Transformación del espacio publico desde una lectura de Habermas y nuevas perspectivas criticas desde el espacio cultural latinoamericano.

Raúl Díaz Espinoza

UN contador público
4 min readOct 25, 2016

Aristóteles entendía a la ciudad como una comunidad política o una comunidad auto suficiente, asi la palabra “público” significa dos fenómenos estrechamente relacionados, si bien no son iguales del todo. En primer lugar significa que todo lo que esta expuesto al público, pueden verlo y oírlo todo el mundo y tiene la más amplia publicidad posible, En segundo lugar este término significa el propio mundo, en cuanto es perteneciente a todos nosotros y diferenciado de nuestra propiedad privada , para Habermas, la esfera privada correspondería manifiestamente al reino de la necesidad (Oikos) y frente a ella se alzaría la publicidad que el denominó como publicidad helénica.

En este nuevo contexto, para Habermas, va emerger una nueva publicidad, denominada como publicidad burguesa, en la cual los poderes feudales (Iglesia, soberanía y el estamento señorial) a los que estaba adherida la publicidad representativa, se van a disgregar a través de un proceso de “poralización” Un ejemplo claro de esto consiste en que el poder de la Iglesia se convierte en un asunto privado,mientras que la correspondiente segregacion del poder soberano comenzará a hacerse visible con la separación del presupuesto público y bienes domésticos del señor feudal (Habermas, 1999:433)

En esta dirección, lo público sería análogo al Estado, mientras que lo privado quedaría relegado al mercado y a la sociedad de burgueses; los cuales estarían privados de los cargos públicos en la sociedad. Es a partir de este periodo cuando la burguesía, como clase social financiera y banquera, comenzó a adquirir más relevancia en el orden emergente; sin embargo, esta relevancia fue propiamente económica y sin alguna relación con el poder estatal.

La particularidad del siglo XVI en la visión de Habermas, consiste en la incipiente circulación de noticias del ámbito público; emergiendo lo que Habermas denominará como la prensa, es decir, una publicidad accesible a todo público. la cual incluida mensajes públicos tales como: “El día de mañana habrá feria” facilitando así el desarrollo de los mercados; en el cual también se van a incluir el hogar, la familia y lo doméstico. No obstante, si bien la circulación de noticias se desarrolló en torno a las necesidades del tráfico mercantil, para Habermas no fue la única concomitante para que se desarrollara ésta, sino que en palabras del autor, “las noticias mismas se han convertido en mercancías”

En esta aceptación, la publicidad burguesa va a provocar una tensión entre el Estado y la sociedad; ya que son las personas privadas las que van a constituir el espacio público, es a partir de este fenómeno, en torno a la sensibilidad humana, que para Habermas va a surgir la denominada “opinión pública”. La opinión acerca de lo público, para el autor, no pretende la toma del poder, sino que busca intervenir activamente en el Estado a partir de la sociedad jurídica-política.

La “publicity”, como la denomina Habermas, se va a caracterizar porque lo privado sale a lo público, pero lo público también se inserta en lo privado. El autor llama a esta paradoja, una socialización de Estado; un fenómeno donde lo social ingresa al Estado provocando una fusión entre éste y la sociedad civil. Con la irrupción del capitalismo tardío, el nacimiento, la enfermedad, la muerte, la educación; se trasladan del ámbito privado a la esfera pública, es decir, pasan del ámbito doméstico a instituciones públicas como el hospital o la escuela. Ante este fenómeno se plantea la emergencia de un nuevo sujeto social denominado “consumidor”, el cual va a formar parte de una nueva sociedad denominada sociedad de consumidores.

Para Zygmunt Bauman, si bien todas las sociedades consumen y han consumido a lo largo de la historia, la nuestra es una sociedad humana que impone a sus miembros la obligación de ser consumidores, para el sociólogo Tomas Moulian, el mall pareciera ser más bien un espacio privado con aspecto de espacio público, con acceso en apariencia libre, pero sometido a discreto control,con sus entradas, salidas y circulación vigiladas por cámaras invisibles .Sin entrar en mayores consideraciones acerca del control de los cuerpos que se produce en estos determinados espacios físicos; estos nuevos espacios comerciales son parte de una nueva subjetividad sociocultural a partir del modelo económico neo liberal; y a la vez, cómo estos espacios se han transformado para el ciudadano común en los nuevos sub-centros urbanos. esta nueva concepción de los ciudadanos acerca de los espacios públicos, el cual ha incrementado su condición de consumidor, desplazando las plazas públicas (clásicos lugares de encuentro del habitante dela ciudad), por un nuevo espacio, los centros comerciales.

En conclusión, el vínculo entre lo público y lo privado, entre ciudadanía, consumo y medios de comunicación masivos; abre nuevas perspectivas acerca de cómo el ciudadano se vuelve consumidor y cómo el consumidor se vuelve ciudadano.

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