Actividades que no podes dejar de hacer si venís a Tandil

Parque Lítico La Movediza

ITOIZ TURISMO
6 min readMay 12, 2016

Tandil es asociado inmediatamente con la Piedra Movediza, aquél fenómeno natural que uno no podía creer posible, que fascinaba: una mole de granito de más de 300 toneladas que se mantenía en perfecto equilibro sobre una pequeña base, balanceándose levemente. Si bien hace ya años que la Piedra Movediza cayó, durante todo el siglo XX siguió siendo un atractivo para turistas nacionales e internacionales y aún hoy es un símbolo tandilense. Se la puede ver partida en tres partes, a los pies de la ladera por la que rodó. Pero no solo eso: en 2007 se inauguró una réplica de La Movediza en el exacto lugar en el que se encontraba. Hecha de mental y fibras sintéticas, está anclada en una placa y reproduce la forma, el color y la textura de la original. Además de su gran estrella, en el Parque Lírico La Movediza se pueden recorrer diversos senderos y subir al cerro para obtener vistas desde la altura.

Lago del Fuerte

A solo 2 kilómetros de la ciudad, una visita al Lago del Fuerte es una excursión que brinda la posibilidad de practicar actividades al aire libre y deportivas: canotaje, windsurf, caminatas, andar en bicicleta, pesca (de pejerrey). Se trata de un embalse inaugurado en 1960 para evitar las inundaciones que se realizaban en la ciudad. Además, en los alrededores del dique hay diversos paseos para disfrutar en familia. El Balneario del Sol, con piletas para refrescarse y diversas ofertas gastronómicas; el Parque Soñado de los Niños, con juegos para los más chicos y el Mercado Artesanal de Tandil.

Compra de quesos y salames

Salamines, chorizos, sopresatta, longaniza, danbo, longaniza, reggianito, gouda. Los quesos, embutidos y chacinados que se preparan en Tandil son famosos en el mundo por su excelente calidad y gusto. Por eso, uno no puede irse de la ciudad sin deleitarse con una picada en alguno de sus tradicionales almacenes. Entre ellos se destaca Época de Quesos, ubicado en una esquina que fue declarada Monumento Histórico por el Municipio de Tandil.

Parque Independencia

El Parque Independencia es una muestra de la historia tandilense: cuenta con una estatua de su fundador, el pórtico de entrada fue donado por la colectividad italiana en su centenario y el Castillo Morisco fue un regalo de los españoles por la misma razón. El parque se encuentra a solo 10 cuadras del centro de Tandil, por lo que es un excelente mirador de la zona urbana. Al llegar uno se encuentra con la portada (una arcada de granito, con dos torres a los costados, de estilo romántico renacentista) y accede al sendero principal. Se puede hacer a pie o en auto. En la cima, a 280 metros sobre el nivel del mar, se encuentra emplazado el castillo. Allí hay un restaurante en el que se puede hacer una parada. A metros está la estatua de Martín Rodríguez, quien en 1823 estuvo a cargo del asentamiento que sería Tandil. Luego, perdiéndose entre las coníferas y los jardines se llega hasta el anfiteatro natural Martín Fierro, que durante Semana Santa es escenario de representaciones religiosas.

Recorrido por las sierras

Las sierras tandilenses son la estrella de esta zona. Tanto si se las quiere recorrer a caballo o en mountain bike, la excursión incluirá una explicación de cómo se formó el sistema de Tandilia. Dentro de este sistema geológico, las sierras de Tandil son particulares y llamativas, ya que su relieve tomó distintas formas: redondeadas, tabulares, de conos truncados. Todo en un entorno de valles, bosques y algunos campos sembrados. En el caso de las cabalgatas, casi todas son por la Reserva del Tigre, una reserva natural de 140 hectáreas. Otras zonas que se visitan son la Sierra Don Bosco, Las Dinas, y la piedra de la Virilidad. Pueden durar media hora, medio día o un día completo. En este último caso, el almuerzo es un delicioso asado. Las excursiones en mountain bike proponen un camino alternativo a lo turístico, pasando por pequeños arroyos o antiguos ramales de tren. Hay travesías que duran más de un día, con alojamiento en alguna de las estancias de la zona.

Via Crucis y Monte Calvario

Si bien el momento ideal es Semana Santa, en Tandil se puede hacer turismo religioso durante todo el año. El Monte Calvario, de gran importancia social para los tandilenses, es considerado el tercero en importancia del mundo, en su tipo. En su cima tiene una gran cruz. El Vía Crucis, al que se accede luego de subir 195 escalones, está compuesto por 14 emotivas postas que reproducen el camino recorrido por Jesús hacia la crucifixión. Incluso para miembros de otras religiones o quienes no profesan fe alguna, es una experiencia rica, en términos artísticos y culturales.

Paracaidismo

Para los valientes, El Club de paracaidismo de Tandil, ofrece una experiencia única y extrema. Tirarse en paracaídas aquí significa saltar desde un avión a 3 mil metros de altura, vivir 35 segundos de adrenalina total en los que la caída es libre y se va a 140 kilómetros por hora y finalmente, cuando faltan 1200 metros para aterrizar, abrir el paracaídas para disfrutar de un plácido y lento descenso de 8 minutos. Es solo cuestión de animarse. Quien nunca lo ha hecho no tiene razones para negarse: en el vuelo de bautismo se va con un instructor y ambos arneses están unidos, con lo cual no hay que ocuparse de nada más que de confiar en el especialista. Y de disfrutar.

Vuelo en parapente o a vela

Para quienes quieran estar en las alturas pero no se animen al paracaidismo, volar parapente o el vuelo a vela son placenteras experiencias que deberían probar. Tandil cuenta con un Club de Planeadores que saben muchísimo sobre estas disciplinas, el club tiene más de 50 años en la zona. El parapente es una actividad muy popular en Tandil, ya que sus paisajes, la pendiente de sus sierras, y su clima, vientos ideales para planear, permiten practicarlo con facilidad. Una de las grandes ventajas es que no se necesita ningún conocimiento sobre aviación previo. Los instructores se encargarán de enseñar todo lo que hay que saber. El único requisito es pesar entre 45 y 130 kilos. El vuelo en sí dura entre 20 y 25 minutos, en los cuales se tiene la sensación de estar flotando. Vale la pena probarlo. Si las condiciones climáticas del día lo permiten, es una actividad que se puede realizar los doce meses del año.

Cerro Centinela

A 4 kilómetros de la ciudad de Tandil y a 295 metros sobre el nivel del mar, el Carro Centinela es una muestra de la historia geológica de esta zona, que se remonta a más de 2 mil 300 millones de años. En su cima está coronado por una piedra granítica vertical, de 70 toneladas y más de 7 metros de altura. De ahí proviene su nombre: la forma de la roca remite a la de un soldado que parece estar haciendo guardia. En esta zona se pueden realizar distintas actividades muy divertidas como el paintball, una simulación de combate en el que se “marca” al enemigo con pintura. También hay aerosillas y diversas ofertas gastronómicas. En el lugar conocido como La Pastelería, no se pueden dejar de degustar los alfajores serranos y las colaciones.

Tandil Golf Club

Fundado en 1934, este club de golf se ubica en un paisaje privilegiado, en el medio de un valle. A principios de este milenio se concibió una nueva idea de cancha, que contemplara las condiciones naturales del paisaje y en 2002 se la reinauguró, totalmente renovada. Hoy es una cancha de estilo americano-inglés, de tipo quebrada. Esta cualidad hace que el golfista deba moverse hacia arriba y debajo de una pendiente para encontrar el sitio justo para realizar el tiro, un desafío mayor. A su hermosa postal de árboles jóvenes, pequeñas lagunas y 95 bunkers, se le suman mansiones alrededor. Desde algunas de ellas, se pueden ver los 18 hoyos, una posibilidad que pocas canchas del mundo brindan. El club cuenta con una Escuela de Menores, que fomenta el amor por este deporte entre los más chicos.

Fuente:TodoViajes

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