Adrián Mira Escandell, 18/12/2019, Xiaomi Redmi Note 5

La oscura realidad detrás del aparado ilicitano

Adrián Mira
2 min readDec 22, 2019

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A la edad de 60 años, Rosa Sobrado continúa haciendo zapatos en casa. Comenzó a los 14 al terminar el colegio, ya que no podía permitirse el lujo de ir al instituto. Empezó en una fábrica de la Algueña, pero tiempo después se mudó a Elche para continuar con su labor de aparadora . Actualmente trabaja más de 12 horas diarias, de 9 de la mañana a 10 de la noche, de lunes a sábado para poder descansar el domingo. Con artritis en la mano derecha debe convivir hasta que en un posible pero incierto futuro le reconozcan e indemnicen por las enfermedades surgidas por el trabajo aparado. Al igual que muchas de sus compañeras, cobra en torno a los 700 euros en negro, contratada a través de uno de los cientos de talleres ilegales que hay en Elche. A pesar de ello, se considera afortunada al tener más de 25 años cotizados en la Seguridad Social, cosa que hoy en día es difícil de ver en el sector. Esta es la realidad que impera en el calzado ilicitano, una situación que se asemeja con la esclavitud.

Según la UMH, más de 7.300 mujeres (frente a 1.542 hombres) están trabajando sin contrato en el sector aparado en Elche. Estas producen el 40% del calzado en España.
Ante esta injusticia nace la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras del Calzado de Elche en 2017, que actualmente cuenta con más de 200 mujeres entre sus filas.
El colectivo exige a la Administración Pública e instituciones el reconocimiento de los años trabajados en casa sin contrato, seguido de las continuas reclamaciones por un salario digno
Según la Universidad de Alicante, el 88% del aparado ilicitano se realiza bajo la economía sumergida. Todo ello sumado a un 27% de PIB de industria sumergida en la provincia alicantina.
Muchas aparadoras desarrollan sus largas jornadas en casa con las peores condiciones en la industria, sin prevención de riesgos laborales como la falta de ventilación, o la exposición a vapores.
Estos son botes de cemen, un adhesivo común del calzado, cuyo continuo contacto puede producir polineuropatía tóxica, una intoxicación que afecta al sistema nervioso periférico en caso de ser inhalado.
La UA concluye que el 67% de las mujeres que realizan esta labor sufren ostealgia, dolor de columna columna y articulaciones; el 20% padece trastornos psicológicos tales como depresión y ansiedad.
Las aparadoras han contribuido históricamente durante 40 años y lo siguen haciendo a la riqueza de Elche. Esto choca con lo que Hacienda estima: la mitad del calzado ilicitano fabricado no se declara.
El futuro de las aparadoras es incierto. Su situación ha mejorado algo con la asociación, pero depende totalmente de la Administración Pública y de los partidos políticos que apoyen la causa.

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Adrián Mira

"La grandeza nace de pequeños comienzos" Periodismo UMH