de la formación nacional

En la década de los 60’s distintos conflictos estudiantiles y políticos llevaron al ejecutivo nacional a conformar otra universidad pública en el entorno de Caracas surgiendo así la Universidad Simón Bolívar abriendo sus actividades académicas en 1970 y con estudios en arquitectura en 1971 y en urbanismo en 1973, egresando en 1977 la primera corte de arquitectos de la USB. Importante es destacar que la universidad se baso en las universidades tecnológicas como el Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT), sin embargo los fundadores de Arquitectura USB provenían de estudiar pregrado o postgrado en otras universidades norteamericanas como Cornell y Harvard, como Alberto Morales Tucker, José Miguel Roig entre muchos otros nombres. Además, trayendose como asesor internacional el cubano Mario Romanach, quien además por varios años dio clases durante los recesos vacacionales, para no faltar a sus compromisos en Harvard, Cornell y UPenn.

Universidad Simón Bolívar y sus jardines | Paisajismo Robles Piquer 1970

No se puede dejar de mencionar otra singular casa de estudios, la Universidad de Los Andes, la segunda universidad más antigua del país siendo fundada en 1785. Esta casa contaría con estudios en arquitectura desde 1961, durante un proceso de modernización y consolidación del campus en Mérida.

Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes

En 1983 por decreto presidencial se funda la universidad privada, José María Vargas en honor al primer presidente civil del país. Esta casa de estudios ofrecería estudios en arquitectura, y diseño grafico, desde su creación. No sería hasta la década de los 90’s que cobraría significativo valor bajo la dirección de Jesús Tenreiro Degwitz, quien durante una breve década invito a sus amigos y colaboradores más cercanos a impartir clases, convirtiendo durante este periodo de tiempo a la escuela Vargas en una suerte de Banhaus tropical.

Durante los 80’s y 90’s se empezaría a ofertar estudios de arquitectura en otras universidades publicas y privadas a lo largo del país.

Durante esta década la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV viviría a su vez un proceso de cambio y transformación radical, donde se fundarían las bases del sistema actual de enseñanza en pregrado. Este sistema esta basado en unidades docentes que agrupan a profesores en el área de diseño en torno a líneas de investigación y corrientes, permitiendo a los estudiantes optar por la unidad de su interés. Dando así facilidades a la creatividad emparejando corrientes artísticas y formas de comprender la arquitectura. También durante final de los 70s se modificarían los usos del edificio de la facultad, pasando los talleres de diseño a la torre; separando las unidades docentes por pisos y moviendo aulas de clases y oficinas administrativas a la planta baja.

Desarrollos al interior del país

Como mencione anteriormente, durante los 30s, 40s y 50s llego a Venezuela una importante migración internacionales, muchas personas que huían de Europa hicieron de Venezuela su país. Al mismo tiempo fueron varias las compañías extranjeras que se interesaron en el desarrollo del país con el apoyo de los distintos gobiernos, se convirtió en una relación bidireccional, principalmente con los Estados Unidos de Norteamérica principalmente por el petróleo pero no exclusivamente.

Campamentos obreros empezaron a aparecer en distintas latitudes de nuestro país, desde el Lago de Maracaibo y la explotación petrolera hasta el Orinoco y la exploración por materias primas como hierro y aluminio.

Viviendas para los trabajadores de la Orinoco Mining Company, Puerto Ordaz | Town Planning Associates 1967

La democracia también trajo desarrollo y crecimiento a lo interno en el país, por ejemplo la consolidación de Ciudad Guayana como sede de las industrias básicas al sur del país, basada en un plan de urbanismo moderno donde se invito a la firma Town Planning Associates, fundada por José Luis Sert reconocido arquitecto y urbanista moderno. Este proceso de transformación urbano fue acompañado de edificaciones a lo largo del tiempo como la sede de la CVG de Jesús Tenreiro o el comedor central de SIDOR de Jorge Rigamonti, el edificio administrativo de SIDOR de Hernán Dupouy Yanes, Edificio Administrativo CVG Venalum de Azier Atela Amade, o el Ecomuseo del Caroní junto a la represa del Guri.

El petróleo haría de Maracaibo la segunda ciudad más importante de Venezuela solo por detrás de Caracas, en su condición de capital, pero también permitió desarrollar otras zonas del país con la ubicación estratégica de plantas petroquímicas y refinerías del crudo.

Durante este periodo se fortaleció la identidad de cada región y estado buscando profundizar en el federalismo del país. Con desarrollo industrial, cultural, educación, y por supuesto arquitectura.

El viernes negro.

En 1982 llegaría la crisis bancaria latinoamericana, y en Venezuela el viernes 18 de febrero de 1983 sería apodado como “el viernes negro”, el ejecutivo nacional se vio obligado a devaluar el bolívar y establecer un control cambiario, de esta forma se acabaría la estabilidad económica que había tenido Venezuela por años. Aun cuando proyectos pequeños y medianos pudieron perseverar.

Para más ejemplo de ello, las torres de oficinas de Parque Central, con 48 pisos de 1.400m2 de oficina, en su momento fueron las torres más altas de Latinoamérica (1982–2014); debieron ser ocupadas por el gobierno debido a la crisis financiera no existía empresa privada en capacidad de comprar o arrendar los espacios. Similarmente proyectos de oficinas y centros empresariales como el BANTRAP quedaron abandonados. En buena medida los ochenta sería una suerte de década lenta casi que congelada.

Conjunto Parque Central | Siso, Shaw y Asociados 1971–1982

Sin embargo, no podemos decir que todo fue malo, los 80’s vieron el Metro de Caracas, las torres de Parque Central, el Teatro Teresa Carreño, el Ateneo de Caracas, la sede del Banco de Maracaibo, la sede del Diario Panorama (Maracaibo), la sede de Corpoven en Puerto La Cruz, la urbanización del Morro en Lecherías, el edificios Seguros Lara en Barquisimeto, el terminal nacional del aeropuerto de Maiquetía, entre otros.

Sede Banco de Maracaibo | José Hernández Casas 1982

No sería hasta bien entrados los 90s que la construcción reiniciaría completamente los motores luego de una década de baja actividad plagada por inestabilidad económica, sumado a dos intentos de golpe de estado. Sin embargo el ámbito turístico y los proyectos de descentralización del país siguieron adelante.

Es importante señalar que en 1993 la UNESCO, La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; reconoció la ciudad de Coro como patrimonio mundial arquitectónico de la humanidad. Esta decisión fue primero gracias a las labores de investigación sobre arquitectura colonial elaborados por expertos liderados por Graziano Gasparini, donde resaltaban como la ciudad había conservado buena parte y en buen estado su arquitectura tradicional, y segundo que estas edificaciones también representaban el mestizaje latinoamericano pero incluso entre naciones europeas por el constante intercambio durante la colonia entre el puerto de coro y las Antillas holandesas.

Coro y su puerto | UNESCO 1993

Durante esta década termino de consolidarse una situación que era ignorada por la gran mayoría de los profesionales en el mundo de arquitectura y el urbanismo, las barriadas venezolanas. Desde los años cuarenta y cincuenta la bonanza económica causo un éxodo del campo hacia las ciudades, nuevas fuentes de trabajo. No en vano los años más intensos del Taller de Arquitectura del Banco Obrero, donde se llevaron a cabo proyectos como cero piloto y viviendas obreras en los principales centros industriales del país, por ejemplo las urbanizaciones: Urdaneta, la Pomona y Zapara las tres en Maracaibo. El banco obrero correctamente diseño estos conjuntos acompañados de servicios como escuelas y centros comerciales.

Unidad habitacional de Zapara | José Hoffman Banco Obrero 1956

La bonanza económica derivada de la actividad petrolera, de los sesenta y setenta, causo un éxodo masivo del campo a las ciudades. La oferta de viviendas, tanto desde lo privado como lo público nunca estuvo a las alturas del desafío, luego las crisis económicas de los ochenta y noventa lo que hicieron fue consolidar las condiciones de precariedad.

El nuevo mileno Y2K

La carencia en equipamientos, espacio público acondicionado y condiciones de vida apropiadas, hizo que en 1999 se llevase adelante desde el Consejo Nacional de Vivienda (CONAVI) el programa “Habilitación física de barrios”. Dicho programa persiguió la integración-homologación de los barrios con el resto de la ciudad, a través de diversas acciones que incluyen la participación ciudadana. Levantando más de 300 planes de habilitación formulados bajo esta política urbana.

Este programa tendría su fin, en 2001, por decisión de la administración de Hugo Chávez quien decidió buscar otro tipo de soluciones para las “zonas populares” del país con proyectos como Barrio Adentro (lanzado en 2003) para prestar servicios asistenciales o Misión Robinson para dar educación básica o la Gran Misión Vivienda Venezuela (2011). Entre decenas de otras

El nuevo milenio fue recibido con un paro nacional de la industria petrolera, que acabaría con despidos masivos del personal de PDVSA (la corporación petrolera del estado venezolano). Esto inmediatamente seria seguido por un alza exorbitante en los precios del petróleo debió a los conflictos en medio oriente, y una radicalización por parte del gobierno de Hugo Chávez que realizo un viraje de las políticas del país hacia el llamado “socialismo del siglo XXI”.

También debo señalar que aprovechando la altísima renta petrolera, de comienzos de los 2000, se llevaron adelante una serie de proyectos estatales. Con motivo de la Copa América 2007 se construyeron y remodelaron 9 estadios de futbol a nivel nacional. Otros proyectos incluyen la expansión del Metro de Caracas, la creación del Metro de Maracaibo y de Valencia, así como la recuperación parcial del sistema de ferrocarriles del centro occidente del país. Distintos proyectos fueron prometidos e impulsados desde el estado durante este periodo, pero al mismo tiempo la deuda desde el sector público ha sido monumental.

Estadio Metropolitano de Lara | Oficinda De Arquitectura 2007

Con motivo de ser correcto, no es apropiado realizar juicios de valor sobre las edificaciones construidas durante este milenio, ya que ha transcurrido poco tiempo. Podemos señalar que a pesar de los sucesos de 2002 el país parecía continuar viviendo en tranquilidad, distintos proyectos interesantes, tanto como públicos y privados, fueron ejecutados en distintas partes como la nueva sede de la alcaldía de Baruta, la expansión del campus de la UCAB, la sede Justicia Municipal de Chacao, edificio de Servicios Centro Italiano-Venezolano, residencias Jardín La Alameda, Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza, Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano, entre otras edificaciones. La consolidación de espacios culturales como la Hacienda La Trinidad o los Jardines Ecológicos Topotepuy, buscando preservar un patrimonio histórico y verde abierto al público.

Compendio de obras elaboradas a finales de los 90 principios de los 2000

Durante los primeros años de la década también se realizaron importantes concursos como la subsede del Banco Central de Venezuela en Guyana, Parque Metropolitano La Carlota, Complejo de eventos La Carlota, Sede CAF en Altamira, Complejo Centro de Acción Social para la Música.

Varios concursos de los 2000s

Para concluir

Cuando en 2015 el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York decidió realizar una exposición sobre la arquitectura moderna en Latinoamérica, para muchos resultó sorpresivo que el equipo curatorial recopilase suficiente material como para hacer de Venezuela el 3er país con mayor exposición, por detrás de los gigantes que son Brasil y México. La exposición “Latinamerica in Construction: Architecture1955–1980" recopilo obras de XXx países. Incluso una foto de la CVG de Tenreiro fue seleccionada como portada para los catálogos de la exposición.

La editorial española Gustavo Gil, hace uso de una vista interna de la Villa Planchart hacia el Ávila como portada de uno de sus libros sobre Arquitectura Moderna mundial.

Bien durante el periodo prehispánico y colonial, no teníamos obras espléndidas como otras regiones del continente. Nuestros indígenas no desarrollaron obras en piedra equiparables a los Aztecas, Mayas, Olmecas o Incas, sin embargo el trabajo en maderas, su tallado, eran equiparables en complejidad, recursos y herramientas al de los vikingos en su apogeo durante el medioevo.

El mestizaje suscitado durante la colonia permitió que los lenguajes y formas importados por los españoles se transformarán y localizaran. La arquitectura de este periodo aún cuando se puede apreciar como sencilla o simple a primera vista, lograr honrar su herencia mudéjar con los patios y romanillas en madera que, gracias a la mano de obra indígena, alcanzo texturas y entramados equiparables a los palacios y templos al sur de la península ibérica.

Antonio Guzmán Blanco embarcaría a la joven república en un proceso de renovación, imitando los lenguajes y formas del siglo de la ilustración europea. Una parte de la esencia de quienes éramos se perdió en este primer momento, con toda intención de separarnos de nuestro pasado colonial. Aun cuando termino por ser caricaturesco nuestra labor de palacios a la europea que apenas se alzan 2 a 3 pisos.

La principal búsqueda del estilo internacional, y del movimiento moderno, fue desdibujar y eliminar los limites entre interior y exterior. Poco podrían imaginar sus creadores que las condiciones climáticas del trópico serían un suelo fértil para sus ideas. El oro negro traería consigo una ola de progreso, el cual fue rápido y voraginoso. El mestizaje producto del intercambio dejaría un nutrido legado arquitectónico, mientras que hasta cierto sentido domo a la naturaleza y borro partes de la memoria de la ciudad, dando paso a nuevas y “mejores” edificaciones.

Si bien la modernidad a partir de los cuarenta sería el periodo más fructíferos y valuable de la arquitectura venezolana, sería irresponsable no señalar los fallos y errores de la modernidad. La conformación de las urbes en torno al carro ha sido un problema que compartimos todos los países del continente y el cuál llevamos ya algunas décadas tratando de recuperarnos de. Por otro lado hubo una decisión consiente por menospreciar el pasado, solo tenía valor lo nuevo y moderno, esto en muchos casos significo la completa transformación del casco colonial e histórico de las ciudades en servicio de nuevas edificaciones, que bien podían ser necesarias pero no a siempre a costa de la memoria.

Afortunadamente, y a diferencia de otros países, un grupo de profesionales como lo fueron: Villanueva, Malausena, Beckhoff, Bornhorst, Sanabria, Galia, Fruto, Tenreiro, Benacerraf, Hernández Casas, Stoddart, Tábora, etc. Supieron entender las bondades de Venezuela tanto climáticas como culturales y arquitectónicas, usando esto como potenciador del lenguaje moderno para lograr productos que en su momento fueron la admirados por el planeta entero.

La velocidad con la que la modernidad entro en Venezuela, apoyada en la enfermedad holandesa (la mono producción petrolera), no permitió a la sociedad ponerse “al día” apropiadamente y quedamos entonces con el chip de que lo nuevo es lo mejor. Hoy día hemos estado renegando parte de nuestra historia, hasta el punto donde muchos aborrecen esa época dorada y vemos como se demuele el legado moderno tal como se hizo con el republicano o colonial.

Quiero entonces cerrar apropiadamente con una lista de nombres, algunos más conocidos y otros menos, de arquitectos que pertenecen a esta generación formada en el país entre 1970–2000. Que de una u otra forma han dejado una huella en la historia, a finales del milenio pasado y comienzos de este. Muchos de ellos además aprendieron de las enseñanzas de los maestros de las 3 generaciones anteriores (modernos europeos, modernos americanos, primera generación moderna venezolana), fuese en aulas o trabajando para ellos.

Hago la acotación de estos tiempos, porque las condiciones en Venezuela se fueron dificultando durante la década de 2010's la industria de la construcción e inmmobiliaria fue reduciendose paulatinamente, incluso el estado redujo sus proyectos “especiales” en gran medida. Además de ello las condiciones politicas y economicas causaron unmovimiento migratorio que sucede incluso hasta la actualidad (cerca de 7 millones de Venezolanos han emigrado del país). Son pocas las oficinas de profesionales jóvenes profesionales que persisten en Venezuela.

Para más ejemplo la internacionalmente reconocida ADJKM que se formo para poder llevar adelante la construcción del Complejo Internacional de Acción Social por la Música Simón Bolívar (que ganaron por concurso en 2010) termino por disolverse a finales de década ante las demoras y ultima paralización de la obra en cuestión.

Este articulo puede ser complementado con el articulo “¿Quién es quien en Arquitectura Venezolana?” que se publica en simultaneo.

Profesionales_

Edgar Aponte. UCV 1982

Carlos Artilles. USB 1996 + MsC UNIMET 2005

Francisco Bielsa. UCV 1982

Erik Brewer. UCV 1992 + MsC Columbia 1996

Alfredo Brillembourg. Columbia 1986

Alejandro Borges. UCV 1989 + MsC Cornell 1994

Isabel Caleya. UCV + MsC Central Saint Martins School of Art

Ignacio Cardona. USB 1998 + MsC. UNIMET 2003 + PhD. Harvard 2021

Miguel Carpio, Illinois Institute of Technology 1976

Roberto Castillo. UCV 1994 + MsC UCV 2007

Tomás Cervilla. USB 1985 + MsC UCAB 1993

Farid Chacón. URU 1996 + MsC UPC 2009

Enrique Cilia. USB 1977 + MsC Univ. Washington 1980

Joao De Freitas. UCV 1984

Manuel Delgado. UCV 1973 + MsC MIT 2001

Enrique Felman. USB 1982 + IESA

Ramón Fermín. UJMV 1992 + MsC UNIMET + candidato PhD UCV

Enrique Fernández-Shaw. UCV 1996

Carlos Ferrer. USB 1978

Alessandro Flamiglietti. UCV 1993

Guillermo Frontado. USB 1977 + MsCMIT 1980

David Gouverneur. USB 1977 + MsC Harvard 1980

Alejandro Haiek. UCV 1995 + MsC UCV

Enrique Larrañaga. USB 1977 + Yale 1983

Ana Lasala. UCV + MsC UCV

Isabel Lasala. UCV + MsC ETSAB-UPC

Gustavo Luis Legórburu. UCV 1984 + MsC Columbia 1989

Juan Machado. UCV 1992

Andres Makowski. USB 1983

Franco Micucci. USB 1989 + MsC Harvard 1992

Juan Morasso Tucker. UCV 1993

Francisco Mustieles. UZulia 1979 + PhD La Sorbonne 1994

Edwin Otero. UCV 1973

Juan Carlos Parilli. UCV

María Isabel Peña. UCV + MsC Columbia + candidato PhD UCV

Carlos Pou. UCV 1982

Lucas Pou. UCV 1987

Roberto Puchetti. UCV 1995 + MsC 2004

Ricardo Rebolledo. USB 1996

Henry Rueda. UCV + MsC Columbia

Alfredo Sanabria. UCV

José Alejandro Santana. UCV

Víctor Sánchez Taffur. UJMV 1994 + MsC ETSAM 2007

Toton Sánchez. UCV 1993

Omar Seijas. UCV 1984

Elisa Silva. Emory 1998 + MsC Harvard 2002

Silvia Soonets. USB 1986 + MsC U.Oberta de Catalunya

Helena Trotta. USB 1987 + Politecnico di Milano 1989

Claudia Urdaneta. UZulia 1996 + MsC UPC 1998

En el campo del paisajismo:

Enrique Blanco. Ing UCV + especialización UCV 1982

Juan Manuel Díaz. UJMV + especialización UCV 2020

Elías González. Ing UNIMET + MsC Rhode Island School of Design 1995

María Mercedes Hernandez. UCV + especizaliación UCV

María Gabriela Ochoa. UCV + MsC Conell 1997

Ana Enriqueta Tejera. UCV + Msc UCV

En el campo de Historía, Teoría y Critica, y principalmente en el rol de formar a nuevas generaciones por medio de sus investigaciones:

Ana Margarita Blanco. USB 1988 + IESA 1991 + MPhill USB

Azier Calvo. USB 1978 + PhD ETSAB-UPC 1999

Javier Cerisola. UCV 1991 + MsC UFBa 1996 + PhD UPC

Lorenzo González Casas. arq USB 1980 + urb USB 1981 + PhD Cornell 1996

Orlando Marín Castañeda. USB 1997 + MsC UCV 2006 + candidato PhD UCV

Penélope Plaza. USB 1997 + MPhill U Cambridge 2005

Federico Vegas. UCV 1976

Henrique Vera. UCV 1973

Gregory Vertullo. UCV 2003 + MsC UCV 2011

Henry Vicente Garrido. USB 1988 + MsC USB 1994 + ETSAM 2014

Ivan González Viso. UCV 1986 + MsC PUC Chile 1993 + PhD UCV 2017

Jorge Villota Peña. USB 1989 + MsC UFBa 1995 + PhD U Texas 2014

Hernán Zamorda Rapale. USB 1988 + MsC UCV 2011 + PhD UCV 2012

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Rafael Osorio Vaamonde

Arquitecto Venezonalo. Apasionado por la historia, profesor en formación.