¿Tener un hijo es un pasivo?
El 12 y 13 de agosto de hace 10 y 5 años respectivamente me convertí en papá por primera y segunda vez. Recuerdo muy bien el pánico escénico cuando me pusieron al pequeño en mis manos. ¿Sería un buen padre? ¿Tendría la capacidad económica para darles lo que necesitan?
El título de esta nota es provocador con toda la intención. No voy a entrar a comentar o discutir temas de crianza o educación, pero si quiero comentar de los costos y plazos que tenemos con un hijo. ¿Por qué podrían considerarse a los hijos como un pasivo? Porque implican obligaciones que se deben cubrir en el futuro y con plazos establecidos.
Recuerdo las primeras noches de no dormir nada en casa con el pequeño y no necesariamente por el tema del llanto nocturno o la comida cada dos horas. No podía dormir por la angustia de pensar en cómo lo iba a mantener y los gastos que se venían. Lo malo de estar obsesionado por las finanzas personales es que a todo le pones número y haces una evaluación de lo que gastas.
Al inicio empezaron las consultas mensuales con el médico, vacunas, ropa que no duraba nada por lo rápido que crecía, leche en fórmula, guardería de 7:30 a 19:00 hrs, pañales, pañales y más pañales. Caro regresó a trabajar rápido, eso nos generaba más costos, pero el ingreso que ella generaba era importante para afrontar los gastos que teníamos. Ya con el gasto inicial te podías dar una buena idea de lo que venía. Por supuesto que hay gastos que conforme van creciendo se eliminan o disminuyen, pero la realidad es que solo se van sustituyendo. A pesar de que el primero nació un poco antes de lo programado, fue un bebé normal. Pero con el segundo la historia fue diferente, alérgico a un montón de cosas y la peor, la leche materna y la fórmula normal le generaban todo tipo de malestares y alergias. Un botecito de leche que duraba menos de una semana costaba arriba de los $500 pesos.
Dicen que donde comen dos, comen tres o cuatro. En el tema de la comida puede ser, pero hay gastos que se duplican con cada pequeño. Mi hijo recicla ropa y juguetes del hermano mayor pero aun así hay muchas cosas que no se pueden reutilizar. Por mucho la herencia más importante que podemos dejar a nuestros hijos es la educación. Quedamos que un pasivo es un compromiso con un plazo definido. La educación de nuestros hijos, es el mayor pasivo que enfrentamos los padres. Con el mayor no había pierde, ya sabíamos que en agosto de 2016 entraría a la primaria, en el 2022, entrará a la secundaria, en el 2025 a la preparatoria y en el 2028 a la universidad. Al nacer el segundo lo mismo, en el 2021 primaria, 2028 secundaria, 2031 preparatoria y 2032 la universidad. ¿Cuál es el principal problema? Que ellos crecen, pero nosotros también envejecemos. El futuro es incierto y más ahora en lo que se refiere a lo laboral.
En siglos anteriores los hijos se percibían como un activo. Las familias tenían muchos hijos porque tal cual se convertían en mano de obra para la actividad productiva que se tuviera. Tal vez ahora suena muy extraño, pero en la lógica de aquella época no era una mala inversión. Muy jóvenes tenían muchos hijos con lo que aseguraban su futuro (retiro), repartían el riesgo de tal manera que alguno posiblemente estudiaría, varios trabajarían en el negocio familiar, otros se encargarían de la casa y los padres mayores. En particular la mujer más joven era la “sacrificada” de ver por sus padres. Visto así era una inversión bastante redituable.
¿Y ahora? Ya es muy raro ver casos de familias que tengan 3 hijos o más. El promedio de edad para tener hijos ha aumentado. El poder adquisitivo de las familias ha disminuido. Analizando, con el precio que tienen las universidades hoy, yo creo que mi papá no me hubiera podido pagar las dos carreras que hice. La inflación en la educación primaria es más alta que la inflación de la canasta básica.
Estoy consciente que tengo lectores de todo tipo de edades. Habrá algunos para los que los siguientes consejos tal vez ya son tardíos, pero compártanlos con sus hijos o amigos que tengan hijos pequeños. Lo mejor que se puede hacer para atender “un pasivo” es planeando la manera en la que se va a pagar. Les comparto algunas recomendaciones:
1) Planea el momento de tener a tus hijos.
Carolina asegura que, si se hubiera pensado bien, haciendo cuentas, y planeado a detalle no tendríamos hijos. Sin irse al extremo, es importante pensar bien el momento, situación económica y las implicaciones de tenerlos. En mi caso mi hijo mayor llegó 5 años después de casarnos a mis 31 años, teníamos buenos trabajos y estables y aun así fue algo duro el inicio.
2) Ahorra desde el embarazo.
Desde el momento en que se enteran que hay embarazo, el gasto no se detiene, hasta la independencia económica de tus hijos. Los primeros años suelen tener un gasto fuerte, lo mejor es estar preparados con un ahorro y que no se desbalanceen tanto tus finanzas en lo que se adaptan con los gastos
3) Considera el ahorro de mediano plazo para la educación.
Muchas de las personas que estoy asesorando se arrepienten de no haber empezado a ahorrar desde que sus hijos eran pequeños para la educación. Independientemente de que consideres escuelas públicas o privadas, la educación tiene un costo importante y conforme avanza de grado, el gasto aumenta considerablemente. En un entorno profesional cada vez más competitivo, el contar con educación privada puede hacer la diferencia.
Los niños implican muchos gastos, salud, educación, entretenimiento, vestido y alimentación solo por mencionar los más importantes. Mis hijos son una de las principales fuentes de mi felicidad y me impulsan a poner todo mi esfuerzo para que ellos tengan lo que necesitan. ¡Felicidades hijos por sus 10 y 5 años! Soy muy afortunado de ser su papá.
Escríbanme y cuénteme sus historias de padres primerizos. ¿Cómo ajustaron sus gastos? Espero su correo en abusto@hotmail.com
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*El Autor es economista, politólogo y MBA del ITAM, especialista en finanzas personales
