20 discos del 2014
He aquí este pequeño artículo que hará honor a 20 discos lanzados en este último año.
A no equivocarse: esto NO debe tomarse como un “Los 20 mejores discos del 2014". Repito: NO debe interpretarse con un órden jerárquico basado en criterios oscuros, interesados, obvios y poco jugados como en tu revista típica y preferida de turno. No esperes encontrar el último desastre que sacó U2 o el regreso de Pink Floyd. Esta lista solo debería interpretarse como “Los 20 discos que eligió subir Alex, porque fueron los que más escuchó durante este año, porque suenan re lindo o porque se le cantó”.
Je.
Ahora sí: los invitó a escuchar todas estas cosas lindas que yo disfrute muchísimo durante los últimos 12 meses. Abundan las bandas independientes, aunque no exclusivamente.
“Aves de Chile” de Niño Cohete
Gran forma de arrancar el año. En Enero salió este proyecto, a través de crowdfunding, desde el otro lado de la cordillera y es un verdadero deleite. Los chilenos de Niño Cohete nos traen un poco de folk guitarrero, con contrabajo, teclados y una guitarra eléctrica que nos complementa el sonido con unos arpegios super atmosféricos. Todo esto con un clima muy juguetón e inocente. Veraniego al 100%. Desde el opener de El bosque ya arrancamos a sonreir y con Osos y cazadores nos metemos en un mundo imaginario y mágico (Quiero una casa, que quede cerca donde puedan llegar. Y mucho viento que infle las velas, salir a navegar). Canciones como El monstruo también nos muestra que a veces aflora su costado oscuro y onírico.
Un disco fácil, relajante, fresco y con excelentes canciones.
“Juice” de Medeski Scofield Martin & Wood
Ya era hora de volver a ver a esta combinación explosiva.
De un lado del ring tenemos a Medeski Martin & Wood, trío de jazz fusión y también a veces incursionistas del avant-garde y por el otro al legendario Sco quien tocó con grosos desde Miles y Herbie Hancock hasta John Mayer (y quien solo se la banca de sobra).
En “Juice”, nos traen un poco más de ese gran groove funkero (Sham Time, North London), presente en ese disco de Sco del 98, con MMW como backing band: A Go Go. Como novedad, se agrega un poco de latin feel a la cuestión. Temas como Louis the Shoplifter y Juicy Lucy tienen una onda salsera que es excelente. Además, y como frutilla del postre, 3 covers clásicos y resplandecientes: Light My Fire de The Doors, The Time They Are A-Changin’ de Bob Dylan y Sunshine Of Your Love de Cream transformada en un mantra dub de otro planeta.
Para chuparse los dedos. O los oidos, que se yo.
“Bailar en la cueva” de Jorge Drexler
Jorge volvió. Y en forma de fichas. O de discoteca, lo que te pinte más. En “Bailar en la cueva” se ve su costado más pegajoso y bailable… y la premisa es justamente esa: La idea es eternamente nueva/Cae la noche y nos seguimos juntando a
bailar en la cueva reza el primer tema del disco homónimo. Por primera vez en mucho tiempo se lo ve con una guitarra eléctrica colgada y con una banda muy lejos de lo convencional: un bajista y contrabajista, una sección de vientos impecable y MUCHA percusión. Además el disco cuenta con grandes participaciones como Li Saumet de Bomba Stereo, Caetano Veloso en la cumbia Bolivia y Ana Tijoux en el corte Universos Paralelos (¡Alto video!). Todo esto da como resultado un disco fresco, alegre, latino, con esas letras tan poéticas, y características de Drexler, y unos estribillos super pegadizos (Esfera, Luna de Rasquí y La noche no es una ciencia). Mención especial: los contrapuntos y armonías que se forman en las guitarras de Organdí complementan perfectamente la voz de Jorge. Obra maestra.
“Hasta Nunca” de Sol Marianela
Un hallazgo fortuito en bandcamp me llevo a conocer este discazo. Un poquito de rock/pop mezclado con fuerza y actitud punk (Los novios, Porno de chicas). Guitarras distorcionados con un chorrito de delay que me hacen acordar a lo más rockero de The Cure y un poco de gritos, porque no. Las letras, por momentos ácidas y por momentos nostálgicas de Sol, una cantautora de Villa Gesell, son fáciles para relacionarse y hacen que todo esto te llegue un poco más. En temas como Metodología de escape y Ramitas, la cosa se pone un poco más oscura y nos muestra un poco que no todo es color de rosa en este mundo de poco más de media hora. Música 100% independiente y sincera.
“Lazaretto” de Jack White
¿Querías guitar heroes? ¡Tomá!¡Acá tenés!
Vuelve Jack White con lo que básicamente podemos llamar “Blunderbuss pt. 2", pero esta vez es su disco más bluesero desde Icky Thump en White Stripes. Entonces si de blues hablamos, Three Women es el opener perfecto y High Ball Stepper nos lleva a ver cuanto más puede hacer White cuando no se restringe solo a la guitarra y la batería. Alone In My Home podría integrar tranquilamente Get Behind Me Satan, ese disco de los Stripes que tiene tantas baladas lindas con piano y Would You Fight For My Love?, el mejor tema del disco btw, es la prueba de que el dicho infantil “los que se pelean se aman” aplica a tanta pica con Dan Auerbach de los Black Keys. No hay mucho para comentar sobre esto: todo lo que toca Jack es oro. Que lindo seguir contando con músicos así.
Eso sí, lo que nunca voy a entender es el grito de “¡Como en madera y yeso!” del siguiente tema.
“Pánidamasa” de Pánidamasa
Llegué a este disco de casualidad, en un grupo de facebook de la facultad. ¡Y menos mal!
Un poquito de canción en formato funk/jazz, una base sólida y groovera, y una cantante de película que no tiene inhibiciones para disponer de su voz como un instrumento más y solear a la par del resto. Jogo, ese tema melanco con sabor carioca, es la mejor prueba de esto. Atención también a Libros abiertos (live rose and be earth toes): mucho swing, vientos, y una inesperada transición al reggae. El solo de guitarra en Giros es cuidado y fragil, pero con una interpretación cargada de sentimiento. Y no nos olvidemos de los constantes y macizos, aunque flexibles y suaves, respaldos del bajo y la batería que sirven de espina dorsal para este regalito de nueve canciones. Estos muchachos seguro se nos van para arriba.
“Secret Evil” de Jessica Hernandez & The Deltas
Hunt you down, going nowhere/no place left to hide./Hunt you down, going nowhere/time ain’t on your side. Así, con el bombo en negras y una voz sensual y acusatoria arranca esto, después se suman unas guitarras rocanroleras, los teclados y ya desde No Place Left To Hide tenemos la fiesta que caracteriza al resto del disco debut de Jessica Hernandez & The Deltas. Sorry I Stole Your Man y Run Run Run pegan fuerte desde Amy Winehouse y Dead Brains me hizo enamorarme de nuevo de los pedales de phaser. Todo eso más un hit pop por si les pintaba chartearla, Over. Y como último dato piola, la banda tiene trombón (¡!).
“La Familia de Ukeleles” de La Familia de Ukeleles
Un poquito de azucar, flores e instrumentos acústicos. Lapsteel, guitarra tenor, contrabajo, banjos y banjoleles, trompeta, armonías vocales y las percusiones más bizarras que te puedas imaginar. Todo girando alrededor del pater familias: el ukelele. Con abundancia de swing y boleros, estas 13 bellas canciones son el debut discográfico (en LPs, por lo menos) de esta banda porteña que arrasta fans en cantidad a cada uno de sus shows. En cuanto a los covers y standards, destacan Everyday de Buddy Holly en un dulce dueto entre Matías Martinelli y Mel Muñiz, quienes también interpretan Suspicion, originalmente grabada por Elvis Presley. Por el lado de los originales, me quedo con Train (¡alta intro!) y con Caracoles, que me dan ganas de estar tirado en el caribe con un coco con pajita. ¡Mención especial para Paparulo, temón de Fideo, el percusionista!
Sí después de dos escuchadas no salís con ganas de aprender uke, no sos normal. Punto.
“No Fear” de
Fernández 4
Acá va un poquito de estos muchachos incatalogables. Lo primero que te surge es encasillarlos en rock, pero por las métricas raras, tensiones, improvisaciones y el tenor impresionante de músicos (Pipi Piazzolla, Cirilio Fernández, Nico Sorín y Mariano Sívori) me tiento más a llevarlo a jazz. Los filtros de voces que maneja Nico Sorín desdel el iPad en temas como Hack or Shack o Brion van geniales con las atmósferas lúgubres o difusas que se forman. Por otro lado, la mezcla de teclados con piano acústico por parte de Cirilio es un poco más de la paleta amplia que este grupo maneja. Hay temas upbeats como Tag o Odalchiz que te suben un poco la adrenalina y sus contrapartes, igualmente brillantes como el solopiano de Ende. El momento más pop del disco podría ser Anyone, cuando Sorín se anima con una guitarra medio JohnMayerosa.
Los dejo a que ustedes solos intenten encasillarlos. Yo no pude. Pero, pensandolo mejor… ¿para qué?
“La República” de Efecto Amalia
Acá fue donde me tuve que comer mis palabras con las que aseguraba que no me terminaban de cerrar lo progresivo ni los discos conceptuales: este disco es una masa de principio a fin. Las guitarras están lejos de ser convencionales. Por lo general son dos vehículos que llevan adelante el tema con contrapuntos y matices rítmicos complejos, jugando con el stereo en la mezcla: Fata Morgana y Arquitectura del Aislamiento son fiel prueba. Con el mismo detalle minucioso fueron curadas las baterías: técnica y precisión pura. Por momentos hay temas que se hacen un poco difíciles, y entonces llega esa balada hermosa, Soma, con un outro que nos devuelve al universo del disco: una ciudad distópica en un futuro de ciencia ficción oscuro y oxidado. Todas las letras fueran escritas por uno de los cantantes, Fernando Yañez, basada en un cuento del baterista (¡que también es escritor!), Santiago Martínez Cartier. Musicalmente hablando, las influencias del disco van desde bandas como Circa Survive y Closure In Moscow hasta The Mars Volta; pero lo que más me sorprendió fue que se guardan lugar para sorpresas, como el break reggae de Gestalt Pt. II (Espejos y reflejos). El disco es épico de principio a fin, y no se si ellos lo buscaban, pero resultó muy pegadizo también.
Ellos viven, nosotros dormimos.
“Providencia” de DIETRICH
La diferencia entre los muchachos de DIETRICH y Quebracho es que estos hacen música postrockera re piola. Y no prenden fuego comisarías. Pero sí suben a tocar encapuchados y sus recitales tienen humo y luces geniales. Alejados un poco de su primer sonido guitarrero, dejan lugar a algo más bailable y basado en los teclados, como en Mondeo o Panamericana. Eso sí, la guitarra marca el cierre del disco, cuando entra en plano folk en El último Martín Fierro. Las voces filtradas siguen presentísimas, pero se nota una meticulosidad de reloj suizo en la laburo de producción. Cada beat esta en lugar correcto y cada instrumento paneado donde corresponde. ¡Bien por los muchachos! Una de las mejores bandas under de Buenos Aires… ¡y mi preferida del género!
“Las cuatro estaciones porteñas” de Escalandrum
A la ya re piola formación de Escalandrum, dirigida por Daniel “Pipi” Piazzolla, se suman varios más entre los que destacan Daniel Hugo Piazzolla (su padre, hijo de Astor) en percusión, Nicolás Sorín y Lucio Balduini para formar “Escalandrum proyecto eléctrico”. Esta nueva formación rinde tributo a los flashes electrónicos de Astor en la década del 70 presentando Las cuatros estaciones porteñas con arreglos de Nicolás Guerscheberg. A diferencia de su trabajo anterior “Piazzolla Plays Piazzolla”, este disco muestra a un Escalandrum mucho más ortodoxo y más tanguero, respetando las obras originales mas fielmente; no obstante, con un toque de modernidad y jazz. Los sintetizadores del comienzo y el piano rhodes en Invierno porteño son la prueba. Los juegos y contrapuntos entre los saxos, la guitarra y el bandoneón al comienzo de Primavera porteña son un deleite y el solo de Balduini al final parece gritar “Sí, loco, estabamos tocando jazz… no se olviden”: majestuoso. De yapa vienen 2 temas más, grabados en la Sala de Cámara de La Usina del Arte.
Fanáticos del tango, maravillensé.
“Antemasque” de Antemasque
Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez López hacen un regreso triunfal con Antemasque. Grabado nada menos que en el estudio de Flea, quien toca el bajo en todo el disco (¡!), esta obra representa una partida del sonido que venía teniendo The Mars Volta en sus últimas épocas. Despojados de tanto misticisimo y compliejidades, nos entregan un poco de rock zeppelinero in-your-face, por momentos medios Plant-esotéricos (Drown All Your Witches) y por otros con una onda power pop que pega fuerte (50,000 Kilowatts). Momento mori y People Forget representan los momentos más fuertes (y los mejores, si me preguntan a mi) del disco. Bajos potentes, guitarras cortadas, alaridos de Cedric, unos ecos fantasmales de fondo y MUCHO MUCHO HUEVO. ESA es la parte para los amantes de Mars.
¡Espero que nos den otro disco más en la misma veta, como mínimo!
“Araucarias” de Adrián Juárez
Lo más sorprendente de esto es que llegué a Adrián Juárez gracias a una recomendación automatizada de Facebook. Bendito sea ese día.
Este cantautor de La Plata tiene una forma única e interesante de combinar los sonidos y hacer música. Araucarias, compuesto e intepretado integramente por él, es un auténtico cuento de la selva. El disco enmarcado en 24 horas en una jungla, comienza con los juguetones rayos del sol y termina con la fría luna y los ojos de las bestias acechando tras las lianas. Musicalmente, tiene dejos de Vampire Weekend, pero con un sabor africano y al mismo tiempo rioplatense. Basta con escuchar la belleza y sincerdidad en La luna fue a volar, Fuertes de bambú o Guerrero corazón jaguar para enamorarte automáticamente de estas canciones.
¡Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está!
“Sonic Highways” de Foo Fighters
Proyectos ambiciosos y épicos si los hay. Dave Grohl se embarcó en una epopeya odiséica a través de 8 estudios míticos en 8 ciudades claves estadounidense (Chicago, Washington DC, Nashville, Austin, LA, New Orleans, Seattle y NY) donde pasaba una semana en cada una, grabando en cada una un tema distinto. Las letras se escribieron el último día luego de “empaparse” de la cultura y historia local. Y de todo esto se hizo una serie televisiva de 8 capítulos que fue lanzada por HBO. Solo a Grohl le puede salir bien esto. El resultado: un disco de ocho temas excelentes, con invitados de lujo en todos los temas. Detalles que hacen geniales a esta obra son, por ejemplo, uno de los pocos solos de guitarra en toda la discografía de los Foos y es ejecutado por Gary Clark Jr. en What Did I Do?/God As My Witness y la orquesta de cuerdas que interviene en I Am a River. Congregation podría ser de los mejores temas que hayan escrito y tiene un intermedio barroco bastante flashero por Zac Brown; y The Feast and The Famine es un himnero foofightero ya establecido como clásico. Mi único reproche se basa en que es un pecado mortal invitar a la mítica Preservation Hall Jazz Band a tocar en In The Clear y castigarla de esa manera en la mezcla. Los vientos son prácticamente inaudibles. Una lástima, podrían haber hecho al tema un caño. Pasa un poco lo mismo con Joe Walsh: no podés invitar a tal leyenda viva a hacer un solo y dejarlo que haga esa pedorrada en Outside.
Salvo por esos detalles, si bien no es lo mejor que sacaron los Foo; sigue siendo un disco excelente y una gran recomendación. En especial la serie: esa sí no se la pierdan.
Two thumbs up, Dave!
“Tomorrow’s Modern Boxes” de Thom Yorke
Ya desde el segundo cero del opener A Brain In A Bottle, cuando entra ese beat infeccioso y rebotín, con ese juego de stereo sabés que Thom Yorke lo volvió a hacer. La rompiste de nuevo, titán.
Antes de hacer referencia a lo musical, es también para destacar que este genio de la música moderna volvió a revolucionar el mercado lanzando su última obra a través de BitTorrent. En solo 6 días el disco ya había sido descargad0 un millón de veces a 6 dolares por descarga.
Mi tema preferido del disco, Guess Again!, tiene una armonía ejecutada en piano que me recuerda muchísimo a Hail To The Thief. Por momentos el disco se vuelve un tanto bailable, como en The Mother Lode o There Is No Ice (For My Drink), y por otros un tanto sombrío y lúgubre; como en Truth Ray o Pink Section. Lo que sí, la perfección que caracteriza a este mesías está presente durante los casi 40 minutos del disco.
Gracias por existir, Thom.
“X” de Ed Sheeran
Para inagurar el momento pop de la lista, tenemos al doppleganger de Ron Weasley: Ed Sheeran. En X, Ed nos presenta un lindo coctel de R&B, rap y pop servido en forma de una guitarra acústica y una pequeña máquina de hacer loops. Impecable e innovador. Las canciones suenan frescas y dan ganas de moverse. A los más entusiastas del pop yankee guitarrero los van a enganchar fácilmente temas como I’m A Mess y Tenerife Sea. A los más “CristinaAguilerescos” por ahí les cabe Afire Love y Nina. Para los más copados con el R&B onda Justin Timberlake y Beyoncé los regalos son joyitas como Sing o Runaway; pero la verdadera sorpresa es The Man en el que Ed la rompe rapeando al mejor estilo The Streets. El momento más feliz del disco es claramente Thinking Out Loud, donde excepcionalmente acompañado por banda, le declara amor eterno a alguna minita que seguro está buenísima.
Este es el disco de la lista que le vas a regalar a tu vieja para escucharlo sin culpas; y lo bien que hacés.
“Supermodel” de Foster The People
Le das play y te encontrás con el primer golpe enérgico de Are You What You Want to Be?. Esto no hace más que recordarnos el compromiso de la banda en el ataque al consumismo extremo y el lado oscuro del capitalismo. Escuchamos un poco más y en tercer lugar nos salta Coming of Age, primer single del álbum. La elección de este single como carta de presentación no es casual. Obviamente es la maduración de la banda desde Torches, dejando atrás ciertas concesiones necesarias de un primer álbum y definiendo aún más la personalidad del grupo sin perder ese espíritu arriesgado, fresco e innovador que los caracteriza. Supermodel puede verse como un álbum en donde cada canción se encuentra conectada con la siguiente de manera elegante y elocuente; y para cerrar está la acústica y humeante Fire Escape, donde nos imaginamos a los muchachos escapando de este mundo animal y aburguesado. Fitting.
“40°” de Nelumbo
Un buen experimento sería darle play a esto y preguntarte: “¿Qué ves?”. La respuesta sería tramposa. 40° está envuelto en una neblina de lo-fi que lo vuelve onírico y noctámbulo. Se mueven figuras en el fondo y los sonidos no aparecen como obvios. Nelumbo debuta con un disco de aires jazzeros, pero en esencia bluesero y con derrapes de rock. La clave para entender esto es el espacio que se genera entre la base rítmica de batería y contrabajo, y las guitarras llenas de ese dulce reverb, cuyas melodías se van elevando como humo de cigarrillo. Arranca con un poderoso tema como My Wife, dominado por la letra contundente y sintética, maquinalmente acompañada con una mezcla de blues-jazz. Busy es una balada jazzística, con tiempo para la canción y para la improvisación suspensiva. Kids es una tierna balada sobre las dificultades de los chicos para expresarse al encontrar las trabas del mundo adulto.
Nelumbo es el mejor plan que podés tener para esta noche.
“Hoy no es un buen día para madurar” de Cerveza C
Y después de estar chupandole las medias a otros 19 artistas… ¿por qué no un poco de autobombo?
Luego de varios meses de arduo trabajo, nuestro proyecto más ambicioso salió a la luz. Un LP de 13 temas, de orígenes y géneros tan variados que incluso David Fricke tendría problemas para escribir una crítica coherente. Lo que hila a los temas es un profundo amor por la música y por hacer canciones divertidas y rockeras.
Escuchalo y sentilo: no te vas a arrepentir.