Aprendí a cocer frijoles a los 21 años en Brasil

Ada Serrano
7 min readApr 7, 2016

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Estamos en abril, oficialmente ha pasado una cuarta parte del año, lo cual significa que también ya pasó una cuarta parte de mi intercambio en Brasil.

Eso solo me pone a pensar en todas las cosas que tengo por hacer y que no puedo prorrogar por mucho tiempo más.

También al llegar a esta etapa reflexione un poco sobre las cosas que he aprendido.

Cocinar

(si claro)

El vivir solo te obliga a aprender a hacer tareas que antes facilmente tu mamá o alguien mas hacia por ti.

Cocinar por ejemplo.

Ahora, vivir solo, fuera de tu país, incrementa un poco el nivel de dificultad de esta actividad, encontrar y comprar ingredientes, cocinarlos en lugares que no son lo que acostumbras.

Viene a mi el flashback de aquel día que decidí ir al mercado a comprar lo necesario para hacer comida en mi casa (y parar de comprar pizza/hamburguesas en la calle) Obviamente en mi carrito habia leche, cereal, pan, huevos, un bote de nutella, un pan árabe que es lo mas cercano que encontré a las tortillas de harina y lo último antes de ir a las caixas (donde si tienes suerte las cajeras te atienden después de limarse las uñas, llamar a su comadre y comerse un sandwich) era comprar jamón y queso, lo cual solo podía obtener en esa filita al final del Mercado do Zona Sul, que en México le llamamos área de embutidos, y aqui no me acuerdo, pero anyways.

En la fila, con la adrenalina desbordando por estar a punto de experimentar mi primera conversación con una persona de Brasil, repetía en mi mente lo que tenía que decir,

Oi, boa tarde, tudo bom?

(esperar respuesta)

Tudo, 250 gr de presunto e 250 de queixo mozzarella (es el que le ponen al sandwich, yei for Brasil)

Claro que sim moça, além disso voce fala muito bem portugués!

(Eso hubiera sido lo que él hubiera dicho si todo hubiera salido bien)

(Pero esas cosas no me pasan a mi)

La realidad es mucho menos elegante.

Al llegar mi turno me quede viendo fijamente a la cara del joven que atendía esperando que supiera lo que quería por medio de telepatia.

Despues olvide como se decia jamón (presunto) y me limite a pedir el queso, pensando que en otro momento volvería por el jamón cuando mi cerebro dejará de recordar el nombre de todos los personajes de Harry Potter pero no de como pronunciar jamón en portugués. Pero no, era now or never, go hard or go home , asi que procedi a señalar con mi dedito lo que quería y preguntar: o qual é o nome disso?

Obviamente el se rió y dijo: presunto.

Y de ahí surgió la usual conversación cuando la gente me escucha hablar:

De onde voce é, o que voce faz aqui, qual é seu curso, quanto tempo vai ficar aqui, etc etc.

Sabia muy bien que al llegar aqui iba a aprender si o si a comer cosas diferentes y con suerte preparar recetas nuevas aprovechando los diversos ingredientes que Brasil ofrece.

Había muchas cosas que sabía que iban a pasar, que las había anticipado.

Pero lo que no esperaba aprender en Brasil era a cocer frijoles.

(inserte broma racista y machista aqui)

Quien diria que tardan tanto en cocerse, tal vez sea algo de sentido común, pero a mis 21 años jamas habia cocido frijoles sola, había ayudado a mi mama a lavarlos, a ponerlos en agua y cosas asi.

En la mayoría de los restaurantes en Brasil (aqui tienen dinámicas diferentes, tipo, escoges todo lo que quieres, te emocionas, al final pesan tu plato y pagas una fortuna) el menú siempre contiene arroz, frijoles y alguna proteína.

Entonces cuando me decidi a recrear este menú en casa, cocine el arroz y pollo como de costumbre, pero al llegar a ver la bolsa de frijoles caí en la cuenta que era la primera vez que cocinaba esa leguminosa all by myself.

Gracias por los paquetes que traen instrucciones for dummies.

Suena como algo totalmente normal, pero me impresione al ponerme a pensar en todo lo que no se, y todo lo que pienso que ya se hacer porque ya soy una -adulta-.

Viajar

Definitivamente empacar para mi es una tortura.

Siendo muy desorganizada, odio tener que doblar, guardar, acomodar, y sobre todo escoger qué llevar. Siento que mi ropa se siente mal porque no la voy a llevar de vacaciones conmigo. Es una tor tu ra.

Además, ¿Cómo iba a saber que en Río no iba a necesitar mis botas negras y que debía de traer muchas sandalias? (por lógica, duu)

Viajar por un largo periodo de tiempo siempre implica adaptarse.

Y eso, para los que estudiamos aqui, (o tal vez solo soy yo) fue algo que muchos tardamos en entender, y hay otros que no quieren entender.

Al llegar aqui y pasar la etapa de la luna de miel en que todo parece maravilloso, inevitablemente llega el momento en el que empezamos a criticar todo y a decir cómo se hace en nuestros países.

Cada quien tiene un punto de vista y una posible solución para esos problemas.

Pero lo que nuestra maestra de portugués rápidamente nos recordó fue que: Ni Brasil, ni Río, ni la universidad, ni los maestros ni las personas van a cambiar por nosotros, si nosotros decidimos viajar aqui nos tenemos que adaptar, nos guste o no.

Por ejemplo, una costumbre de los cariocas (nativos de Río de Janeiro) que no es tan repetida en otras partes del país, es conocido como jeitinho brasileiro.

Jeito en español significa forma, manera. Es decir, tienen una cierta manera de hacer y resolver cosas. Una maña, pues.

Si no hiciste la tarea y quieres que te la acepten pides un jeitinho, si no cumples los requisitos para un trámite, pero ocupas hacerlo ese dia pides un jeitinho y así.

Además la gente está muy acostumbrada a pedir cosas a otros, es muy común, lo que para mi seria una excesiva confianza de parte de una persona (que para mi caería en molestia) aqui es totalmente normal.

Pedir favores, cosas prestadas, etc.

De hecho si no pides cosas, es casi considerado una falta de respeto.

En México te dirian: Uy que pediche!

Aquí si no pides nada eres un Fechado (cerrado)

La ‘Faculdade’

La universidad en la que me encuentro es unas de las mejores en Brasil, pero también la más cara del país.

Algo así como el TEC de Monterrey de Brasil.

Afortunadamente como estudiante extranjera, y gracias al convenio que tiene con la UABC, no tengo que pagar nada, solo una inscripción de más o menos 3,000 pesos y ya (lo cual es muy barato con todos los beneficios que obtengo)

Es una universidad no muy grande en metros cuadrados, pero que dentro de los terrenos tiene bancos, restaurantes, tiendas, y una pequeña jungla con todo y su riachuelo.

Algo que puedo destacar que es totalmente diferente al resto de las universidades de todos los que venimos fuera de Brasil, es que aqui cada martes y/o jueves tienen un evento en la Vila dos Diretorios (un anexo de la universidad donde hay pequeñas casitas, una para cada facultad, tipo fraternidades donde los estudiantes van a pasar el rato libre, platicar, sacar copias, etc) en donde hacen una fiesta con DJ, venden cerveza y los estudiantes pueden pasar un rato agradable conociendo a otros estudiantes (y emborrachándose) DENTRO.DE.LA.MISMA.UNIVERSIDAD.

Para mi fue un poco impactante la primera vez que vi a los estudiantes bebiendo y bailando hasta el suelo dentro de la escuela como si nada, y pues, ¿Quien soy yo para oponerme a sus tradiciones?

Roller Coaster of emotions

De lo relajación de la playa, al estrés de las tareas. De la alegría de vivir en una de las ciudades más hermosas del mundo a la tristeza de no tener a las personas que quisiera conmigo para compartir esto. De la calma al enojo y, sobre todo, de la diversión de las mil cosas que hay para hacer y disfrutar a la melancolía de extrañar tu país.

Ningún taller de choque cultural nos puede preparar para la experiencia de vivir un intercambio internacional.

Yo intenté sin éxito anticiparme un poco haciendo un verano de investigación el año pasado, para vivir fuera de casa un tiempo y acostumbrarme a la vida de estudihambre foráneo antes de aventarme al intercambio.

Desafortunadamente, nada tiene que ver vivir en Colima a vivir en Río de Janeiro (bueno, a excepción del exceso de plantas, árboles y mosquitos) y es inevitable pasar por esos cambios drásticos de humor, donde de repente estoy gozando de todo lo que hay en Brasil, pero pensando también en las personas con las que quiero compartirlo.

Por el lado positivo, las personas que me encontre aqui en Rio me han ayudado muchísimo a superar toda esta Roller Coaster of emotions, y también mis amigos y familia en México, mis mexicanos en Río (shotout to Rodrigo que me ayuda a mantener la coherencia en mi vida al poder hablar español con el cuando lo veo) y mis roomates brasileños que a diario me dan lecciones de cultura popular y de convivencia.

El tiempo vuela, y se que en cuanto menos lo piense será hora de volver a la realidad, y eso solo me hace pensar en que tengo que aprovechar cada oportunidad que tengo aqui de descubrir, aprender y viajar. (Aunque sea dentro de mi misma, porque vivir en Brasil esta carito y la beca como que no alcanza)

Gracias de nuevo por todo el amor.

Update: Justo antes de publicar esto tuve sintomas de Zika, y al acudir con el medico me dijo que efectivamente tuve zika, pero que en mi caso gracias a que tome estaba tomando antibioticos para una infección en la garganta y al tratamiento adecuado (y a los cuidados de mis roomies, sobre todo Dejair) me pude recuperar like a boss.

Ada xx

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Ada Serrano

Lic. en Relaciones Internacionales. Apasionada por aprender, descubrir y escribir. Eternamente enamorada de esta vida y las que siguen.