Quien no arriesga, no gana

Alina Díaz J.
2 min readMar 16, 2022

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Se han dado cuenta de lo mucho que nos cuesta a veces proponer(nos) hacer algo nuevo? Pareciera que eso requiere un esfuerzo adicional que muchas veces no estamos del todo dispuest@s a realizar, porque a fin de cuentas, nos preguntamos el para qué gastar tiempo en algo que no sabemos si va a funcionar o no.

Pero la verdad, es que cuando tomamos la iniciativa de enfrentarnos a cosas nuevas, todo será ganancia si contribuye a tu desarrollo personal o profesional.

Pues al final, todo lo que inviertas en ti siempre sumará. Ya sea que estés desarrollando un proyecto, estudiando algo nuevo, pensando en cambiarte de casa o buscando otro trabajo, el arriesgarse a salir de la zona de confort siempre será beneficioso porque esa experiencia significa un logro en sí misma, ya que te llevará a derribar tus propias barreras para expandir tus horizontes hacia nuevos conocimientos y/o habilidades que hasta quizás ni siquiera sabías que tenías.

¿Y si te equivocas? Es algo que posiblemente rondará en nuestra cabeza, el pensar que podemos estar cometiendo un error o que no estamos haciendo lo correcto o que no lo estamos haciendo bien, es algo que nos retará constantemente.Y es que tenemos una especie de prejuicio contra esas palabras, porque ¿qué significa realmente equivocarse o cometer un error por arriesgarse a algo? ¿Fracasar? ¿Y qué es el fracaso?

Son cuestionamientos que deberíamos hacernos, porque tendemos a darle una connotación negativa a experiencias que solo son eso: experiencias. Podemos pensar que quizás un camino es mejor que otro o que nos hubiese gustado una alternativa en vez de otra, pero eso no significa que lo que hayamos hecho estuvo mal, todo lo contrario. Se requiere coraje y valentía para enfrentarse al mundo y desafiar nuestros propios límites.

Por eso creo que arriesgar(se) constituye un aprendizaje invaluable que forma parte de un proceso de autodescubrimiento, independiente del resultado. Porque es en ese tipo de circunstancias cuando nos demostramos de qué somos capaces, de si tenemos la voluntad y el potencial necesario para dar el salto y tomar nuevos rumbos.

Más allá de lo que suceda una vez que tomemos la decisión de dar ese salto, felicítate por el sólo hecho de querer enfrentarte a tus propios miedos e inseguridades para descubrir quién eres y qué tienes por entregar.

Y si las consecuencias de tus acciones no son lo que querías ¡No te desanimes! Que seguro ese primer paso será la llave que abra las puertas hacia algo mucho mejor que está por venir :)

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Alina Díaz J.

Periodista, Licenciada en Comunicación Social. Vegetariana, amante de los temas sobre el cosmos, la espiritualidad, la psicología y el desarrollo personal.