Coronavirus en España (II): Cómo Evito Contagiarme. Cómo Evito Contagiarte.

Alberto Fernández
7 min readMar 17, 2020

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Actualizado 17-Marzo-2020 8:00

Hemos recibido numerosas peticiones de consejos para evitar el contagio del virus. Dada la importancia de la situación hemos elaborado este artículo con la premura que la situación exige, y por tanto no hemos incluido en esta versión la bibliografía científica y los datos que sustentan estas recomendaciones. También es posible que haya erratas tipográficas. Iremos actualizando el artículo en la medida de lo posible.

Hace 155 años un gran doctor y científico falleció en circunstancias atroces por defender que lavarse las manos salvaba vidas. Se trataba del apenas recordado por el público Ignaz Semmelweis. Su trabajo, unido al de otros pioneros, ha salvado la vida de cientos de millones de personas en todo el mundo.

Y llegamos a hoy. Como a lo largo de estos 155 años, lavarse las manos sigue salvando millones de vidas. Sólo que hoy, en medio de la que amenaza con ser la peor crisis sanitaria de nuestras vidas, el que tú te laves la manos y apliques otras medidas de higiene extremas salva vidas, las de las miles de personas que te rodean, puede que incluso la de tu familia o la tuya.

Estas afirmaciones pueden sonar exageradas. Sin embargo en un artículo previo realizábamos una estimación del impacto de cada persona infectada.

Si TÚ, el que lees este artículo, te infectas hoy, 17 de marzo, y no tomas ninguna medida, causarás la muerte de otra persona para el 21de abril, y además contagiarás la enfermedad para esa fecha a 52 personas, 7 de las cuales presentarán cuadros graves que requerirán hospitalización, y 3 de las cuales precisarán de ingreso en UCI, y de las cuáles una fallecería. Esto en una estimación que considera tasa actual de extensión de la enfermedad (R0=2,2) y de mortalidad (escenario 2%).

Hemos oído y leído todo mucho sobre recomendaciones de higiene, desde consejos de las autoridades sanitarias hasta mensajes de WhatsApp de nuestros amigos. Lo que queremos en esta ocasión es proporcionar tres principios básicos que deberían guiar nuestro comportamiento, y explicar con ejemplos en qué situaciones podemos utilizarlos. Soy consciente de que algunas de estas medidas pueden parecer exageradas, sin embargo creo que la gravedad de la situación actual no admite ninguna concesión al virus.

1. TODO OBJETO que alguien PUEDA haber tocado es SOSPECHOSO

Una de las características del virus SARS-Cov-2 (al que denominamos Coronavirus) es su persistencia sobre superficies y objetos. Todavía en estudio, ya hay evidencia científica que muestra que el virus puede sobrevivir más de 12 horas sobre algunas superficies. Cuando hace pocas semanas supimos que alguna compañía situaba la paquetería que le llegaba en cuarentena de 12 horas, el comportamiento parecía exagerado. Viéndolo a día de hoy se ve totalmente aconsejable.

Y todo objeto se refiere realmente a todo objeto:

  • El pomo de la puerta de un edificio o casa
  • La barra de agarrarse en el autobús
  • Las asas de las bolsas de la compra que nos traen a casa
  • El botón del ascensor
  • El grifo del baño
  • El dinero en metálico (algunos comercios ya están prohibiendo su uso en esta época, permitiendo únicamente pago con contactless o tarjeta)
  • Ese sobre o informe que nos entregan impreso
  • …y muchos otros

¿Qué puedo hacer?

  1. No salgas de casa si no es realmente imprescindible. Actualmente disponemos de múltiples herramientas telemáticas y servicios a domicilio que nos permiten continuar con nuestra vida social y procurarnos muchas cosas que necesitamos sin movernos de casa. Si PUEDES teletrabajar, DEBES teletrabajar, aunque no sea lo óptimo. Si tu trabajo implica un desplazamiento presta atención al resto de puntos, y extrema tu cuidado en el transporte público si lo tienes que utiliza
  2. Minimiza el contacto con estos objetos sospechosos (todos los que alguien haya tocado), si tienes que abrir una puerta trata de empujarla o abrir con el codo, no tocar con la mano, sujetar la puerta con el pie, pulsar botones con el codo, etcétera
  3. Desinfecta o pon en cuarentena cualquier objeto que provenga de otras personas. Si es posible que te lo dejen al otro lado de la puerta y lo recoges tú. Una solución de alcohol al 80% o similar funciona como un buen desinfectante para limpiar, por ejemplo, asas de bolsas o cajas de paquetes que llegan a tu domicilio. La cuarentena de 12 horas de un objeto es otra posibilidad
  4. Después de un contacto con un objeto no toques objetos personales, y menos nariz, boca u ojos. Lávate las manos a fondo con agua y jabón o utiliza una solución desinfectante con contenido de alcohol mínimo del 80%
  5. El uso de guantes es controvertido. Por un lado los guantes de uso médico no ofrecen resistencia para el día a día, y los guantes de uso común es posible que no tengan un tamaño de poro que impida el paso del virus. Otro problema es que los guantes pueden proporcionar una falsa sensación de seguridad. Si abrimos una puerta con el pomo infectado con un guante, y a los cinco minutos nos tocamos la boca o la nariz con ese mismo guante hay posibilidad de contagio

2. TRES METROS de distancia con otras personas

Cuando una persona infectada tose o estornuda emite partículas de saliva o moco, denominadas gotitas de Flügge, que contienen el virus y por tanto pueden transmitir el virus. La evidencia y recomendaciones de autoridades sanitarias internacionales apuntan a que el radio de contagio es de 2 metros, ya que más allá estas partículas caerían hacia el suelo y ya no alcanzarían nuestra boca ni nuestra nariz. Por mi parte prefiero añadir un metro adicional.

Por tanto la recomendación es clara: no aproximarse a menos de 3 metros de ninguna otra persona, salvo, lógicamente, las personas que convivan con nosotros y que no estén infectadas ni tengan contactos de riesgo.

3. Si piensas que tú o alguien PUEDE ESTAR CONTAGIADO, ASUME que la respuesta es que SÍ, y PROTEGE a los demás

Si tú o alguien de tu familia notáis tos, malestar, sensación de fiebre o algo similar asumid que podéis estar contagiados y extremad las medidas. Mejor tomar medidas adicionales y que al final no sea nada, que no tomarlas y por eso contagiar a las personas que viven o trabajan contigo.

¿Qué significa extremar las medidas?

  • Quédate en casa. Absolutamente
  • Protege a los que viven contigo. Aplica las normas que comentábamos antes para fuera de casa a dentro de casa
  • Si es posible, duerme y haz vida en una habitación separada. Si no mantén, todo lo posible, 2–3 metros de distancia con el resto de personas
  • Desinfecta todos los objetos que toques y que alguien más pueda tocar
  • Usa mascarilla cuando estés con otras personas (reduce mucho el posible contagio por las gotitas de Flügge que puedes enviar)
  • Tápate con la parte interna del codo o un pañuelo si toses o estornudas. A continuación tira el pañuelo o lava la parte del codo
  • Lávate las manos con frecuencia y siempre después de tocarte la boca o la nariz

No todos los contagios son iguales

Tendemos a pensar que el contagio por un virus es binario. O estamos contagiados o no. Sin embargo no pensaríamos que es lo mismo ser atacado por un escuadrón de 10 soldados que por una división de 10.000. En virología ocurre algo similar, y al número de soldados podemos denominarlo carga viral en el contagio.

Supongamos que intentamos tomar todas las medidas que hemos comentado, pero aún así hay una pequeña “brecha”, y el equivalente viral a 10 soldados nos invaden. Lógicamente el sistema inmune actuará de inmediato. Al ser sólo 10 soldados, es mucho más probable que el sistema inmune pueda eliminar la infección o, si no la elimina, el reducido grupo es más probable que origine una infección clínicamente leve.

Pongámonos en otro caso. No tomamos las medidas que hemos indicado y nos contagiamos con una gran cantidad de virus, el equivalente a la división de 10.000 soldados. El sistema inmune actuará también de inmediato. Sin embargo será una batalla muy dura, y la probabilidad de perderla al menos temporalmente, y por tanto de desarrollar la enfermedad será mucho mayor. Por otro lado en el caso de infección, la potencia del ejército enemigo hará que la infección sea, con probabilidad, mucho más severa.

La conclusión es que habrá merecido la pena tomar todas las precauciones posibles, incluso si finalmente llegáramos a tener contacto con el virus.

Científicamente la evidencia de la importancia de la carga viral en asociación con el riesgo de contagio y la severidad está bien caracterizada con otros virus. En el caso del SARS-CoV-2 está en estudio, como muchos otros aspectos, sin embargo consideramos que es muy probable, y por ello lo mencionamos.

No sólo se contagia con síntomas

Una última reflexión tiene que ver cuándo una persona contagia. La evidencia, todavía preliminar, es tan preocupante como todo lo que vamos sabiendo de este virus.

  • Se contagia con síntomas (por supuesto)
  • Se puede contagiar antes de que aparezcan lo síntomas (durante la incubación)
  • Hay evidencia que indica que podría contagiarse hasta días o incluso pocas semanas después de estar “curado”

Por tanto ante exposiciones de riesgo (contacto con infectados) extremar el cuidado, por supuesto hacerlo durante la fase con síntomas, pero también mantenerlo una vez recuperado del cuadro.

Conclusión

Repetimos aquí las mismas conclusiones expresadas en un artículo previo, ya que creemos que aplican igualmente al actual.

Nos enfrentamos a una de las mayor amenaza para nuestra salud y nuestra vida de los últimos 75 años, y ni siquiera somos conscientes.

Si todos tomamos todas las medidas necesarias la epidemia de COVID-19 pasará a la historia como una de las peores crisis sanitarias de nuestro tiempo, con decenas o centenares de miles de infectados y miles de personas fallecidas.

Si no las tomamos, y el virus continúa su progresión actual en España, estamos hablando de otra dimensión. Millones de personas infectadas en nuestro país, centenares de miles de muertos, la mayor catástrofe que nos afecta posiblemente desde las guerras del siglo XX.

La solución está, nunca mejor dicho, en nuestra mano. En la de cada uno y en la de todos. Sólo cada uno de nosotros, y todos juntos podemos detenerlo. Pero para eso todos nosotros debemos de actuar. Tú debes de actuar. No mañana, sino hoy. No hoy, sino ahora mismo.

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Alberto Fernández

Ldo. Medicina y Cirugía, Especialista Medicina Interna, Máster Documentación y Sist. de Información Sanitaria, MBA Kellogg-Northestern Univ. Gestión Sanitaria