El mejor restaurante del mundo.

Sergio Cesaretti
4 min readOct 14, 2019
“Vale más una buena sardina que una mala langosta” Ferran Adria

El Bulli fue un restaurante en España considerado como el mejor restaurante del mundo. A cargo del chef Ferran Adrià y su equipo lograron premiarlo con tres estrellas por la Guía Michelin y llegar a ser considerado como el mejor restaurante del mundo en los años 2002, 2006, 2007,​ 2008​ y 2009; el único en ser premiado cinco veces como tal. Pero a pesar de tanto éxito, el restaurante cerró sus puertas en el 2011 en parte porque no daba dinero.

El Bulli en números:

  • 800,000 solicitudes para reservar una mesa cada temporada.
  • Operaba únicamente durante una corta temporada de unos cuantos meses al año.
  • Capacidad para 50 comensales.
  • 40 personas trabajando en la cocina.
  • El precio precio promedio era de 230 Euros por persona.

Aunque parezca imposible, El Bulli como restaurante no era un negocio rentable. Sí, lo leiste bien, el mejor restaurante del mundo no hacía dinero atendiendo comensales…y es justamente esto lo que lo hace interesante desde el punto de vista de los modelos de negocios.

De seguro se vienen a la mente varias preguntas. Por ejemplo, si El Bulli no generaba utilidades como restaurante ¿porque no abrían durante el resto del año, o agregaban mesas, para atender a más comensales? Y al ser el mejor restaurante del mundo y pudiendo cobrar cualquier precio por sus platillos, ¿por qué no incrementaron el precio para poder operar sin pérdidas? Es obvio que es más fácil controlar la calidad de la experiencia en un restaurante chico (especialmente si tienes más cocineros que comensales), pero no creo que este haya sido el motivo para tener tan pocas mesas y operar con una temporada tan corta. Entonces, ¿porque no hacer más dinero como restaurante?

El restaurante sencillamente era un medio para conseguir oportunidades con ingresos mucho más atractivos. Con su corta temporada y pocos asientos disponibles, utilizaron excelentemente los conceptos de “escasez y exclusividad” como estrategia de marketing. El precio de una cena en El Bulli era razonable, considerando que era el mejor restaurante del mundo y una experiencia irrepetible e inolvidable. Cenar en El Bulli era algo exclusivo, pero no algo exclusivo para los súper ricos.

El Bulli hacía dinero de muchas otras maneras, por ejemplo:

  • Colaboraciones o consultorías a empresas que fabrican o producen:

Comida: Chocolates, sopas, articulos lacteos, aceites de oliva, vinagretas, café, licores, cervezas,vino, cocteles, jugos, galletas, aperitivos artesanales, dulces típicos,insumos para restaurantes, y papas fritas LAYS con aceite oliva, alimentos prefabricado, salsas para restaurantes.

Cocina:Instrumentos de cocina y cubiertos diseñados exclusivamente para el Bulli, vajillas, utensilios de cocina, electrodomésticos, manteles y textiles.

  • Colaboración para la creación de snacks VIP para una aerolínea.
  • Colaboración con bancos y periódicos para redimir puntos por vajillas coleccionables.
  • Agencia de medios para producir y administrar su contenido audiovisual
  • Editorial de libros
  • Serie de televisión sobre el Bulli
  • Aparición en comerciales de televisión
  • Colaboración con revistas para escribir artículos de cocina y recetas
  • Cursos de cocina en DVD
  • Participación en la campaña promocional de España
  • Proyecto multimedia con Disney para incentivar buenos hábitos de comida
  • Recetarios distribuidos en el periódico nacional
  • Consultoría a otros restaurantes.
  • Cursos en el restaurante para demostrar nuevas técnicas de cocina
  • Cursos gastronómicos en El Bulli
  • Talleres de cocina creativa
  • Colaboraciones y asociaciones comerciales con otros restaurantes y hoteles
  • Caterings, tras la idea de traer la calidad del Bulli y su equipo de profesionales a cualquier lugar de Europa.
  • Hotel Boutique

Hablar de El Bulli, es hablar de Ferran Adrià , el chef que llevó al restaurante a la fama. Se ha analizado cómo Adrian pasó de chef como empleado (1983 a 1989) a chef como dueño-administrador (1990 a 1996) a emprendedor (1997) y finalmente a lider (2008). Pero no mencionan que Adrian Ferran también fue un artista. (De hecho, fue reconocido como tal en Documenta, una de las exposiciones de arte contemporáneo más importantes del mundo.) En mi opinión, es su labor como artista donde radica el éxito de El Bulli. Ferran entendió que la gente no va al Bulli a satisfacer la necesidad de comer, si no a sorprenderse, divertirse y experimentar sensaciones nuevas al comer. Ferran explica “Comer bien es algo que puedes hacer en casa. Lo que ofrecemos más que comer; es una experiencia … lo radical de nosotros no se basa en lo que servimos, sino en cómo y dónde. En Occidente, donde se ha resuelto el problema del hambre … la tendencia tiene que ver cada vez más con el placer de comer, la diversión, en lugar de verlo simplemente como una forma de satisfacer nuestros apetitos.”

El bulli fue mucho más que un lugar para ir a cenar, fue un caso de éxito sobre cómo diversificar el negocio de un restaurante. El Bulli demostró que un restaurante tiene muchas oportunidades fuera de la cocina…y bueno, ayuda mucho cuando eres el mejor del mundo.

Por cierto, en el artículo pasado mencionaba que es probable que uno de los sueños de cualquier chef es tener la oportunidad de trabajar en el mejor restaurante del mundo, o sea, El Bulli. Afortunadamente existe información al respecto: durante la temporada que estuvo abierto El Bulli, recibían aproximadamente 3000 aplicaciones de personas que buscaban tener el privilegio de pasar seis meses com practicantes en el restaurante.

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